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Tuesday, July 3, 2012

Javier Fernández, unas ALAS y unas velas…


Tomado de: ARTEFACTUS Magazine

‘Té y simpatía’, puesta en escena de Carlos Díaz. De izquierda a derecha: Leoncio de La Torre, María Elena Diardes, Jorge Perugorría (debajo), Luis Celeiro y Javier Fernández.

Rubén Darío Salazar
Matanzas l 07/03/2012.

Javier Fernández Juré y yo fuimos compañeros en los dorados años ochenta del Instituto Superior de Arte de La Habana. Era el novio de mi coterránea Ileana Wilson y tenía vínculos de estudio y trabajo con los maestros Raquel y Vicente Revuelta. Fue fundador de aquellos primeros espectáculos de Carlos Díaz (Zoológico de cristal, Té y simpatía), que luego definieron la conformación de esa vibración escénica llamada Teatro El Público. Era rubio, hermoso, arrebatado, soñador y era mi amigo.

Siempre que lo veía, ya en su periplo por Teatro Escambray u otras agrupaciones, nos poníamos a recordar los años felices en la capital. Nos seguíamos el uno al otro, en cada festival, jornada o encuentro de las tablas. Tenía una muy particular manera de ver el teatro, fruto de la mezcla de sus maestros y sus lecturas, era mitad ángel y mitad diablo y lo demostraron sus trabajos con Chéjov, Montero, González, Muñoz, ora como intérprete ora como director escénico.

Todo en Javier era convulso, sus amores y su teatro. Tengo fresca en la memoria su simbólica imagen alada, suspendida en el aire, en uno de los festivales de teatro de pequeño formato de El Mejunje, en Santa Clara. Luego pasó un tiempo largo, lleno de silencios e historias humanas y lo reencontré en Cienfuegos como parte del Conjunto Dramático de la Perla del Sur. En ese núcleo creó Velas Teatro, se enamoró otra vez, tuvo a Luna, su niña preciosa, imaginó un espacio para trabajar y retomó el local en ruinas que perteneció a Teatro a Cuestas, un sitio pequeño, que imantó con su espíritu alucinado y alucinante.

Lo ví moverse entre los fantasmas de Shakeaspeare en confesión, una puesta en escena suya que prometía un nuevo aire, un momento otro en su trayectoria sobre las tablas. Allí mismo hablamos, de sus viejos amores y sus próximos proyectos, viajes, quimeras… nunca me habló de la muerte. La última vez que nos vimos me acogió para trabajar en su sala del Boulevard, y él mismo junto a su equipo me ayudó en el montaje de luces y tramoya. Realicé en su sede, su casa, su territorio de partir, una función muy especial de La niña que riega la albahaca y el príncipe preguntón. Nos prometimos volver a intentarlo con otro espectáculo, está marcado con letras rojas en mi plan de trabajo de 2012. No sé si en su ausencia lo haré.

Pasan como imágenes indelebles ante mis ojos, la fuerza de sus actores bailando para mí con abanicos españoles, una danza entrañable, un baile fragmentado y sinuoso; sus ojos azules clavados sobre mí, disfrutando mi emoción de visitante sorprendido. Así era Javier, un hombre que amó el teatro con locura, con la pasión desmedida de los poetas. Izó las velas de su arte y de su vida hasta que algo se rompió, hoy no sé si fueron aquellas alas de cartón con que lo vi alzarse en el patio de ladrillos de su Santa Clara o el velamen fragmentado de su barca en plena fuga.

Sunday, May 6, 2012

La fuga de una divina diva



La fuga de una divina diva

Nivia Montenegro

Claremont, California

DIARIO DE CUBA.

Zenaida Manfugás deja muchas anécdotas de su ingenio y escasas grabaciones de su maestría como intérprete.

Zenaida Manfugás deja muchas anécdotas de su ingenio y escasas grabaciones de su maestría como intérprete.

Hace solo un par de días falleció Zenaida Manfugás, la gran pianista cubana, magistral intérprete de nuestro repertorio, al que supo infundirle los ritmos, pausas y cadencias que se respiran en la Isla. Era, además, una pianista de talla que desbordaba energía y se sabía al dedillo a Brahms, Bach y Beethoven, sus autores predilectos.

Tuve la suerte de escuchar y conocer a Zenaida en una visita que hizo a Los Ángeles, California, a mediados de la década de los 90, invitada por el antiguo Club de Cultura Cubano-americana para una de sus galas anuales. Recuerdo como si fuese hoy el olor a tiempo y dobleces que destilaba el largo vestido ocre con el que debutó, su pelo recogido en un austero moño y el inseparable collar de perlas que la acompañaba.

Recuerdo también su imponente presencia musical, atada en aquella ocasión a un piano de circunstancias que no le hacía justicia a las manos que lo tocaban. Fue en ese mismo instante, viéndola, escuchándola y sintiendo con ella la disminución que significaba tocar de ese modo, que decidí que en cuanto pudiera la invitaría al plantel en el que enseño. Quería verla desquitarse de aquella cita con aquel desairado instrumento musical.

Fue así que Zenaida vino a Pomona College en la primavera del 2000 a ofrecer un concierto en el que ilustraba el desarrollo de los géneros musicales cubanos en el siglo XIX y XX. En apenas unos días trabamos una relación de amistad, teñida en mi caso por una inmensa admiración hacia aquella mujer negra, bajita y de provincias que tuvo que luchar toda su vida y en todas partes con los obstáculos que el color de su piel, su calidad de mujer y también su personalidad inspiraban.

Ni que decir que el concierto fue todo un éxito y aun entreveo a algunos miembros del público tarareando un danzón o emocionándose ante algunas de las composiciones de Lecuona, a quien le dedicó toda la segunda parte de su interpretación.

Zenaida no tenía pelos en la lengua; más bien diría que poseía la tersura de un pubis angelical. Todo, absolutamente todo, lo decía a plena voz y dondequiera que se encontrara, desde efluvios corporales que no le permitían concentrarse en la pieza que ensayaba (sin eufemismos) hasta la blandenguería musical de alguna antigua alumna. Si alguien se asombraba de aquella libertad expresiva, Zenaida de inmediato alegaba: "Yo soy negra como el totí, pero transparente como el agua".

Tenía innumerables anécdotas de su amistad con Lecuona y también de los difíciles comienzos en La Habana, donde muchas veces la juzgaban por la tonalidad de su piel y no la de sus interpretaciones. Escuchar a Zenaida hablar de su madre, de su vida en Baracoa, ciudad aislada y comunicada con el resto de la Isla a través de viajes marítimos, era ir de su mano en un entrañable viaje a la semilla que nos llevaba a las raíces ancestrales de nuestra cultura. Crombet, uno de sus apellidos, la emparienta con las guerras de independencia de Cuba, en el siglo XIX, en la que participaron gran número de cubanos negros, entre ellos Flor Crombet, quien perdió la vida al desembarcar con Antonio Maceo en 1895.

Estando Zenaida en California, el film Buena Vista Social Club comenzaba su arrollador apogeo. Y, por truculencias del azar, como diría Reinaldo Arenas, el productor del disco en el que se inspira el documental, Ry Cooder, escuchó hablar del concierto de Zenaida y quiso venir a conocerla. Llegó a casa una tarde con su mujer y se pasó un buen rato escuchando a Zenaida. Mientras ella tocaba, Cooder la escuchaba, cerrados los ojos en una especie de éxtasis artístico, para poder disfrutarla mejor me imagino, mientras que su mujer, los ojos muy abiertos, parecía tener la vista innata de una cazadora de talentos.

Zenaida se ilusionó mucho con la posibilidad de ser grabada por Ry Cooder, pero después de muchas expectativas, no sucedió nada. Creo que se debió, en gran parte, a que Zenaida no poseía "la mística de la Isla". No era igual grabar a una cubana negra, de Nueva Jersey, que a unos músicos recién "redescubiertos" detrás del telón revolucionario. Zenaida no llevaba ningún club de pintura descascarada a sus espaldas ni parecía dispuesta a ser redimida musicalmente. Era pura interpretación, pura vida musical sin argumentos románticos ni existenciales.

En una de sus últimas entrevistas, realizada en Miami con motivo de un homenaje a la pianista, Zenaida aún hacía de las suyas. A una pregunta de la entrevistadora, quien le hablaba de su estadía en España, donde Zenaida residió varios años, la entrevistadora utilizó la frase "la Madre Patria" para referirse a ese país. Zenaida la paró en seco y ripostó sin pestañear: "los negros no tenemos madre patria... si acaso madrasta, ¡y mala!". Y poco después, al referirse a su edad y sus dolencias, algunas graves, Zenaida añadió, con su habitual ironía, que a ella iban a tener que matarla a latigazos.

Esas chispas de ingenio, con aguzado sentido histórico que dibujaban de un trazo el lugar y situación de la población negra de Cuba, dejaban a algunos incómodos, pero eran una muestra de la agudeza mental y la personalidad arrolladora de Zenaida Manfugás.

Espero que sus muchos arreglos de piezas cubanas, y en especial los que tenía de Ernesto Lecuona, reciban la atención que merecen y sean depositados en algún archivo de la música cubana. Debido a su amistad y colaboración con el compositor, Zenaida conocía muy bien arreglos e interpretaciones de Lecuona que el compositor, siempre de prisa, no anotaba. En ese sentido fue no solo intérprete, sino también depositaria del legado de Lecuona, quien murió en España y cuyos restos descansan en EE UU.

No puedo dejar de acordarme ahora de otra figura musical cubana, muy diferente pero también genial, a quien Guillermo Cabrera Infante rindiera homenaje en su Tres tristes tigres: me refiero a La Estrella, la inmensa cantante de boleros que murió dejando solo una grabación. Zenaida deja una honda huella en la interpretación de la música cubana, pero escasas grabaciones.

Es de lamentar que una figura de su importe haya transitado por nuestra cultura en semejantes condiciones. Ya sea por el desmembramiento a que se halla sujeto el exiliado, por su manera de afrontar obstáculos, o por su obstinada y frontal honestidad, aquellos de nosotros que tuvimos el privilegio de disfrutarla y conocerla, sabemos que se merecía más y nos sentimos mermados.

Duele que una presencia musical de tanta vitalidad y relieve, que glosaba con maestría épocas y estilos del hacer musical, desaparezca de este modo. No me refiero, por supuesto, a su muerte, sino al vacío que supone el que una voz de ese calibre haya quedado, por falta de grabaciones, reducida al silencio.

Thursday, May 3, 2012

Zenaida Manfugas.

Zenaida Manfugás interpretando "Crisantemo".

Zenaida Manfugás y sus prodigiosas manos.

La pianista cubana Zenaida Manfugás, conocida intérprete de música clásica fallece en New Jersey. La conocí en Los Angeles mientras trabajaba para el "CUBAN AMERICAN CULTURAL INSTITUTE" de California, nos deleitó con su maestría en la gala de apertura de uno de nuestros festivales. Vivía modestamente en Elizabeth en NJ como le ha sucedido a otras figuras de la cultura cubana que viven fuera de nuestra isla. Fue una mujer sencilla extraordinaria un personaje inolvidable de esos que pasan una vez por nuestras vidas y se quedan para siempre. Me consuela el placer de poder recordar como la recibió la comunidad cubana de Los Angeles que disfrutó a plenitud de su concierto y la hizo repetir una y otra vez algunas de las piezas de su repertorio. Adiós Zenaida nos dejas con tu música, impercedera, eres gloria que honra a todos los cubanos.

Monday, January 23, 2012

Fallece en New York La actriz cubana Graciela Mas.


Foto: Pedro Monge Rafuls. En la foto, de 2009: Graciela, en el centro, con las actrices Teresa Yenque y Sarah Valle.


Nota de Iván Acosta


Ha fallecido en la Ciudad de Nueva York, la actriz cubana, Graciela Mas.


Desde sus inicios en esta ciudad con el Teatro de Las Américas de Nueva York, bajo la dirección del también recientemente desaparecido, Miguel Ponce. En 1969, Graciela Mas, trabajo en varias obras dirigidas por Ponce, junto a Orestes Matachena, Ruben Rabasa, Ileana Aste e Iván Acosta. Graciela era muy querida y admirada por todos sus compañeros de los distintos grupos de teatro latino en Nueva York.

El 23 de abril del 2011, Graciela asistió por última vez a la entrega de premios ACE, para recibir el Premio Extraordinario ACE 2011 por su trayectoria profesional.


Que en Paz Descanse, nuestra inolvidable y querida amiga y compañera, GRACIELA MAS.


Monday, November 21, 2011

Muere en Miami la POETA Elena Tamargo

ElenaTamargo. Foto: Elsa Roberto.

Sarah Moreno
smoreno@elnuevoherald.com
El Nuevo Herald l 11/20/2011

La escritora cubana Elena Tamargo falleció hoy al amanecer en Miami. Tamargo, de 54 años, había luchado durante varios años contra el cáncer a la vez que se mantenía activa en la vida cultural de la ciudad, y seguía escribiendo poesía además de crítica de teatro para El Nuevo Herald.


“Elena simboliza para nosotros la belleza y la fe en la poesía”, dijo la profesora universitaria y crítica literaria Madeline Cámara, quien recuerda la fidelidad de Tamargo con sus amigos y su habilidad para mantenerlos unidos.


“Elena le daba cohesión a la generación de poetas cubanos de los 80, a la que pertenecía. En sus últimos libros, escritos en Miami, le rindió culto a su ciudad, La Habana”, añadió Cámara.


Nacida en el puerto de Cabañas, cercano al Mariel, en la provincia de La Habana, Tamargo se mudó a la capital en los años 70 para estudiar en la Universidad la carrera de Lengua y Literatura Alemana. Según apuntó Cámara, su labor como profesora de alemán era muy importante para Tamargo, que también enseñó en universidades mexicanas cuando se estableció allí a partir de 1992 con su esposo, el poeta Osvaldo Navarro. El fallecimiento de Navarro en el 2008 motivó que Tamargo se mudara definitivamente a Miami para estar cerca de su hijo Nazim Navarro.


Con Navarro también compartió Elena una estancia en Rusia, donde presenció el fin del sistema comunista y la caída del muro de Berlín. Fue su fructífera estancia en México, sin embargo, la que le permitió trabajar como crítica y editora de la obra de grandes poetas latinoamericanos como Juan Gelman y Gonzalo Rojas y colaborar con la Fundación Octavio Paz.


“Elena era una mujer llena de bondad, que en varias ocasiones me dijo que quería que la recordaran como una persona buena”, expresó su amigo, el escritor y promotor cultural Manny López, quien compartía mucho tiempo con ella y pudo comprobar como su profesionalismo se mantuvo hasta el final.


“Me decía que quería trabajar y ser útil, su mayor preocupación era cumplir con sus críticas de teatro, incluso aunque a veces sintiera los efectos de la enfermad”, contó López, recordando que “siempre me recordaba que la poesía estaba en todas partes y que sólo teníamos que notarla y después escribir”.


López leerá esta tarde a las 4 p.m. en el salón 6100 del Recinto Wolfson en la Feria del Libro en la sesión que Tamargo estaba programa para presentarse, donde compartiría con los poetas Ena Columbié y Leo Selis. López ha elegido para su lectura poemas inéditos de Tamargo que se publicarán en el libro Dias ya vacíos, un volumen recopilatorio de su obra poética que editará Bluebird.


“Voy a recordar a Elena de muchas formas, sobre todo por su deseo de vivir y por su incesante trabajo, porque aún enferma le decía que sí a sus amigos para escribirles un prólogo o un comentario para un libro. También estábamos organizando una presentación en Miami de la poeta guatemalteca Maya Cu, que ella admiraba mucho”, contó López, que considera que los planes de Elena le dieron energías para luchar contra la enfermedad.


A Tamargo la sobreviven su hijo Nazim, su nuera Dani y sus tres nietos, además de su hermano José Francisco Tamargo y su familia.


Sus restos serán cremados y no habrá servicios funerarios.


A manera de homenaje, el grupo de teatro Akuara ofrecerá una función gratuita de la última obra a la que Elena asistió, Traficantes de pasión, el sábado 26 a las 8:30 p.m. en la sala Akuara, localizada en 4599 SW 75 Ave.

Informes: 786 853 1283

Sunday, November 20, 2011

Elena Tamargo la mujer bonita.





VIDEO DE IGNACIO GRANADOS.

Como muchos de ustedes ya sabrán, nuestra amiga Elena Tamargo se nos ha ido esta madrugada después de una larga batalla contra el cáncer. Creo que la mejor forma de despedirla será asistir a la presentación de su libro en la Feria de Miami esta tarde.
La presentación del domingo 20 de Noviembre en la Feria Internacional del Libro de Miami, incluye a la poeta Ena La Pitú Colombié, junto a los ya mencionados leo Selís, y Elena Tamargo. La presentación será, como se dijo, a las 4:00 p.m., en el aula 6100 del Edicifio 6 [1er. Piso]; en la 2da. Ave entre la 4ta. Y la 5ta. Calles, del Downtown de Miami.

Para más detalles, ver aquí.



PROJECTZU Y AKUARA TEATRO

LOS INVITAN

CELEBRACIÓN DE VIDA: ELENA TAMARGO

"El Sábado 26 de Noviembre a las 8:30 pm en Akuara Teatro se dará una función gratuita de Traficantes de pasión en homenaje a Elena Tamargo " lectura de notas y poemas de la escritora." AFORO LIMITADO POR FAVOR RESERVE.
TEL- 786 853 1283

4599 SW 75 AVE.
MIAMI FL. 33155.

Tuesday, November 15, 2011

Muere la destacada actriz cubana de teatro Eva Vázquez



La actriz Eva Vázquez, uno de los rostros más conocidos de la actuación en Cuba.

Muere la destacada actriz cubana de teatro Eva Vázquez
ARTURO ARIAS-POLO
El Nuevo Herald

La actriz cubana Eva Vázquez falleció el lunes a las 6:15 pm en el Metropolitan Hospital de Miami víctima de una dolencia cardíaca. Tenía 96 años de edad.

“Todo fue muy rápido. No sufrió. Se sintió mal el viernes y enseguida la llevaron al hospital, donde la ingresaron en cuidados intensivos”, explicó su único hijo Carlos Badías, de 70 años, residente en Eustis, Florida. “Allí tuvo tres paros respiratorios consecutivos”.

Badías vio a su madre con vida hace apenas dos semanas en el apartamento del Residential Plaza, ubicado al noroeste de Miami, donde ésta vivía desde hacía cinco años. Sin embargo, se mantenían en contacto telefónico diariamente.

“El jueves hablé con ella por última vez. Siempre me contaba los chismes del residencial y todo lo que se le ocurría”, añadió Badías, quien destacó que hasta el último momento su madre estuvo escribiendo poemas.

Eva Vázquez nació en La Habana el 3 de septiembre de 1915. Era hija y nieta de teatristas. Debutó en las tablas a la edad de 4 años en El genio alegre, una comedia de los hermanos Alvarez Quintero.

A partir de su actuación en la obra Don Juan Tenorio, en la cual interpretó a la Doña Inés siendo adolescente, su presencia se hizo habitual en las temporadas del desaparecido Teatro Principal de la Comedia, donde alternó con todos los grandes de su época.

Pero ante el cierre de muchos teatros habaneros en los últimos años del período presidencial del general Gerardo Machado, derrocado por una sublevación popular en 1933, la actriz y su familia recurrieron a la radio para ganarse el sustento. Y fue en la emisora Radio Ideas Pasos donde conoció al actor Carlos Badías, el padre de su hijo, con quien se casó el 20 de junio de 1939, y permaneció junto a él 45 años.

Vázquez se sumó al elenco de las radionovelas de CMQ Radio en 1940. Entre los títulos que protagonizó figuran Mi apellido es Valdés, Lo primero son los hijos y Hasta que la muerte los separe. A la llegada de la televisión, en 1950, integró los elencos de Tensión en el Canal 6 y Gran Teatro del Sábado.

Su pasión por la enseñanza la llevó a ganar una plaza por oposición en la Academia Municipal de Arte Dramático de La Habana, donde impartió clases hasta su renuncia en 1961. En esa época soportó múltiples humillaciones por el activismo anticatrista de su hijo y de su esposo, quien guardó prisión en dos ocasiones.

La actriz llegó a Miami el 4 de febrero de 1962 reclamada por su hijo, que había salido un año antes. Y al cabo de ocho años se reencontró con su esposo cuando éste logró salir de la isla.
En el exilio Vázquez grabó radionovelas para America Productions, hizo comerciales, vendió muebles y participó en Doña diabla, La enemiga, La sombra, entre otras producciones de Pro Arte Grateli.

Pero su amor por la escena era tal que interrumpió su retiro en abril para interpretar el personaje de La Abuela en La casa de Bernarda, de Federico García Lorca, tras cuatro décadas sin pisar un escenario.

La actriz Eva Vázquez, uno de los rostros más conocidos de la actuación en Cuba.

La tarde de su regreso al Dade County Auditorium, el alcalde de Miami Tomás Regalado proclamó el 10 de abril, como El Día de Eva Vázquez y Pili de la Rosa le entregó la Orden Gonzalo Roig en nombre de la Sociedad Pro Arte Grateli.

“Eva mantenía esa dignidad de las actrices de otros tiempos. Tenía muy buena memoria y su dicción seguía siendo impecable”, expresó Pedro Román, quien la dirigió en esa ocasión y ahora prepara un musical sobre su vida.

El productor de telenovelas Arquímides Rivero trabajó con Vázquez en la radio cubana y solía visitarla a su apartamento.

“Le tenía mucho aprecio a Eva. Trabajé con ella en CMQ Radio y RHC Cadena Azul”, destacó Rivero, quien calificó su actuación en Bernarda de “encomiable”. “Recuerdo que me sorprendió que lo hizo con el personaje y cuando recitó sus poemas. “Sin dudas fue una gran actriz”.

La actriz seguía muy activa. Cuando no escribía, le recitaba a sus vecinas o trabajaba de voluntaria en actividades culturales de su edificio.

“Eva era un ser excepcional como artista y como persona”, agregó “Mario Moreno, de 58, años, jefe de admisiones del Residential Plaza. “Siempre nos dio su aporte como maestra de ceremonias. Y nadie lo hacía tan bien como ella”.

La actriz dijo a El Nuevo Herald en abril:

“Si usted no vive para el teatro jamás tendrá éxito. Yo hice [la obra] La enemiga con mi esposo ingresado y una novela de radio después de enterrar a mi padre. ¡Los problemas personales nunca deben mezclarse con el trabajo!”.

En esa oportunidad también confesó su frustración por no poder retirarse en Cuba.

“Yo siempre pensé retirarme en Cuba porque [cuando nos fuimos] ya teníamos pagada una casita en la playa de Boca Ciega. Pero en eso llegó ‘el monstruo’…”, reveló. “Hoy sigo al tanto de todo lo que pasa allá y a veces me digo, ¡Dios mío, quisiera ver a mi patria libre antes de morirme!”.

La extensa colección de fotos Eva Vázquez con los mejores momentos de su trayectoria y la de su esposo será donada por su hijo a la biblioteca de la Universidad de Miami.
Aparte de su hijo le sobreviven cinco nietos y seis bisnietos.

Los restos de la actriz estarán expuestos a partir del miércoles de 5 pm a 12 pm en la funeraria Bernardo García, 4100 NW 7 St. Informes: 305- 649-1010.

Friday, September 30, 2011

La actriz Adria Santana falleció en La Habana.



Foto de Iván Cañas. Adria Santana en "Las penas saben nadar" de Abelardo Estorino.


Esta madrugada en La Habana, murió la querida actriz Adria Santana. Aquí la vemos en una de sus más exitosas interpretaciones "Las penas saben nadar" de Abelardo Estorino. Mucho cariño y dolor por esta extraordinaria mujer, artista talentosa, maravillosa amiga y cubana ejemplar. Un aplauso grande para Adria, emocionado todavía por esa maravillosa actuación que fue su vida.
Alberto Sarraín.

Extraordinaria mujer y actriz Adria Santana, la admiré siempre. Un ser humano superior, elegido, una luchadora, valiente y honesta. Gracias querida Adria por habernos invitado a pasar esa noche maravillosa contigo, inolvidable.
Yvonne López Arenal

Cuban Latino Theater Archive.

Yvonne, Micheline, Julio, Isabel, Gaspar, Pedro, Adria y Alberto.

Pedro, Charín, Yvonne, Lilian, Adria, Micheline, Julio, Isabel, Gaspar, Juan David, Jorge y Alberto.

La foto en la casa de Lilian Manzor en una de sus últimas visitas en el 2011 con amigos y compañeros de Teatro Estudio. Todo nuestro respeto y admiración para ella, Un abrazo para su familia.

Thursday, September 1, 2011

Falleció el teatrista cubano Julio Gómez.




Hoy 31 de agosto, falleció en el Baptist Hospital de Miami el querido teatrista Julio Gómez. Su nombre está vinculado para siempre a la historia del teatro cubano del siglo pasado. Fundador del Grupo los 12, fue un pilar importante en el desembarco de nuevas estéticas teatrales en Cuba. El domingo entre 3 y 5 de la tarde se hará una reunión en el Cine Club de "Ballet Concerto" en el "Bird Road Art District" en Miami del cual era un asiduo visitante.

Sunday, August 7, 2011

Lichi Diego: Sin patria pero sin amo


Eliseo Alberto Diego e Iván Cañas, Miami, 1997. (ED VALENZUELA)

DIARIO DE CUBA.

Actualizado: 7 de Agosto de 2011 - 01:14 am

Obituario

Lichi Diego: Sin patria pero sin amo

Iván Cañas

'Todos aprendimos algo de él. Su buenagentía, su entusiasmo por la vida, su nobleza, sus triunfos y sus fracasosConocí a Lichi y a su familia maravillosa hace un tiempo enorme. Corría el año de 1967, yo tenía 21 años y Lichi solo 16. Fui enviado por el Instituto Cubano del Libro a realizar una foto de su padre, Eliseo Diego, para ilustrar la edición de su Libro de las Maravillas de Boloña.

Allí en Villa Berta, preciosa casa-finca al final de la calzada más bien enorme de Jesús del Monte, donde "la demasiada luz forma otras paredes con el polvo", como diría Eliseo en uno de sus poemas, encontré talento, amabilidad, decencia y cubanía. Hice la foto que ilustró la contraportada del libro y conocí a los hijos del poeta, Rapi, Lichi y Fefé.

Unos años después, el "azar concurrente", como diría un siempre amigo de esa familia, José Lezama Lima, quiso que Lichi comenzara su carrera periodística en la revista Cuba Internacional, lugar donde yo había comenzado mi carrera como fotógrafo.

Entró en la mansión art nouveau de la calle Reina con el aura de su talento, el respaldo de su leyenda familiar, y la bienvenida de gente que comenzó a disfrutar de su simpatía y originalidad. Entre ellos, Manuel Pereira, Antonio Conte, Reinaldo Escobar, Raúl Rivero, Minerva Salado, Norberto Fuentes, Froilán Escobar, Félix Guerra, Joaquín Ordoqui, así como Félix Contreras.

Entre los
fotógrafos, Nicolás Delgado, José A. Figueroa, Luc Chessex, Ernesto Fernández, Enrique de la Uz, Pablo Fernández, Roberto Riquenes y el que suscribe... ¡Qué piquete!
Todos aprendimos algo de él. Su buenagentía, su entusiasmo por la vida, su nobleza, sus triunfos y sus fracasos.

Recorrimos prácticamente la isla entera haciendo reportajes y entrevistas. Su desempeño en la cotidianidad del periodismo era camaraderil, solidario. Integraba el equipo ideal redactor-fotógrafo, nunca usó poses autoritarias. Cargaba los trípodes y las maletas si era necesario, dejaba que el fotógrafo dominara su escena, nunca imponía criterios y sus preguntas eran sinceras y directas. Trabajar con Lichi fue un placer.

Y desde luego, a partir de ese compartir laboralmente, surgió esta amistad que ni la muerte podrá borrar.

Cuba Internacional fue una especie de oasis en el marasmo de una sociedad donde el control de los medios de difusión era absoluto.

Pero todo lo bueno dura poco, y así la revista dejó de ser lo que fue en un momento, y se fue convirtiendo en un órgano cuasi oficial del Partido Comunista, y con ello, perdió su encanto.
Lentamente, comenzó a emigrar (dentro de la isla) su talento, para otras esferas donde el control del pensamiento era menos férreo.

Luego de esta movida interna, también poco a poco los integrantes del equipo creativo de esta publicación fueron moviéndose hacia nuevas playas, lo mismo al norte que al sur, no era un problema de brújula, era sed de hablar y escribir en voz alta.

De esta manera, Lichi se movió hacia tierras aztecas, donde el idioma español y el pueblo mexicano se complacieron en abrirle sus puertas... Yo personalmente, aterricé en Miami, quizás la segunda ciudad de Cuba, donde me esperaban frituras de malanga y un millón de compatriotas.

A los que se quedaron, mi abrazo solidario al igual que a los que emigraron. Los quiero y recuerdo por igual.

No fue fácil para los que vinimos comenzar una nueva vida ya cuarentones. No fue fácil ni aún lo es... Los recuerdos duelen, la nostalgia quema...

Sunday, July 31, 2011

Falleció en México Lichi Diego.






"A la vida no la enseña nadie"

Con profundo dolor acabamos de enterarnos que falleció en México el gran escritor cubano Eliseo Alberto Diego (Lichi). Sabía de su mal, pero siempre confié en su recuperación. Recuerdo sus flores, las tertulias en Coyoacán, sus palabras escritas, las dichas, su maravilloso Don y su generosidad. Con tristeza te decimos adiós querido Lichi y gracias por lo que nos aportaste. Nunca olvidaré los maravillosos textos de Cartas del parque.

Muere el escritor Eliseo Alberto, “Lichi”, a los 59 años

Cultura •

En 1998, ganó el Premio Internacional Alfaguara de Novela por su obra Caracol Beach. Desde 1990, el escritor vivía en la Ciudad de México y adoptó la ciudadanía en 2000.

Ciudad de México • El escritor de origen cubano y colaborador de MILENIO, Eliseo Alberto de Diego murió a los 59 años de edad, en el Hospital General, donde permanecía internado luego de que el 18 de julio recibió un trasplante de riñón.

En su cuenta de Twitter, Consuelo Sáizar, presidenta del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) confirmó hoy la noticia.

“Con profundo dolor me entero del fallecimiento del escritor de enorme talento y entereza, Eliseo Alberto, "Lichi". Un abrazo a su familia”, escribió la presidenta de Conaculta en su cuenta @CSaizar.

Según uno de los amigos cercanos, Jorge F. Hernández, el escritor falleció hoy a las 9:29 horas, de problemas respiratorios.

De acuerdo con sus palabras, el riñón lo había aceptado muy bien su organismo, pero era un fumador empedernido, por lo que los problemas que tenía se debían a eso. Incluso, hace unos días hubo una convocatoria en redes sociales para donar sangre, pedían ir al Hospital General, donde se encontraba.

Sobre su funeral, él mismo asegura que hay posibilidades de que se lo lleven a La Habana, "aunque esto creo que deberíamos manejarlo hasta su confirmación".

Eliseo Alberto de Diego García Marruz, quien sus amigos llamaban cariñosamente “Lichi”, nació el 10 de septiembre de 1951, en Arroyo Naranjo, Cuba, donde se desempeñó como periodista.

Desde 1990, el escritor vivía en la Ciudad de México y adoptó la ciudadanía en 2000.

En 1998, Eliseo Alberto ganó el Premio Internacional Alfaguara de Novela por su obra Caracol Beach.

Otra de sus obras importantes es Informe contra mí mismo, escrita en 1978 y publicada más tarde en el extranjero.

En los últimos años, todos los jueves Eliseo Alberto publicaba su colaboración en Milenio Diario.

Thursday, June 2, 2011

Falleció José Escarpanter.

Foto: Luis de la Paz. José Escarpanter.

Falleció en
Auburn, Alabama, el especialista e investigador del teatro cubano y latinoamericáno José Escarpanter.

En noviembre del año 2005, el recién fundado, ICRA entregó el " Premio René Ariza" al destacado investigador del teatro cubano y latinoamericano, el Dr. José Escarpanter, Profesor Emérito de la Universidad Auburn en Alabama, por su inmensa contribución al enriquecimiento del teatro cubano. El dramaturgo y escritor cubano Matías Montes Huidobro, fue el encargado de la presentación en el Cuban Heritage Collection de la Universidad de Miami sede de la entrega de los premios.


Los miembros del ICRA lamentamos su perdida, nuestras más sinceras condeloncias a todos sus familiares.

Friday, March 4, 2011

Nena Acevedo.



FALLECE NENA ACEVEDO UNA GLORIA DE CUBA.
PREMIO RENE ARIZA 2007
Nota de Raúl de Cárdenas para Nena Acevedo escrita en el 2007.

LA NENA DE MIS AMORESPor Raúl De Cárdenas.

“El mejor modo de aprender es enseñar. A veces el maestro aprende más que el alumno. No hay mayor recompensa que ver como un alumno nos supera”.Este comentario lo hizo Nena Acevedo en una mesa redonda sobre el teatro cubano, celebrada en el Lyceum de La Habana, en el 1958, según lo cuenta en sus memorias, “Por Amor al Arte”, el famoso director Francisco Morín.Cuando yo conocí a Nena Acevedo ella era profesora del Teatro Universitario de La Habana, y aunque era una actriz excelente – ya la había visto en “Mujeres” de Claire Boothe, en una simpatiquísima interpretación – creo que para ella más importante que la actuación era enseñar.Un encuentro casual en la “Plaza Cadenas” de la Universidad de La Habana con uno de sus alumnos, Ricardo Barber, que hoy en día es uno de los principales actores del “Repertorio Español” de Nueva York, hizo que Nena se interesara en lo que estaba escribiendo. Ricardo presentó una escena de mi segunda obra, “Los Animos Están Cansados”, y Nena se animó a dirigir la pieza con sus alumnos y estrenarla en el Aula Magna de la Universidad.Corrimos con suerte, y aunque la obra no era mas que “un esfuerzo serio de un autor nuevo que busca su camino en la creación dramática” como apunto el crítico y dramaturgo Matías Montes Huidobro después de su estreno, la obra tuvo mucho éxito, se representó en varias ciudades de la Isla y finalmente fue llevada a la televisión.Después de “Los Animos Están Cansados” escribí “La Palangana”, una obra en un acto que yo aspiraba a estrenar en la Sala Teatro “Arlequín” de Rubén Vigón que había creado los Lunes de Teatro Cubano para presentar a nuevos autores.Vigón no se interesó en “La Palangana” y la rechazo sin muchas contemplaciones. Nena Acevedo, convencida que la obra era buena, fue a verlo y finalmente pudo convencerlo de que estrenará mi pieza. A pesar de haber dado su consentimiento, Vigón aún no estaba muy seguro del éxito de “La Palangana” y decidió “apuntalar” el programa con una obra de Gloria Parrado, “Arriba Arriba”, y un breve espectáculo martíano de René Ariza.Los ensayos de “La Palangana” se hicieron en casa de Nena Acevedo que convirtió la sala de la residencia en un escenario. Finalmente, el 31 de enero de 1961, a casi 8 meses de mi salida de Cuba, “La Palangana” se estrenaba en La Habana y el resto es historia. Aquella sencilla pieza que había escrito en un fin de semana llegaría a convertirse en una de las más populares obras del teatro cubano, sería llevada al Canal 2 de televisión, continuaría representándose, y fue publicada sin mi autorización, aún después de haber abandonado Cuba.Estoy convencido que mi presencia en el teatro cubano no hubiese sido posible, o quizás hubiese sido aún mucho más dificil, sin el apoyo, el consejo y el afecto de Nena Acevedo. De profesora se convirtió en amiga. Siempre sintió en lo más hondo de su corazón el amor por el teatro y supo impartirlo sin egoísmos. Nunca vaciló, durante esos años en el Teatro Universitario, en alimentar los sueños y las ilusiones de tantos jóvenes que aspiraban a ser algo en el difícil mundo de la escena.La figura de Nena Acevedo permanence hoy en mi corazón tan fresca como la primera vez que la vi, cuando Ricardo Barber me la presentó. Guiada por la más pura dedicación, trato de enseñar todo lo que sabía, sin falsedades, a todos los que se acercaban a ella. En una profesión, la de actriz, donde se corre el peligro de lo banal y lo superficial, Nena se destacó por su seriedad, por sus convicciones y por su dignidad. Y cuando llegó el momento de tomar el camino del exilio, no vaciló ni un segundo. La pérdida fue para el teatro de la Isla, pero no para nosotros.En estos días que se le rinde homenaje a Nena Acevedo he querido unir mi voz, porque la quiero, porque la respeto, y porque le quedo eternamente agradecido por todo lo que hizo por mí. Este dramaturgo le debe mucho a la Nena de sus amores.
Fallece NENA ACEVEDO Tomado de Artefactus Teatro.

A la edad de 95 años, fallece en Miami, Nena Acevedo, actriz, directora y pedagoga teatral cubana. Para rendir un sentido tributo a su lamentable pérdida, se reproduce a continuación una entrevista que le hiciera Luis de la Paz.

Cinco preguntas a Nena AcevedoPor Luis de la PazDiario Las AméricasMiami, 25 de noviembre de 2006

Cuando se habla del teatro cubano el nombre de Nena Acevedo ocupa un sitio más que destacado. Trabajó y dejó huellas imborrables en el Teatro Universitario y realizó una extraordinaria labor con el Teatro en Güines, municipio en las afueras de la capital cubana. Fue tan abarcador su trabajo que incluso llegó a impartir clases a enfermos mentales en el sanatorio de Mazorra en Cuba y a niñas en un internado en Puerto Rico.

Antes de salir de la Cuba en 1962 formó parte del estupendo elenco que protagonizó Mujeres, de Clare Boothe, dirigida por Cuqui Ponce de León y María Julia Casanova. Esta obra estuvo en cartelera en el teatro Hubert de Blanck, con 324 representaciones entre 1958 y 1960, en medio de circunstancias sociales tormentosas.

Nena Acevedo nos recibe en su apartamento en La Pequeña Habana con la misma sonrisa alegre que le vemos en los comerciales de León Medical Center. Mientras conversa parece, por la gestualidad, la manera de mirar, de entornar los ojos y los movimientos con la cabeza, que está ejecutando una de sus memorables obras. A pesar de sus noventa años se ve una persona alegre, vital, lúcida y soñadora. Mujer de criterios sólidos y de observaciones muy directas y agudas cuando ve algo que no le agrada. Llegó a Cuba los 3 años procedente de El Valle de Oro, pequeño poblado en la provincia de Lugo en España, donde había nacido en 1916 con el nombre de Carmen Acevedo.

Confiesa haber tenido cinco pretendientes con los que estuvo a punto de casarse, sin que nunca llegara al matrimonio con ninguno. Dice haber tenido diferencias con la directora María Julia Casanova. Considera a Gáspar de Santelices como el mejor actor cubano, mientras expresa que el más sobresaliente dramaturgo cubano contemporáneo es Nilo Cruz, por quien manifiesta una gran simpatía.

1.—Cuéntenos de sus inicios en el teatro como actriz y directora.

—Yo debuto ante el público en 1941 en el Teatro Universitario con Numancia de Miguel de Cervantes. Recuerdo que me pusieron todos los trajes y las camisas de dormir de la actriz Luisa Caballero porque no había talla que me ajustara. Desde ese momento nunca más dejé de hacer teatro. Fue una etapa linda de formación y trabajo que se inició con el profesor austriaco Ludwig Shajowicz, quien hablaba con un tremendo acento, pero era un excelente profesor al que yo le debo mucho. Allí también comencé como directora con unas obras de Cervantes. Eran cosas pequeñas de teatro experimental, para un público reducido. Luego vino mi segundo padre en el teatro, Luis Alejandro Baralt, un hombre único como maestro y como ser humano, con él hice muchísimas obras. En realidad yo he tenido una larga carrera, he hecho entre doscientas a trescientas obras. Mi último trabajo fue Lola de Rafael V. Blanco en Teatro Avante, dirigida por Mario Ernesto Sánchez, eso fue en 1996, hace ya diez años.

2.—Usted sale de Cuba en 1962 y se establece en Puerto Rico durante siete años. ¿Qué hizo allí?

—En los siete años que viví en Puerto Rico sólo hice una obra. Era una pieza de Tennessee Williams. Casi toda mi estancia en la isla fue enseñando teatro en el Colegio de Niñas Puertorriqueñas. Allí dirigí muchas obras. No recuerdo cuántas. Incluso ya después las escribía yo, muy mal escritas, pero las escribía para que las muchachitas, tenía 30 alumnas, pudieran desarrollarse. Estuve metida de lleno en ese colegio, inventé cosas… en realidad trabajaba muy duro. Mi vida ha estado tan llena de tremendas experiencias que yo debería publicar en un libro. Ya yo he escrito mis memorias, pero están ahí guardadas. Se las dejaré a Ramón González Cuevas que es uno de mis grandes amigos, como lo es Mario Martín, para ver si un día se publican.

3.—Me gustaría que me hable más detalladamente sobre su labor en el teatro Universitario y en el de Güines.

—Como ya te dije el Teatro Universitario fue fundamental en Cuba como lo fue Prometeo de Francisco Morín. Yo nunca trabajé con él, pero asistí a todas sus presentaciones. La etapa de Güines fue maravillosa. Yo viajaba a Güines en la mañana [unas 30 millas] y en la tarde tenía que estar en La Habana para las funciones de Mujeres. Todo ocurrió de manera casual. Fui con mi hermana Maruja a Güines a ver La pasión, ya era la época de Castro y estaban los milicianos por todas partes. Me pareció que aquel esfuerzo teatral necesitaba una dirección, así que fui a ver al cura y le dije que quería ayudar en la puesta sin cobrar nada. Allí me fui quedando, dando clases, preparando actores y montando obras. Las que destacaban en los teatros habaneros, yo las llevaba a Güines con actores locales. Allí hice con mucho cariño obras que dejaron huellas en ese municipio. Todo Güines iba a ver a mis obras.

4.—Usted trabajó con Marta Llovio haciendo teatro infantil. Relátenos algo sobre esa experiencia.

—Fue una etapa muy linda, pero muy difícil. Sufrimos mucho, nadie nos ayudaba. Nosotros dábamos clases a los niños y hacíamos obras que escribía yo misma, como El perro callejero, inventaba los personajes y las situaciones. En realidad hay muy pocos textos infantiles. Adaptamos cuentos para niños, como la Capericita roja, donde el lobo no se come a la abuela, le hicimos cambios. En realidad casi no hay teatro para niños, y es una lástima porque es muy importante vincularlos con el teatro desde la más temprana edad.

5.—Usted con 90 años va al teatro y es muy exigente con lo que ve en escena, además trabaja en comerciales y está activa. ¿Le gustaría volver a hacer teatro?

—Claro que sí. Ojalá pudiera volver a los escenarios, yo todavía puedo hacerlo. Soy exigente, porque demando perfección, me gusta que las cosas queden bien hechas. Ahora estoy maravillada con Dos hermanas y un piano de Nilo Cruz que dirige Marcos Casanova, que es un magnífico director. También estoy enamorada de Jorge Hernández, que me parece un actor completísimo, que canta y que hizo un papel tremendo en Un objeto de deseo de Matías Montes Huidobro y recientemente estuvo con Pedrito Román en La bella Otero. Yo he vivido mucho y te puedo decir que el teatro es mi vida.

Monday, November 22, 2010

GEORGE WOODYARD.

En la foto José Escarpanter, Yara González Montes, Matías Montes Huidobro Y George Woodyard.

George Wooyard en el pódium y Matías Montes Huidobro al otro extremo.

GEORGE WOODYARD

por Matías Montes Huidobro


Acaba de fallecer en Lawrence, Kansas, el investigador y académico George Woodyard. Claro está que aquí en Miami pocos lo conocen y pocos pueden valorar su contribución para llegar a un mejor conocimiento de la dramaturgia cubana, tanto la insular como la que se desarrolla en el exilio. Pero por muchísimos años, Woodyard dirigió una de las revistas dedicada al teatro más conocida internacionalmente, “Latin American Theatre Review” y celebraba cada tres años un Congreso Latinoamericano de Teatro, al cual asistíamos con regularidad Yara y yo. Gracias a Woodyard, el congreso representaba una oportunidad única de conocer a dramaturgos invitados, intercambiar ideas con otros estudiosos del teatro latinoamericano, encontrar incentivos para continuar con nuestras propias investigaciones, y en nuestro caso en particular, divulgar la dramaturgia cubana del exilio, muchas veces desconocida más allá de las fronteras del Dade County. De ahí que George Woodyard, sin pasar por alto su erudición y el valor de sus propias investigaciones, era indirectamente un promotor de nuestra dramaturgia, que se confirmaba de paso con nuestra asistencia y participación en un congreso donde siempre fuimos bienvenidos.


Yo, profesionalmente, como cubano, crítico y dramaturgo, le estoy personalmente agradecido. Aunque Woodyard fue un profesor norteamericano liberal, nunca le cerró las puertas a un dramaturgo, crítico y exiliado cubano residente en Hawai, cosa que no puedo decir de muchos cubanos que conozco en el exilio. Especialmente resultó importante la publicación de mi ensayo “Teatro en Lunes de Revolución” (1984), que fue el primer índice crítico-bibliográfico de “Lunes”, aunque limitado al teatro. También publiqué en LATR mi trabajo sobre “El caso Dorr”, porque mis investigaciones sobre el teatro cubano tampoco tienen limitaciones geográficas, sin que por ello abandone mis puntos de vista ideológicos. George Woodyard nunca me rechazó un ensayo, sin contar que varios de los más importantes trabajos críticos sobre mi teatro, escritos por Francesca Collechia, Phyllis Zatlin, Carolina Caballero, Jorge Febles, Armando González Pérez y Guillermo Schmidhuber, se publicaron en la revista o se leyeron en los congresos.


En el año 1992, Woodyard dio acogida a una sesión especial, organizada por el profesor ecuatoriano Jorge H. Valdivieso, titulada “Montes Huidobro y su obra en el banquillo de la crítica”, donde Judith Bissett, Jorge Febles y Armando González Perez hablaron de mi dramaturgia, con mi ulterior participación bajo el título de “El autor responde”. En ese mismo congreso, Woodyard me honró invitándome a participar en “Playwrights Round Table: Performance” una plenaria presidida por la profesora Joan Rea, de Rice University, donde en el programa no me escatimó la identidad nacional, que mucho le agradezco porque otros no han hecho tanto, y que rezaba así: “Emilio Carballido (México), Matías Montes-Huidobro (Cuba) y Egon Wolff (Chile)”.


Fue en esos congresos donde leí “Regresión progresiva de Morir del cuento de Abelardo Estorino” (1992), porque yo siempre he puesto los valores del escritor por encima de rencillas personales y diferencias de puntos de vista, y en esas conferencias lo mismo presentaba un ensayo Vivian Martínez Tabares o Yara González Montes. En uno de dichos congresos, Yara precisamente presentó uno sobre “Myriam Acevedo: alcances de su creación dramática e interpretativa.” “Latin American Theatre Today”, que así se llamaban los symposiums, se llevaban a efecto en un contexto de intercambio cultural, ajustados al vocabulario de las teorías literarias contemporáneas, donde términos como “intertexualidad” se utilizaban dentro de un marco crítico de conocedores del teatro, en el cual las ideas eran más importantes que el uso de los guiones, de acuerdo con la preparación teatral de los especialistas que allí se reunían. En la misma ocasión, Yara presentó un trabajo sobre “El teatro contestatario de Carmen Duarte”, en una mesa que compartió con Pedro Monge, mientras yo divulgaba la obra de José Corrales, “La sexualidad histórico-política de José Corrales” (1992), después en “Sistematización escénica de lo que no se dice” (1997) y “Rescatando a Flora Díaz Parrado” (2000). Finalmente, cuando Editorial Persona publica “Ceremonial de Guerra” de José Triana, Woodyard contribuye con un excelente prólogo sobre un autor que mucho admiraba.


Los mencionados congresos se celebraban en Lawrence, Kansas, donde también enseñaba otro ensayista de peso, el profesor Raymond Souza, especialista en Guillermo Cabrera Infante. Con Lawrence nos unen razones familiares, porque allí estudió su carrera de leyes nuestro hijo y nació nuestro nieto. Lawrence es un estupendo y “clásico” “college town”, donde se nutre lo mejor del pueblo norteamericano. Para nosotros, viviendo en Hawaii, era una experiencia respirar la atmósfera de autenticidad rural de las planicies del Medio Oeste norteamericano, incluyendo el aire frío de una primavera que no se desprendía del todo del invierno. Siempre me llamó la atención como era posible que en un paisaje tan exótico (porque eso lo que representa Kansas para mí) se hubiera podido gestar un congreso de esta naturaleza, donde se reunían estudiosos de la dramaturgia latinoamericana procedente de todas partes del mundo, y que un grupo nutrido de estudiantes en un paraje tan remoto y en un pueblo minúsculo en el corazón de los Estados Unidos, se empeñaran en leer y estudiar nuestro teatro, cuando bien pudieran estar haciendo otra cosa más productiva. Claro que específicamente se debía a la pasión individual de George Woodyard, a su interés por la dramaturgia latinoamericana, pero refleja también la conciencia colectiva del pueblo norteamericano, no siempre bien entendido, dispuesto a abrir sus puertas a otras culturas en busca de un mejor entendimiento.

Sunday, September 12, 2010

Adela Escartín en el teatro cubano.


Adela Escartín actriz de origen español.

Durante muchos años residió en Cuba y dejó una importante huella en el teatro cubano. Nació en Canarias el 26 de octubre de 1913 y falleció en Madrid el 8 de agosto de 2010.


Recorte de una nota de teatro sobre Yerma en la que la actriz interpretaba el rol protagónico , escrito por el investigador y dramaturgo Matías Montes Huidobro. Las fotos que aprecen en el recorte son de Mario García Joya (Mayito).

(para leer la nota haga click en la imagen).

Saturday, August 14, 2010

Rosa y la flecha.

Foto: Felipe Herba.

Lanzar la flecha cumplió ayer 13 de Agosto 4 años de haber sido lanzada. Felicitamos a su autora Rosa Ileana Boudet, por la calidad, la constancia y pasión que ha puesto a su blog. Los invito a leer el post publicado ayer.

Todo cambia y resulta que lo que hoy es poco apreciado, y me refiero especificamente a lo que señala Rosa Ileana sobre las publicaciones digitales y la valoración de los académicos, mañana puede ser considerado una joya de la literatura digital, y me pregunto, ¿ Qué se está valorando? ¿Qué cambia el valor de un texto? ¿acaso estamos hablando del medio utilizado como vía de publicación? porque en honor a la verdad en cuestión de libros impresos en papel y tinta hay de todo.

Querida Rosa le dejo tiempo al tiempo, manifiesto de nuevo mi aprecio a "La flecha... " y sus enlaces a la otra flecha y a todos los textos, bien sé el tiempo y el cuidado que le dedicas. Me retiro y me quedo pensando en la frase que se le atribuye a Galileo "Eppur Si Muove"

Sunday, July 18, 2010

Olga Guillot en la memoria de Nivia Montenegro.


Olga Guillot: toda una voz, todo un género, toda una época.

"Ha muerto Olga Guillot. El bolero está de luto, pero por ella se viste de fiesta. La célebre intérprete de este género musical encarnó en sus canciones el espíritu agónico. Fue no solo una voz irrepetible y un estilo único, sino la protagonista y gran dama de esos teatros del corazón que nos perturban, aun cuando no queramos reconocerlos..."


Les recomiendo este artículo de Nivia Montenegro sobre Olga Guillot en Diario de Cuba.

Monday, July 12, 2010

Hasta siempre Olga Guillot.






La cantente cubana Olga Guillot una de las mejores intérpretes del bolero, falleció hoy lunes 12 de Julio de 2010 en la ciudad de Miami. La destacada artista ha obtenido numerosos reconocimientos a través de su larga carrera, entre ellos el "Grammy Latino a la Excelencia".

En el año 1999 tuvimos la oportunidad de trabajar con ella mientras recibía un reconocimiento entregado por el "Cuban American Cultural Institutte, (CACI )" de California. En la noche de apertura del Festival de cultura cubana organizado por el "CACI " la comunidad cubana de Los Ángeles tuvo el placer de disfrutar de la maravillosa e impecable voz de esta leyenda.

Hasta siempre Olga Guillot. Los cubanos y el mundo seguirán escuchando el estilo y la inolvidable voz de "La Reina del Bolero".

"Contacto Magazine"

Monday, May 10, 2010

Eduardo Michelsen un marielito.


Una de las fotos más emblemáticas del éxodo del Mariel la protagoniza el extraordinario pintor recientemente fallecido Eduardo Michelsen al momento de su llegada a Cayo Hueso en 1980.

Esta foto pertenece al libro OUTSIDE - FUERA DE CUBA, 1989. Editores Ileana Fuentes- Pérez, Graciela Cruz, Ricardo Paullosa. New Jersey Council for the Arts en colaboración con State University of New Jersey, Rutgers University y la Universidad de Miami.

En el mes de Abril del año 2001 el pintor Eduardo Michelsen participó en el Festival del "Cuban American Cultural Institute" de Los Ángeles California cn una exposición llamada "Mariel: Historia e Imágenes" como parte de un coloquio - homenaje, conducido por dos importantes escritores cubanos, también marielitos, Luis de la Paz y José Abreu Felippe, ambos presentaron trabajos analizando el éxodo que marcó tanto al exilio cubano.

Friday, January 29, 2010

El Hurón azul de Eduardo Michelsen.

Diario Las Américas 
Publicado el 01-28-2010
Falleció el pintor Eduardo Michaelsen

Por Luis de la Paz

Ayer miércoles 27 de enero, falleció en San Francisco, California, a los 89 años, el pintor cubano Eduardo Michaelsen. Había nacido en Santiago de Cuba en 1920. La salud del artista comenzó a deteriorarse recientemente, tras sufrir un ataque cardiaco.

Considerado todo un maestro del arte naif, Michaelsen fue autodidacta y rebelde como artista: “En un tiempo traté de estudiar en la Academia San Alejandro, pero estuve allí muy poco, pues me di cuenta que el mejor estudiante era aquel que dibujaba igual que el profesor, no el que tuviera una forma propia de decir”, le expresó a este reportero a mediados del 2001.

El pintor se estableció en La Habana en 1939 y vivió en la capital cubana hasta 1980, que salió de Cuba durante el éxodo del Mariel. Desde entonces residió en San Francisco, ciudad que dijo “amar profundamente”. A pensar de su avanzada edad, Michaelsen estuvo activo hasta el final de su vida. En el 2001 realizó una exposición personal en Los Angeles, auspiciada por el Instituto de Cultura Cubano Americana de esa ciudad. Más recientemente, en el 2007, la Galleria Farside de Miami, realizó un homenaje al pintor, quien asistió a la inauguración.

Los cuadros de Michaelsen desbordan mucho humor, erotismo, luz y vivos colores, colorido que mantuvo en todo momento. En opinión del escritor y crítico de arte Ricardo Pau Llosa: Michaelsen “deja como legado una vida dedicada al arte y a la libertad. Fue el último héroe romántico de los años dorados cubanos”.

El escritor René Cifuentes, quien estuvo en contacto telefónico desde Nueva York con el pintor “hasta hace dos días”, expresó que “la voluntad de Michaelsen era que sus cenizas fueran esparcidas en el parquecito que hay frente a su casa. Seguramente así se hará”, confluyó.