Thursday, January 31, 2008

Tercer jueves: es teatro.


Ciclo de lecturas: autores cubanos 2008.

enero 17: Rita Martin
Obra: Flores no me pongan
Dirección: Miriam Bermúdez

febrero 21: José Corrales
Obra: El vestido rojo
Dirección: Luis de la Paz

marzo 20: Marcos Miranda
obra: Lina
Dirección: Marcos Miranda

abril 17: Leopoldo Hernández .
obra: Siempre tuvimos miedo
Dirección: Juan Roca

mayo 15: José Triana
obra: Pendiente
Dirección: Marcos Miranda

junio 19: Carlos Felipe
obra: Capricho en rojo
Dirección: Yvonne López Arenal

Lugar: Teatro en Miami Studio.
2500 SW 8 Street (2do Piso)
(Aforo Limitado)

Para más información envíe un mensaje a cualquiera de nuestros correos.
ICRAriza@aol.com
Icreneariza@gmail.com

Tuesday, January 29, 2008

Chejov y el ingenio de un teatrista.





Para más información sobre la obra y sus presentaciones puede llamar al:305 . 551.7473

Improvisando a Chéjov.
Teatro en Miami Studio.
2500 SW 8 Street (2do Piso)
(Aforo Limitado)

Friday, January 25, 2008

El Super: Una obra iluminada.

El Super (1998) . Armando Dilorenzo. foto y portada del catálogo: Mario García Joya. (Mayito)

El Super: Una obra iluminada.
Yvonne López Arenal.

Me sorprendió gratamente el saber que hoy viernes 25 de enero se reestrena en Miami, El Super, la emblemática obra del dramaturgo cubano Iván Acosta. La obra reaparece en Miami, bajo la dirección de Reynaldo Medina, con motivo de los treinta años de su estreno en New York, en aquella ocasión fue dirigida por el propio autor y protagonizada por dos extraordinarios actores cubanos, Raymundo Hidalgo Gato y Zully Montero.

Como registró la prensa de la época, la obra fue un éxito extraordinario en su estreno mundial. Dos años después fue llevada al cine por Orlando Jiménez Leal y León Ichazo. Una copia de la excelente película llegó a La Habana de finales de los 80's y tuve la suerte de verla, me cautivó. La maginifica dirección, el estilo actoral y por supuesto, la atrayente historia quedaron grabadas en mi memoria.

En el año 1991 salí de Cuba y luego de un recorrido por Venezuela y México, llegué a la ciudad de Los Angeles, allí conocí a quien se convertiría en un gran amigo, un hombre de talento exepcional y un corazón generoso, Orlando Jiménez Leal, uno de los directores de El Super. Hablamos mucho de la película de como se filmaron la escenas, de los actores, y pensé que quizás un día yo podría llevarla a la escena angelina, claro que en ese momento era una utopía, una actriz recién llegada que estaba pensando en como sobrevivir, en la imponente ciudad del cine, como iba a lograr tal empresa. Pues ahí va, y los imposibles no existen. En el año 1997 se fundó en Los Angeles, California el Cuban American Cultural Institute (CACI) y tuve la suerte de ser parte de su fundación. Durante los siete años que funcionó el instituto, hizo una gran labor por la cultura cubana de la diáspora y dedicó gran parte de sus esfuerzos al Teatro Cubano.

En el 1998 el CACI, la revista Contacto y la compañia teatral, La Avellaneda, unieron sus esfuerzos y decidieron festejar la celebración de los 20 años de El Super, con un reestreno en homenaje a todos los creadores de tan importante acontecimiento en el teatro y el cine cubano. La afortunada obra se estrenó en Los Angeles, en la ciudad de Huntington Park, en el teatro de su Civiv Center, el 15 de agosto de 1998. Tuve la suerte de producirla, con la colaboración de Carmen Karin, además de interpretar a la Aurelia su protagonista femenina, uno de los personajes que más placeres me ha proporcionado como actriz. Este rol lo alternaba con la actriz, Xiomara Hernández. El dramaturgo Pedro Monge Rafuls, escribió un excelente prólogo para el programa de mano.

La obra vio la luz con un éxito rotundo, y excelente elenco en sus dos repartos, fue dirigida por Jorge Folgueira, un cubano recién llegado de México, que se encontraba invitado por el festival "CACI 1998", para que dirigiera un homenaje, a otro de los grandes del teatro cubano, el dramaturgo José Triana, presentando escenas de su obra "La noche de los asesinos".

El protagonista de El super, fue un actor Cubano Americano, Armando Dilorenzo, considerado uno de los mejores actores del teatro hispano de Los Angeles. Armando tenía un gran reto y era que la referencia de la genial actuación de Raymundo Hidalgo Gato, estaba ahí como un pie forzado. La admiración al trabajo del colega al que le siguió los pasos, sirvió para honrarlo. Dilorenzo sencillamente lo logró y su interpretación fue extraordinaria.

En este caso, de nuevo la prensa fue muy halagadora y las presentaciones de El Super, fueron a teatro lleno, desde su estreno y hasta el último día. Un hecho significativo, en una ciudad tan dispersa como Los Angeles y tan heterogénea y cosmopolita, como lo es New York.

Siempre he dicho que El Super, es una de esas obras iluminadas, insuperables, hecha para todo terreno. Auguro para este estreno en Miami, que también cuenta con un elenco de excelentes actores y con un director visionario, que de nuevo se repetirá un afortunado acontecimiento teatral en la sala del Teatro Artime. Gerardo Riverón colega al que admiro por su talento y Vivían Ruiz de la que tengo muy buenas referencias, son los protagonistas, y harán brillar a esos dos personajes, ya antológicos, del teatro cubano. "Break a leg" para El Super y sus 30 años de permanencia.

El Super de Iván Acosta. TEATRO ARTIME.

Dirección: Reynaldo Medina.

Elenco:
Gerardo Riverón,
Vivian Ruiz.
Manolo Coego, Jr.
Ana Lydia Méndez.
Gelet Martínez.
Luis Celeiro.
Silvestre Ramos.
Alex Fumero.
Aaron Hill.

"Teatro Artime".
900 S.W.1 Street, Miami.

viernes 25 de enero a las 8 p.m.
sábado 26 a las 3 p.m y 8 p.m.
domingo 27 a las 3 p.m.

Para reservaciones, llame al: 305 575-5060.

Tuesday, January 22, 2008

Pedro Monge Rafuls: El negro en el teatro cubano.

El muerto se fue de rumba o El velorio de Papá Montero obra pictórica de Eduardo Michaelsen. Visite el enlace de La Casa Azul, Linden Lane Magazine XXVII, volumen 2, del 2007, que le dedica un merecido homenaje al pintor.

Pedro Monge Rafuls

El negro en el teatro cubano.

(Este ensayo ha sido publicado en versión breve
en Linden Lane Magazine de La Casa Azul Centro Cultural Cubano Heberto Padilla, dirigido por la escritora y poeta cubana Belkis Cuza Malé.)

Recuerdo cuando era un niño, en la década de 1950, en Las Villas,1 la provincia donde nací, había grandes prejuicios raciales. En mi pueblo, Placetas, existían dos “sociedades” exclusivas para que los negros alternaran, se llamaban El Progreso y Antonio Maceo. Además, estos no se podían pasear en el parque del pueblo por los mismos senderos que lo hacían los blancos. A la gente de color le correspondía la parte de afuera del parque. En Caibarién, la costa más cercana a mi pueblo, la playa pública estaba dividida en dos partes por una soga que iba desde la orilla hasta una balsa a cierta distancia en el mar. La mejor parte de la playa le correspondía a los blancos. Los baños y los vestidores, claro, también estaban partidos.2

La discriminación no era exclusiva de los blancos. Negros y mulatos se discriminaban también. Por ejemplo, ambos se discutían el derecho a la Sociedad Antonio Maceo, surgida, decían, debido a la deteriorización social de El Progreso.

Así es posible afirmar que la cuestión racial en Cuba es compleja. Actualmente, a principios del siglo XXI, el asunto étnico continúa siendo un factor problemático en la sociedad cubana. En la Isla, donde el gobierno castrosocialista habla constantemente de igualdad, no ha colocado a ningún negro en una posición de verdadera responsabilidad nacional en los casi cincuenta años en que este sistema subyuga a la Isla, cuando esto escribo en 2007.3 En el exilio anticastrista, los negros no han sido aceptados completamente. A pesar de esta situación, la presencia de los hombres y mujeres afrocubanos ha sido una constante y muchas veces una determinante en la vida social, política, religiosa, cultural y artística de la nación. Hay conexiones muy fuertes entre personas de las dos razas. Negros y blancos se han mezclado durante todas las épocas. Los mulatos son una prueba de este hecho innegable. Sin embargo, la vida no ha sido fácil para estas uniones mixtas. No se ve “con buenos ojos” a un blanco “quemando carbón” o sea, con preferencia por las negras. El caso contrario, una blanca con un negro, logra menos simpatías.4 Lo peor es la aceptación de muchas personas negra del concepto de “adelantar la raza” si se casan con gente blanca.

Generalmente, cuando se habla de lo afroamericano se enfoca el aspecto folclórico y/o antropológico y se deja a un lado la riqueza artística que ofrece esta cultura. Hablaré de teatro, anticipando la prejuiciada visión de muchos intelectuales y artistas, blancos y negros, de aceptar la cultura afrocubana únicamente bajo ese aspecto folclórico. En el ámbito nacional es como si no existiera una dramaturgia con esta temática a tenerse en cuenta.5 En nuestros países latinoamericanos6 no existen antologías que circulen con esta modalidad,7 distinto a como sucede en los Estados Unidos.

Esta crónica es una breve e incompleta reseña de lo que he hallado hasta el momento. No voy a detenerme en el teatro bufo y/o vernáculo, donde encontramos los negritosburla del punto 3, mencionado abajo. Estos apuntes son un llamado de atención, esperanzado en que el lector se acerque positivamente a la identidad y cultura afrocubanas la próxima vez que las encuentre en los escenarios. .

La persona de color en el teatro cubano y latinoamericano ha sufrido una represión, que se manifiesta a través de:

1. Silencio. No escribiendo ni presentando temas o personajes negros importantes en nuestra dramaturgia.

2. Estereotipo. Los personajes, cuando se escriben, no suelen tener la misma calidad humana de los blancos.

3. Burla. Por mucho tiempo la caricatura ha sido la de un tipo chabacano, siempre apegado al blanco, como superior. Interpretados por actores con las caras pintadas y guantes. Estos personajes, como los del teatro bufo, sirven para, a través de la burla, hacernos reír de los negros.

4. Explotación escénica. Se usan los personajes como “colorido”, sin desarrollarlos teatral y humanamente.

5. Pasión de los teatristas. Algunos autores y artistas tratan de aclarar la visión y el papel de los de la raza negra sobre/en la historia y la sociedad, cayendo, algunas veces, en la desvirtuación de la realidad. Parece estar más interesados en criticar y denunciar la situación de desventaja de este grupo que en hacer buen teatro.

8 Estos cinco puntos tienen varios motivos que suelen ir junto a un trasfondo de prejuicio social; además, adolecen de posibilidades para ayudar a los artistas de color a desarrollar sus talentos. La cosa se complica a la hora de llevar estas obras a la escena, si bien muchas veces es posible encontrar la causa en la poca calidad de las piezas.Cuba es el país de habla castellana donde más se encuentra representado el tema.

9 La lista de piezas en esta crónica ofrece una interesante variedad de estilos y acercamientos al tema no siempre explicadas en estos apuntes. En el futuro espero agregar más autores y obras.

10 Sin más, entremos a darle un vistazo al tema.

Las obras

En algunos trabajos se llega a la creación a través del mencionado interés antropológico. En 1939, el cuentista y novelista Carlos Montenegro (1900-1981) montó Turumi Ñaña con música inspirada en los instrumentos afrocubanos y causó sensación con la puesta en escena de un teatro masivo en la Habana. En un escenario levantado en un parque, Montenegro reunió cien negros que representaban el pueblo de las distintas tribus africanas llevadas a la Isla.11 Montenegro habló de un teatro nacional sosteniéndose en lo africano (González Freire). Otro caso es el más moderno del Cabildo Teatral Santiago. Inés María Martiatu escribe sobre él: “En obras como De cómo Santiago Apóstol puso los pies sobre la tierra, El 23 se rompe el corojo, Cefi y la muerte y otras, se ofrece una reinterpretación de la Historia. Con introducción de elementos de la cultura popular y el humor, la Historia es vista a partir de una nueva visión clasista” (78).

Pocos años después de la experiencia de Montenegro, en 1941, Paco Alfonso (1906-1989) escribe Yari-yari, Mamá Olúa, una denuncia a la esclavitud cubana. Igual a Tambores de Carlos Felipe (1914-1975), la obra comienza en África y termina en Cuba; aunque en la obra de Felipe es sólo un prólogo corto, la acción en aquel continente se asemeja a la de Alfonso en la mezcla de la imaginación surrealista cubana con ceremonias fantasiosas de la vida africana, dignas de las películas de Hollywood supuestamente filmadas en África durante la década de los treinta y cuarenta. En el prólogo de Tambores hay una fantástica presencia de África (“Joven negra bellísima; viste con pieles de animal; la cabellera suelta le llega a la cintura. Trae cetro y antorcha”, 121.) y de el alma del tambor africano (“joven negro, hermoso, fornido, semidesnudo, sentado majestuosamente en un regio sitial”, 122.). En el primer acto de Yari-yari…12 están celebrando un nacimiento y de pronto llegan los negreros, destruyendo la aldea. La última etapa del violento acto se divide en tres, una interesante concepción escénica en la época, usada antes por Juan Domínguez Arbelo (1909-1984?) ---una novedad cubana---en Sombras del solar (1937),13 del cual Alfonso había dirigido una obra en 1933. En este final del primer acto nos encontramos una de las escenas realistas más espectacular y violenta de nuestro teatro. En primer plano la aldea en llamas. “Al fondo de la escena, y en dos ángulos distintos, se verá: a la derecha, el momento de la muerte de Papa-Sambá en detalle y a Mamá Olúa que, desesperada, se inclina hacia él a socorrerlo llorosa, mientras que dos hombres blancos se le acerca y la arrancan del abrazo último…” “A la izquierda: el momento en que Mamá Olúa es presentada al jefe negrero, quien con gesto brutal, termina de desnudarla; la contempla dando vueltas a su alrededor y termina aprobando la adquisición” (37). Alfonso no logra diferenciar la técnica de la zarzuela de la del musical, tal como se conoce en el neoyorquino Broadway, máximo exponente del mismo, pero consigue introducir un musical cubano con tema negro e intención de espectáculo, lamentablemente no logrado debido a sus varios defectos, incluyendo el problema de las complicadas y difíciles escenografías, los personajes no delineados y escasos de humanidad, inefectivos e innecesarios cuadros, los diálogos que deben ser reemplazados por canciones y su constante preocupación de denunciar antes que de crear arte.

En 1950, Alfonso escribe Cañaveral (1950), una mirada antiyanqui y antisistema de los problemas del campo con dos personajes negros; Juan Cuabas, un líder sindical que arriesga su vida por defender la causa y Regla, una comadrona mala gente. 14

Los prejuicios que enfrenta el popular y constante trauma de los amores viraciales viene siendo motivo de nuestra literatura desde tiempos remotos. Se encuentra, entre otras novelas, en Sab (1841) de Gertrudis Gómez de Avellaneda (1814-1873), donde un negro está enamorado de una blanca, caso único en la literatura de la época. Otra perspectiva la encontramos en Cecilia Valdés (1882) de Cirilo Villaverde (1812-1894). La novela radial El derecho de nacer (1948) de Félix B. Caignet (1892-1976) fue un éxito y el primer producto melodramático radial del hemisferio que saltó de un país al otro y luego desbordó las fronteras del continente. También, ha tenido varias versiones en el cine y la televisión mexicana. El tema de estos amores en el teatro está muy presente,15 si bien es bueno recordar que algunos dramaturgos se han preocupado más por la denuncia social y/o política que por la estética teatral. El mulato (1940) de Marcelo Salinas (1889-1976) cuenta como Daniel Cortés, el secretario mulato de un senador, denuncia un fraude arrocero y es victima del político que desea eliminarlo de la vida de su hija, la cual se deja arrastrar por los prejuicios raciales. Daniel logra ser el director de un periódico de combate. El senador tiene un guardaespaldas negro, un vividor.16 En 1951 Paco Alfonso vuelve con el tema de la discriminación racial en Yerba hedionda, expresada por la relación de Caridad, una mujer negra, con su amante y la de su hija con un novio blanco, que Caridad asesina para que el ciclo de blanco abusando a una negra no se repita. En su afán de ir contra el sistema, Alfonso cae en lo que desea atacar y escribe una obra encauzada a mantener y agudizar la separación entre las dos razas. Para sembrar el rencor hasta se remonta varias veces al pasado más lejano, la esclavitud. Con una relación biracial, en este caso sexual únicamente, Yerba hedionda está entre las obras escritas con más tirria en nuestra dramaturgia. A la par de Yerba hedionda, Un color para este miedo (1954) de Ramón Ferreira (1921-2007) presenta una serie de fallos en la escritura teatral y ambas son melodramas con situaciones poco creíbles. En Un color para este miedo, Marta ha manipulado a Ana, su hija, obsesionada porque pueda conocer a su padre en cualquier momento, aunque está claro que Marta no vive con él debido a los prejuicios raciales; sin embargo Marta es infeliz, lo ama y absurdamente se mantiene recriminándole el abandono. Esta recriminación aumenta lo “traído por los pelos” del tema de la obra. Nisa, la “fiel” sirvienta negra resulta ser la madre del hombre ausente, el cual desea que lo dejen vivir en familia. Nisa es, por lo tanto, abuela de Ana, que la desprecia. 17 Al enterarse de todo, la joven tiene una reacción imprecisa para la lógica humana y teatral. Jorge Ybarra escribió El Salto, Premio Teatro 13 de Marzo 1980, año en que se estrenó en el teatro Mella. Dos estudiantes de medicina se enamoran. La madre de la muchacha no acepta la relación por ser él negro.18 La querida de Enramada (1982) de Gerardo Fulleda León (1942), con personajes logrados, trata sobre los amores de un senador con una mulata y los enredos que surgen a la muerte del político en tiempos de la República Democrática. Parece blanca (1994) es la adaptación de Abelardo Estorino (1925) sobre Cecilia Valdés, la novela de Cirilo Villaverde. El acomodo de Estorino no agrega nada ni en técnica, estilo, tema o estructura a la novela y/o a la conocida zarzuela de Gonzalo Roig. Estorino hace uso de un libro de donde salen los personajes, ciñéndose a la realidad de lo creado por Villaverde, a pesar de que él la cataloga como una “versión infiel” (?)19 El sindicalista Juan Cuabas y su novia Justina podrían ser una de estas parejas, pero Paco Alfonso no menciona la raza de la mujer en Cañaveral, dejándonos confuso, lo que no es raro en esta obra donde suceden cosas como salidas de un mundo inaudito. Pedro, el hijo mayor de Nuestra gente (1944) de Oscar Valdés Hernández (1915-?), un recogedor de desperdicios de papeles está arrimado a la negra Cacha.20

El tema de las religiones afrocubanas ha dado obras únicas, acercándose al trasfondo mítico de estas creencias, sin caer en la sobrecarga folclórica. Flora Díaz Parrado (1902-1991) escribe Juana Revolico (1942?), injustamente ignorada. Posiblemente la primera obra donde se presentan unos personajes negros con fuerza y peculiaridades humanas, aunque el dialogo cae algunas veces en lo pintoresco. Juana Revolico parece ser la primera obra donde la santería no aparece como una idolatración pagana. María Antonia de Eugenio Hernández Espinosa, importante obra llevada al cine, exhibe una faceta realista de la religión y el amor, distinta a la destacada por otros autores antes que él. Santa Camila de La Habana Vieja (1962) de José R. Brene (1927-1991) es considerada clásica por elementos ateos debido a su propósito de desacreditar a la santería. Posiblemente, la primera obra escrita bajo la influencia del realismo comunista cubano---si ignoramos Cañaveral de Paco Alfonso. A pesar del rico personaje de Camila, la obra tiene un esquema limitado ya que los caracteres se presentan como portadores de la voz castrocomunista de Brenes. Shangó de Ima de Pepe Carril (1930-1992), éxitosa en los Estados Unidos y tenida a menos en la misma Cuba, es una obra de referencia en el teatro negro estadounidense. Usando una técnica casi en desuso, pero efectiva cuando es bien utilizada--algunos personajes, a través de un preámbulo, nos sitúan en la problemática de la obra---tenemos una confusa (¿e innecesaria?) escena en la selva africana “una noche de angustia del siglo XVIII” en Tambores de Carlos Felipe.21 El tema de los orichas no se limita a los autores residentes en la Isla. En 1976, Doris Castellano co-escribió Yoruba con el puertorriqueño Frank Rosario Jr. El espectáculo consistió en la dramatización de varios mitos y leyendas, recogidos por Lydia Cabrera, dirigidos por Castellano en una producción del Taller Dramático de INTAR, en Nueva York. Fue un evento notorio en el mundo teatral hispanoneoyorquino. Raúl de Cárdenas (1938) escribió Los hijos de Ochún (1994), usando la mitología afrocubana para evocar la guerra entre hermanos en Playa Girón.22 En Otra historia (1996) de mi autoría, se incluye a los orichas desde que el público llega al teatro y luego, durante la trama, son importantes para el desarrollo de un amor bisexual.23 Matías Montes Huidobro (1931) es el autor de La navaja de Olofé (1981), donde juega con el mito incestuoso. En los “Datos biográficos del autor” de G.M.(?) aparecidos en la publicación de Yerba hedionda, se menciona Agallá Solá Ondocó, “un tratado de mitología negra” de Paco Alfonso, (7).

En 1996 se estrena en Londres Medea in the Mirror (Medea en el espejo), la obra de José Triana (1931), estrenada en 1960 en La Habana. La producción marcó un momento de nuestra literatura dramática; pero de mucha importancia es la puesta en un teatro londinense. Dejó asentada la vigencia y la universalidad de Medea en el espejo, treinta y seis años después de estrenada. En La muerte del Ñeque,24 otra obra de Triana, se crea una envolvencia con el tema, las situaciones y los personajes gracias a los dicharachos cubanos que Triana maneja con sutileza.

Mulata es el personaje del monólogo Chela, la mayombera de Felipe Oliva. En 1981, en ¡Chocolate campeón! Jesús Gregorio (1939-1988) se ocupa, con un prejuiciado enfoque de la sociedad estadounidense, de un personaje deportivo mitológico, el boxeador Kid Chocolate. Oscar Valdés Hernández, en la mencionada Nuestra gente tiene un personaje, Miguel, que sueña con ser Kid Chocolate. Al final de la obra asesina a Lorenzo, que lo explota. José Corrales (1937-2002) tiene varias obras (Nocturnos de cañas bravas, 1994; Orlando, 1987; Vida y mentira de Lila Ruiz, 1989) donde, sin preocuparse por matices raciales, aparece algún personaje negro principal. Corrales, co-escribió Las hetairas habaneras (1977), junto a Manuel Pereiras García (1950), donde se conjugan los orichas, la política cubana y la tragedia griega. El que esto traza, escribió www.solucióndecuervos.com (2005), donde Almeidia, un músico negro, es un pelele, representante del poder malsano. José Sánchez-Boudy (1927) tiene La rebelión de los negros y Julio Matas (1931) trazó Mortimer o El rapto de La Habana (2002),25 con escenas relacionadas a la esclavitud. También tiene El hijo de Tadeo Rey (1982), cuya acción ocurre al final de la guerra de independencia. Rita and Bessie,26 en inglés, de Manuel Martín (1934-2000) entrega el encuentro en el infierno de una angloamericana negra cantante de jazz y Rita Montaner, famosa mulata e ídolo de la canción cubana. Alberto Pedro (1954-2005) escribió Delirio habanero (1994), otro encuentro imaginario entre dos famosos cantantes: Benny Moré y Celia Cruz

Algunas referencia que me han llegado y de las cuales no he podido encontrar el texto son: Okandeniyé, la dama del ave real escrita por Yulky Cary (1949) para jóvenes; Baroko (Premio Festival de Camagüey 1990) de Rogelio Meneses Benítez (1942-2006). Can o la hora de estar ciego (1955) de Dora Alonso (1910-2001), mencionada por Natividad Freire González, es otro ejemplo de injusticia racial.

Las dos obras mencionadas de Julio Matas, pertenecen a la modalidad del teatro colonial, del cual hay mucho que hablar debido a sus características.27 Y donde, que yo sepa, solo una mujer ha escrito, Carmen Duarte (1959) autora de El anochecer (1981).28 Entre algunas de esas obras “coloniales” donde hay esclavos o negros libertos, además de las ya mencionadas, tenemos: Los profanadores (est. 1975) de Gerardo Fulleda León; La dolorosa historia del amor secreto de Don José Jacinto Milanés (1985) y Vagos rumores (Est. 1992) de Abelardo Estorino y Los demonios de Remedios de José R. Brene. En esta modalidad se pueden encontrar enredos que denotan falta de conocimiento histórico y cultural cubano. Eduardo Machado escribió en inglés, Cuba and the Night, título tomado de un verso del Apóstol, donde sin meterme en los problemas de la obra, aparece una esclava que se comporta casi como una señorita blanca, muy lejos de la realidad en la relaciones entre amos y esclavos de la época.

Varios autores le han dado un toque esquemático al personaje, con el solo propósito de proporcionarle color a ciertos ambientes. Por lo general este negro esbozado es además estereotipado. A estos teatristas se le hace lógico introducir forzosamente a un hombre de color para dejar representado al pueblo en todas sus etnias. Este personaje necesita tener, haber tenido o aspirado a determinados oficios o profesiones “propios” de su raza. Ignacio Gutiérrez (1929-2007) ofrece un ejemplo en El Negro de Llévame a la pelota (1969), descrito como alto, corpulento y con acento santiaguero (75); era boxeador en los Estados Unidos (78). Ahora es portero en el Stadium, pero no tiene ningún aliciente existencial.

Uno de los más estereotipados es el de la mulata sabrosa. Estas siempre “están buenas” y solo piensen en gozar, incluyendo su insaciable deseo por el baile y el sexo. La entristecida Juana en El velorio de Pura de Parrado, camina “moviendo el cuerpo con ligero ritmo de 'son'” (16), y la abusada Caridad de Yerba hedionda de Alfonso, “es una negra 'lavada'---casi mulata---de cimbreante cuerpo y cara hermosa”. (18). Ella y su hija Cari “tienen fuego en la piel” que atrae locamente a los blancos. Lola, la criada mulata de El robo del cochino (1961) de Abelardo Estorino (1925) comienza la obra, hablando de lo cansada que está por haber ido a un baile la noche anterior y agrega: “Y tanta música, no me daba tiempo de estar quieta”. Para continuar su conversación con Rosa con mas detalles sobre la ropa que uso, un túnico regalo de Rosa, agrega: “¡Me quedó como nuevo! Y pintao, ponérmelo, apretarme el cinto y pa'lante. Y qué música, ay, qué música… Y ahora como me duelen los pies”… (El Teatro Hispanoamericano Contemporáneo, 78-79). Sobre su vida sexual se describe como “flor de un día”. Por otro lado, no entiende mucho lo que está sucediendo en Cuba cuando estaba haciéndose una revolución contra Batista, aunque, claro, siendo de la clase pobre, Estorino la coloca al lado de los rebeldes. Igual a la técnica de Carlos Felipe en Tambores, Julio Matas (1931) en El extravío presenta la situación a través de personajes: el Viejo y Tomasita, hermosa aún en sus cincuenta, la criada que ha servido a la familia por dos décadas y que participa de la vida familiar como parte de ella. Tomasita puede compararse con Lola para darnos cuenta de la diferencia entre un personaje estereotipado y otro que no lo es. Todo lo contrario sucede con el Viejo, un personaje cuota innecesario por su poco aporte a la obra.

El personaje puede ser estereotipado no solo por su forma de “funcionar” en la vida, sino por la descripción de su apariencia.

El personaje cuota es posiblemente el más frecuente en nuestra dramaturgia. Es mucho más pobre que el personaje esquematizado. Aparece para dar color a la acción o a la época de la obra. La lógica es la misma, tiene que introducirse forzosamente a un hombre negro. Sin embargo, la no presencia de estos personajes y sobre todo su color no reportan nada a las obras donde aparecen. O sea, sucede lo mismo en la obra si no aparecen o si son de cualquier raza. Un ejemplo es el negrito que trae la maleta en El extravío de Julio Matas; personaje que ni sabemos quien es; de donde viene o a donde va. Por otro lado, la maleta pudo quedarse en el carro y si era necesario entrarla a escena, solucionarlo de otra manera, aunque hay que tener en cuenta que Don Mariano entra enfermo, apoyado en Eulogio. La mayoría de las obras con temas de esclavos tienen este personaje de/para colorido. Uno de los más peculiares es el de Ignacio Gutiérrez en La casa del marinero (1964). ¡Imagínese la escena! La acción es en La Habana, en 1762. Las tropas del Regimiento de Aragón están reunidas para atacar y destruir la casa de Joaquín, el marinero, donde se refugia la mulata Aleida; al mismo tiempo, Doña Catalina y las reclusas de la Casa de las Recogidas han estado alborotando, con grandes gritos, con palos y teas encendidas. La tensión en escena es enorme. En ese momento entra corriendo un esclavo de Pepe Antonio, él que luchó contra los ingleses. “Viene casi muerto del agotamiento”:

NEGRO. Mi amito Pepe Antonio vio cien navíos, y dijo: “Coño, los ingleses van a atacar” ¡A los machetes! (Cuadro VIII, 37).

Una escena cuestionable, pero llena de colorido como pocas.

Voy hacer un aparte con Juana, la criada de El velorio de Pura (1940 o 41?) de Flora Díaz Parrado. Juana es “flaca, de pelo estirado y recogido en trenzas que le quedan tiesas. Vestida de blanco, con bolitas de color. Sin medias, zapatos de charol, tacones altos” (15). Juana y Purita. “¡Eran dos almas en una!”, dice la Hermana Tercera y la Hermana Segunda lo afirma: “¡Dos almas en una!” (20). Juana sufre un desmayo y es la única que parece sentir el suicidio de Pura, que se ahorcó por un desengaño amoroso. Todo es un misterio; los críticos que han estudiado esta obra siempre se han inclinado por lo menos escandaloso dentro del escándalo; afirmando que el desengaño fue por el bobo. Debido a la actitud de Juana frente a la muerte de Pura y a todo lo dicho por las hermanas y vecinas, además por su complicidad final con el bobo, yo estoy seguro que ella es nuestra primera negra teatral lesbiana o al menos, bisexual. ¿Se ahorcó Pura al descubrir la infidelidad de su amante Juanita con el bobo?29 Homosexual es Gustavo, el personaje de mi Noche de ronda (1990), el cual entra exageradamente afeminado en la fiesta, proclamándose “la reina del Caribe”. .Un bugarrón improvisado y fatal es Jesús/José de Trash (1989), escrita en inglés por el que esto borronea. El monólogo en el repertorio del grupo londinense No String Theatre Company/Escape Artists, Cambridge desde 1993, trata sobre un mulato marielito30 que accidentalmente mata a un cura homosexual y se enfrenta a la justicia en los Estados Unidos. Yuri, el pelotero mulato en El pasatiempo nacional (2001,2004) de Raúl de Cárdenas, tiene amores con un pelotero castigado por el castrismo. Personajes y situación que se pierden frente a la intención de denuncia del autor. Candelario en La vida es un carnaval (s/f) de Enrique R. Mirabal, exiliado en México, es uno de los personajes negros mejor logrado en nuestra dramaturgia. “Mulato cuarentón y maricón a la antigua, robusto y pasado de libras. Casi analfabeto y patéticamente revolucionario. Rey Momo del Carnaval”. A través de Candelario obtenemos un retrato vivo del proceso castrista en las décadas de 1970 y 1980. Ángel, el mulato pinguero en Trío (2004) de Norge Espinosa Mendoza (1971) está atrapado entre su odio a los maricones y su oficio de puta, según le dice Isaac. Su deseo, como el de los dos personajes de El pasatiempo nacional, es irse del país. Ángel con su novia, Yuri con su amante, el cual se suicida en Cuba. Ambos piensan que fuera de la Isla todo será perfecto, o al menos, mejor. Curiosamente, distinto a lo que encontramos en los Estados Unidos, hasta el momento no he localizado ni una comedia.

ALGUNOS DRAMATURGOS

Nuestro primer dramaturgo conocido de la raza negra es Juan Francisco Manzano (1797-1854). Su vida transcurrió oscuramente, dedicado a la dulcería, victima de las mayores discriminaciones. Su obra Zafira (1842) tiene un personaje negro, el eunuco Noemí.

Eugenio Hernández (1936), trata la negritud en muchas de sus obras, entre las cuales se encuentran: María Antonia (1967), ya mencionada; Emelinda Cundiamor y Tibor Galárraga, un monologo donde el autor se limita a anunciar el problema del negro en la Cuba actual. A través de “indirectas” que a nada llevan, el personaje se queja de la injusticia social que enfrenta por ser negro. Gerardo Fulleda León y Tomás González (1938) se preocupan por tratar hechos de su raza como tema teatral.31 Fulleda León en Chago de Guisa (1988), que no desmaya en acción, llena de aventuras teatrales como ocurre en una película de Walt Disney o en las de Harry Potter; narra el patakin de un niño negro que sale de la aldea a encontrarse con la sabiduría. Azogue, reescritura del secuestro del Obispo Altamirano, desde el lado negro y actual; Betún (1996), un choque entre la santería y el comunismo; Plácido (1982), la historia de uno de los héroes de la lucha por la independencia, el poeta mulato que murió durante la Conspiración de la Escalera. Personaje que ya había merecido la atención de Crescencio Rodríguez Rivero (1879-1948) en un drama histórico en verso, estrenado el 18 de abril de 1912, en La Caridad de Santa Clara. Por su lado, Tomás González Según referencias, maneja los símbolos, las figuras y las historias históricas y de la religión yoruba, el problema racial y los mitos populares.

En Delirios y visiones de José Jacinto Milanés (Versión final, 1982 nos da unas escenas alucinadas, donde en un surrealista mundo onírico la esclavitud tiene importancia. Entre las obras donde trata el tema religioso, tenemos: Oyeunque (1994); Cuando Teodoro se muera (1992); Odi Meyi (1991); El discurso de Oba (1990); Palenque Malola (1974); El rescate de Shangó (1993); Shangó Bangoshé (1984); Oshún Panchágara (1963) y muchas mas, pues este es uno de los dramaturgos cubanos mas prolífico. Alberto Pedro, también negro, fue un autor menos preocupado por la raza de sus personajes, incluso cuando son Celia Cruz y Benny Moré.

PALABRAS FINALES POR AHORA

Varias de las obras mencionadas enfocan diferentes facetas, luchando entre la posibilidad de orientar el contexto humano más que los prejuicios, como la manivela dramática; pero siempre teniendo en cuenta el asunto de la discriminación como importante. En este teatro, es permisible afirmar que el eje de la trama y la acción de una buena parte de las obras es la opresión, vista desde distintas facetas humanas, sociales y/o políticas. Si la mirada es de afuera se ve la opresión desnuda; si la mirada es desde adentro se observa la resistencia a esa opresión.

Este ha sido un brevísimo recorrido referencial por un tema teatral que exige mayor conocimiento que el que aquí se ofrece. Es un tema que por la forma en que se ha escrito presenta una estética particular, que debe ser incluida como un corpus dentro del panorama nacional para que evolucione, como debe hacerlo.

Elmhurst, NYC, 6 de marzo--5 de octubre de 2007.

BIBLIOGRAFIA

Alfonso, Paco. Yari Yari, Mama Olúa, y Cañaveral. La Habana: Torres y Rodríguez, 1956.

Yerba Hedionda. La Habana: Escena Cubana, Año I, No. 4, noviembre de 1959.

De Cárdenas, Raúl. El pasatiempo nacional. Inédito. Manuscrito en mi poder. Cortesía del autor.

Díaz Parrado, Flora. El velorio de Pura. Introducción de Rosa Ileana Boudet. Miami: La Torre de Papel, Colección La Segunda Mirada. Teatro, 2001.

Duarte, Carmen, Teatro. ¿Cuánto me das, marinero? La Habana: Editorial Letras Cubanas. Pinos Nuevos, 1994.

Espinosa Mendoza, Norge. Trío. Manuscrito en mi poder. Cortesía del autor.

Felipe, Carlos. Teatro. Edición a cargo de José A. Escarpanter y José A. Madrigal. University of Colorado, Boulder.Society of Spanish and Spanish-American Studies. Cuban Literary Studies, 1988.

Ferreira, Ramón. TEATRO. Miami: Ediciones Universal, 1993.

Fulleda León, Gerardo.

González Freire, Natividad. Teatro Cubano Contemporáneo 1928-1957. Tesis publicada. La Habana, 1958.

González-Pérez, Armando. Presencia negra: teatro cubano de la diáspora. Antología crítica. Madrid: Editorial Betania, 1999.

Gutiérrez, Ignacio. TEATRO. Antología. La Habana: Editorial Arte y Literatura, 1978.

Martiatu, Inés María. Teatro Wanilere. La Habana: Editorial Letras Cubanas, 2005.
El rito como representación. La Habana: Ediciones Unión, 2000.

Monge Rafuls, Pedro R. Archivos personales.

Pedro Torriente, Alberto. Delirio habanero. Tablas 1/1996. Libreto No. 37.

Sánchez-Boudy, Dr. José. La temática novelística de Alejo Carpentier. “Prólogo”. Miami: Ediciones Universal, 1969.

Pedro R. Monge Rafuls es un dramaturgo cubano que reside en Nueva York, donde fundó y dirige el OLLANTAY Center for the Arts y edita la revista del mismo nombre. Ha sido traducido a varios idiomas y es el ganador del importante premio Very Special Arts Award que en 1990 le otorgó el Kenneddy Arts Center de Washington.

Monday, January 21, 2008

De 'performer' incisivo por Jesús Rosado.

Los invito a visitar ENCUENTRO EN LA RED y leer el artículo de Jesús Rosado sobre la obra de, Juan-Si.

Las expediciones estéticas de Juan-Si

De 'performer' incisivo de la realidad social cubana a cronista de la incorrección política norteamericana. Visite la galería de Encuentro.

Jesús Rosado, Miami.
lunes 21 de enero de 2008.

Sunday, January 20, 2008

Poética del Horror.


Publicado en el Nuevo Herald.
domingo 13 de enero del 2008.

"La Carretera": Una poética del horror
By JOSÉ ABREU FELIPPE

Al fin la estupidez y la ambición humanas combinadas han alcanzado su objetivo y el planeta no es más que una planicie calcinada, cubierta de un manto permanente de nubes tóxicas y lluvia ácida, azotada por furiosas y heladas tormentas. Apenas la luz del sol logra filtrarse, a veces, e iluminar las ruinas desiertas de los que fueron pueblos y ciudades. El gris de la ceniza lo baña y lo cubre todo. Hay un frío que es capaz de ''romper hasta las mismas piedras''. Ya no existen animales de ningún tipo, ni pájaros en el aire ni peces en las aguas. Tampoco vida vegetal. Todavía, sí, algunos troncos carbonizados se yerguen en zonas que tal vez antes fueron bosques. Silencio muerto. Hileras de vehículos detenidos en una huida imposible a ninguna parte. Cachivaches domésticos en zanjas, tripas y entrañas metálicas retorcidas, cables oxidados al aire. Cadáveres resecos -los ojos vacíos, las bocas abiertas-, congelados en posiciones insólitas, desconcertantes, esparcidos por los mismos sitios donde los sorprendió la muerte, individual o colectiva.

Y en este paisaje, un padre con su hijo siguen avanzando por una carretera hacia el sur. Quieren llegar a la costa, al mar. No tienen ni idea de lo que podrían encontrar allí, pero eso carece de importancia. El mar es una meta, un objetivo a alcanzar, una razón para seguir de pie y caminando; y por qué no, también una esperanza absurda. Arrastran un destartalado carrito de supermercado con sus escasas pertenencias: una capa de lona, un par de mantas, trapos podridos y algunas latas de conserva que han encontrado en los registros por las casas abandonadas. También tienen una pistola con dos balas, ya que aún en este mundo más allá de todas las catástrofes, hay ''buenos'' y ''malos''. Más ''malos'' que ''buenos'', es verdad. A lo largo del tortuoso peregrinaje donde han transcurrido los últimos años de su vida, todavía no han visto ningún ''bueno''. Sólo ''malos'', hombres que cazan hombres para comer, porque no hay nada más; que los capturan y encierran en sótanos o cuevas para irlos consumiendo poco a poco. Y así sobrevivir.

El padre confía -y así se lo hace saber a su hijo-, que en alguna parte encontrarán ''buenos'' y se unirán a ellos. Además, es imprescindible que aparezcan, porque él está tosiendo demasiado y escupe sangre y tal vez no pueda alcanzar su meta. ¿Qué sería entonces de su hijo, un niño, quizás de ocho años? Claro, él lo ha adiestrado, le ha explicado cómo tiene que meterse el cañón de la pistola en la boca y disparar antes de que lo atrapen los ''malos''. ''Si te encuentran vas a tener que hacerlo. ¿Entiendes? Chsss... Nada de llorar. ¿Me oyes? Ya sabes cómo hacerlo. Te la metes en la boca y apuntas hacia arriba''. Pudiera haber otras alternativas, pero ¿tendría el padre valor para dispararle al hijo o, mientras duerme, aplastarle la cabeza con una piedra?

El padre y el hijo -un hombre y un niño- no tienen nombres, tampoco se sabe exactamente qué pasó ni cuándo. Sólo importa la caminata, la fuga bajo la lluvia helada o sobre la nieve sucia. Y sobrevivir. De eso trata La carretera (The Road), la extraordinaria novela de Cormac McCarthy, Premio Pulitzer 2007 y best seller literario del año en los Estados Unidos, y que Mondadori acaba de publicar en español en una cuidada traducción de Luis Murillo Fort.

Para mí, que meticulosamente desconfío de los premios literarios, incluidos los Pulitzer que, como los Nobel -el de este año, para no ir más lejos, es como para salir huyendo-, hace ya bastante tiempo que perdieron el rumbo, fue una agradable sorpresa tropezarme con esta rareza que devoré de un tirón. Pocas novelas tan desoladas y desoladoras como La carretera. Hay una belleza deslumbrante, abrumadora aunque vulnerable en esos cuerpos huesudos y harapientos, en esos paisajes destruidos por la estupidez y la violencia, y hasta en las palabras que se entrecruzan el hombre y el niño. Se pueden sentir, se pueden oler, el amor del padre y el temor del niño. La carretera es una novela que nos deja abatidos, definitivamente tristes, si es que esa palabra aún sigue significando algo para alguien que lea. Un gran novela escrita con una prosa sencilla, descriptiva, alejada de alardes verbales. Valiente, auténtica. Una poética del horror. Y también un alarido, un llamado de alerta, una advertencia demoledora. "Allí estaba la playa gris y las olas encrespadas rompiendo opacas y plomizas y su sonido en la distancia. Como la desolación de un mar extraño rompiendo en las playas de un mundo inaudito''.

Cormac McCarthy (Rhode Island, 1933) es un personaje muy raro al que califican de huraño. Defiende su privacidad y no concede entrevistas. Lo que se sabe de él es una mezcla de verdad y leyenda. Harold Bloom, que no es santo de mi devoción, considera que es uno de los grandes novelistas de nuestro tiempo. La crítica en general lo sitúa junto a Salinger, Philip Roth, DeLillo y Pynchon. Ellos sabrán.

McCarthy pasó la mayor parte de su niñez en Tennessee. Su padre era abogado, cursó estudios superiores en la universidad de Tennessee, pero no llegó a graduarse. Según él, no leyó un libro hasta los 21, estando en el ejército, donde sirvió cuatro años. Consiguió una beca y vivó un año en Europa. Se dice que a su regreso carenó en Texas, en hoteles de mala muerte donde comenzó a escribir. Entre sus numerosas novelas destaca, la llamada Trilogía de la frontera: Todos los hermosos caballos (All the Pretty Horses), 1992, ganador del National Book Award; En la frontera (The Crossing), 1994; y Ciudades de la llanura (Cities of the Plain), 1998. Algunas de sus obras han sido llevadas al cine. •

Saturday, January 19, 2008

Las Flores de Rita Martin.


Foto: Luis de la Paz. Miriam Bermúdez y Carlos Pittella.

El Instituto Cultural René Ariza comenzó con su ciclo de lecturas dramatizadas en la sede de Teatroenmiami, con La obra de Rita Martin, Flores no me pongan. La pieza fue dirigida y actuada por Miriam Bermúdez, con la colaboración del actor Carlos Pittela. El diseño de luces estuvo a cargo de Ernesto García.

En Flores no me pongan (2006), Rita Martin recrea, a partir del Diario de Virginia Woolf, algunas reflexiones de la avanzada escritora inglesa. Los minutos correspondientes al suicidio de Woolf, muestran la conmovedora manera en que ésta estuvo vinculada con su tiempo histórico. Un vínculo clave para Martin al reactualizar una Virginia múltiple, capaz de representar tanto a sujetos marginados del pasado como del presente. Localizada dentro de dos épocas y lugares diferentes: la Europa de la II Guerra Mundial y la Guerra de Estados Unidos contra Iraq, Virginia Woolf destruye ideas religiosas y prejuicios sociales, mientras interpreta el papel de una mujer desesperada que dentro de la muerte afirma la vida contra toda esperanza.

Thursday, January 17, 2008

José Abreu Felippe: Noticias Teatrales de España.

Foto: Eva Vergara. José Abreu Felippe.

ABREU FELIPPE: ESCRITOR

Por Arturo Serrano.Entrevista realizada para Noticias Teatrales.

José Abreu Felippe. La Habana. Al salir de Cuba vivió unos años en Madrid y en la actualidad reside en Miami. Su obra abarca poesía, narrativa y teatro. Su novela Siempre la lluvia resultó finalista en el concurso Letras de Oro, y recientemente recibió el Premio de Poesía Gastón Baquero en España por su libro El tiempo afuera. Ha publicado Orestes de noche, Cantos y elegías, Amar así, Habanera fue -con sus hermanos Juan y Nicolás-, Teatro, que reúne cinco piezas, así como Sabanalamar, Cuentos mortales y Dile adiós a la virgen.

Pregunta: ¿Quién es José Abreu Felippe?

José Abreu Felipe: Bueno, esa misma pregunta llevo más de medio siglo haciéndomela y no he encontrado una respuesta satisfactoria. Sólo he acumulado datos, estos podrían ser algunos: Nací en La Habana, Cuba, en marzo de 1947. En 1983 salí al exilio, viví varios años en Madrid y desde hace no pocos radico en Miami. He publicado algunos libros.

Pregunta: ¿Por qué se interesó en la dramaturgia?

J.A.F.: Quizás porque el teatro es la forma más viva de la creación. Las ideas, los hechos, las acciones, se arman en la cabeza y el teatro tiene la virtud de darles vida. No hay impresión parecida a la de ver y escuchar a nuestros fantasmas deambular sobre paisajes recreados una y otra vez. Y comprobar cómo se transforman con cada actor y en cada escenario. Es un placer muy poco común y bien extraño.

Pregunta: Se han estrenado dos obras suyas en Miami. Una de ellas por el Instituto René Ariza, la otra por Kimbaracumbara. Las obras abordan el tema de la relación vida y muerte. ¿Recurre a este tema con frecuencia y por qué?

J.A.F.: Es un tema que me apasiona, morbo aparte. Pero más que la relación entre vida y muerte, lo que me intriga, lo que me interesa, es la clásica bipolarización, el devaneo entre Eros y Thanatos. El placer y el dolor, el alfa y omega, el olvido y la calma. Por otro lado, he tenido la suerte o la desgracia de estar en contacto con ambas manifestaciones desde muy joven. A raíz de la muerte de mi madre, escribí un tríptico donde reina la muerte. La primera y la segunda ventana a esa realidad, son las obras que se han representado, Si de verdad uno muriera y Alguien quiere decir una oración.

Pregunta: ¿Se siente complacido con la dirección y el desempeño actoral de ambas presentaciones?

J.A.F.: Sí, son visiones de los directores que complementan o enriquecen la mía. Ambas son piezas muy difíciles que admiten diferentes acercamientos. Si de verdad uno muriera fue la obra que seleccionó el ICRA para abrir su primer ciclo de lecturas dramatizadas. Domeñó a la tropa de diez actores el director venezolano Humberto Rossenfeld, que por cierto hace muy poco regresó de una gira por España con Las heridas del viento de Juan Carlos Rubio. Alguien quiere decir una oración la dirigió Rolando Moreno, uno de los directores más prestigiosos de Miami secundado por un par de magníficos actores, Gerardo Riverón y Tomás Doval.

Pregunta: ¿Piensa que este año el teatro en Miami ha tenido un cierto florecimiento?

J.A.F.: Desde luego, no sólo por los estrenos sino por la creación de nuevos grupos y salas. Hay que destacar sobre todo la labor Sandra y Ernesto García con Teatro en Miami Studio y su portal teatroenmaiami.com. También la del grupo Maderamen de Teresa María Rojas, sin olvidar la labor que durante muchos años viene haciendo Mario Ernesto Sánchez con Avante y el Festival de Internacional de Teatro. Si a eso se le suma el trabajo de Marcos Casanova en Teatro 8 y los de otros grupos que constantemente están presentando sus producciones, el resultado es muy estimulante. Ya se sabe que el teatro siempre está en crisis, pero al parecer ese estado es importante para mantenerse alerta y creativo.

Pregunta: ¿Tienen los teatristas de Miami suficiente apoyo para desempeñar su labor?

J.A.F.: No tienen ningún apoyo. Sobreviven con algunas migajas más o menos oficiales y mal repartidas. Pero sobre todo por el esfuerzo titánico de cada teatrista y el amor al teatro de los actores y el público.

Pregunta: ¿Considera que el mundo editorial apoya la dramaturgia cubana del exilio?

J.A.F.: El mundo editorial es un negocio y como tal sólo piensa en las utilidades. La mayor parte, si no todo, de lo que se ha publicado de teatro, lo han pagado los propios autores. Pero no es un fenómeno aislado, lo mismo ocurre con el cuento, la novela, el ensayo o la poesía, si obviamos unas pocas excepciones que confirman la regla. El exilio en general y el cubano es particular, que ha durado casi medio siglo, es algo difícil de comprender para el que no lo ha padecido. El mundo editorial mira hacia la isla, no hacia el exilio. El porqué habría que preguntárselo a ellos, aunque no es muy difícil adivinarlo.

Pregunta: ¿Qué opinión tiene de la labor desempeñada por el Instituto Cultural René Ariza?

J.A.F.: Muy meritoria. Está iluminando sectores de la cultura que permanecían en cierta penumbra, rescatando autores, destacando a otros meticulosamente ignorados y premiando y homenajeando nuestros indiscutibles valores con el Premio René Ariza, como ha sido el caso de José A. Escarpanter, Matías Montes Huidobro, Julio Matas y Nena Acevedo.

Pregunta: ¿Qué planes tiene el dramaturgo Abreu Felippe?

J.A.F.: Seguir haciendo lo que he hecho hasta ahora, escribir y sobrevivir. Actualmente trabajo en una pieza que he titulado Provisional, desechable y biodegradable.

José Abreu Felippe con una precisión extraordinaria nos proporciona en esta entrevista una mirada al escritor, al hombre enigmático que, en su mirar, clarifica su posición ante la vida. Sin dudas una pieza prometida: Provisional, desechable y biodegradable, lo hará vivir y nos hará pensar a nosotros.

Teatro en Miami: El regreso de Chejov.





“Improvisando a Chejov” es el nuevo espectáculo que estrenará (Enero 25) en Teatro en Miami Studio la prestigiosa compañía teatral Teatro en Miami Corp. (TEM). Precedido por sus últimos éxitos como “Sangre” y “Aromas de un Viaje”, regresan con una comedia.

Una versión libre de Sandra y Ernesto García (Partiendo siempre de Antón Chejov) que busca en cuatro historias cortas la actualidad semántica y la riqueza humana de la obra del escritor ruso.

Una comedia de lo cotidiano: la manera de acercarnos a la realidad con un ojo inteligente y una media sonrisa o quien sabe… una carcajada.

Ernesto García ha compuesto para esta obra más de quince piezas. Entre la que se destaca la canción “Yo no estoy muerto” una opereta cómica donde el Teatro reclama su lugar dentro de la sociedad.

“Hay de todo un poco en esta obra. – aclara el director Ernesto García – Los ritmos son variados. Vamos desde una sinfonía oscura y sepulcral a acordes llenos de ternura o a ritmos mucho más modernos y bailables”.

Ernesto García fue igualmente el compositor de la música de obras estrenadas en Miami como: “Sangre”, “Aromas de un Viaje”, “El Celador del Desierto” “El Enano en la Botella”, “La Feria de los Inventos”, “A park in our house” y “Suandende y Persecución” entre otras. Tiene una vastísima experiencia componiendo música para teatro, TV y cine.

Otro de los aspectos que sobresalen y hacen a “Improvisando a Chejov” un “must to see show” es el uso del video, la animación y la multimedia. Creados también por García para esta puesta.

TEM tiene experiencias previas en videos. En el 2004 produjo “Raíces Aéreas: Dramaturgos”, un documental único en su tipo reconocido por varias Universidades Norteamericanas como un material incalculable para la educación y la cultura.

“Improvisando a Chejov” son cuatro historias cargadas de humanismo.

En “La Audición” hablamos del Teatro que no debe ser. El teatro de la Diva, la pasarela inocua. Como el arte puede devolvernos aquellos sueños perdidos.

En “La institutriz” entramos en las relaciones entre ricos y pobres. El poder y la obediencia. Dos formas de ver la vida, dos mundos incomunicados, cegados por sus propias experiencias.

“El Duelo” habla del amor, de cómo el desengaño nos lleva a escudarnos tras furibundas mentiras. Ni siquiera el disparo de una bala es tan ruidoso como la explosión del amor a primera vista.

“El Arreglo” es nuestro pretexto para añorar la niñez. La pérdida de la virginidad vista desde los ojos de un niño.

CUANDO:
Estreno – 25 de Enero
Funciones: Viernes y Sábados
Hora: 8:30 PM

DONDE:
Teatro en Miami Studio
2500 SW 8 Street (2do Piso)
(Reservaciones/Aforo Limitado)
305 . 551.7473
Para Información:
www.teatroenmiami.org

Sunday, January 13, 2008

De René Ariza.

"Cristo" obra pictórica de René Ariza. Cortesía de Patricia Herbello.

SONETO

Qué trampa tan bien hecha nos han hecho,
que somos el ratón y la carnada;
la pared y la punta de la espada
el embudo y su cono más estrecho.

Qué modo de torcernos tan derecho:
a un mismo tiempo crimen y coartada
(Se escucha por la atmósfera enlutada
un ronronear de gato satisfecho.

Y un grito que penetra por el pecho
y un dolor de pared ensangrentada;
y un veneno que a gota destilada

baja a la ancha miel, de otros provecho).
Qué trampa tan bien hecha y adornada
con nuestro propio estilo contrahecho.

René Ariza.
(Prisión de El Morro, 1976).

III Premio de Teatro George Woodyard.


Me complace anunciar la apertura de la tercera edición del Premio de Teatro Latinoamericano George Woodyard. Este premio fue instituido por Laurietz Seda, con el apoyo del Departamento de Lenguas Clásicas y Modernas y su sección de Español de la Universidad de Connecticut en el año 2006 en honor al Dr. George Woodyard por su incansable dedicación a este género. El Premio tiene el propósito de estimular, apoyar y promover la creación de obras teatrales de alta calidad por autores latinoamericanos y de US latinos.

Podrán participar del premio aquellas obras en lengua castellana, con absoluta libertad temática, originales, rigurosamente inéditas y no estrenadas.

Podrán participar autores latinoamericanos residentes en su país de origen u otro país.

Podrán participar autores hispanos o de origen hispano residentes en Estados Unidos.

No se aceptarán obras que aún siendo inéditas, hayan recibido premios o menciones en cualquier tipo de concurso.

No se aceptarán obras que hayan participado en las ediciones anteriores de este concurso.

No se aceptarán obras enviadas por correo electrónico.

Las obras deberán estar en papel tamaño carta o A4, escritas a máquina o computadora con un tamaño de letra 12, a doble espacio y de un solo lado de la hoja. No deberán exceder de 50 páginas.

Sólo se aceptará una obra por autor.

Deberán entregarse 4 originales. Cada original deberá presentarse bajo seudónimo. En un sobre cerrado aparte, se incluirán el seudónimo y el título de la obra. Dentro del sobre se incluirá una nota donde se consignarán los datos personales del autor/autora (nombre, dirección, teléfono y correo electrónico), fotocopia del DNI y una declaración firmada garantizando que la obra no ha participado en ediciones anteriores de este Premio, que no se halla pendiente de fallo de otro certamen y que el autor/la autora posee su libre disponibilidad. La declaración firmada deberá incluir además la afirmación de que la obra no viola ninguna propiedad intelectual existente y que no posee ningún tipo de contenido que pudiera dar lugar a una acción o reclamo judicial.

El/La participante asume la total responsabilidad frente a cualquier reclamo que por presunto plagio o cualquier otra reclamación se pudiera llegar a formular en contra del Departamento de Lenguas Clásicas y Modernas, y de la Universidad de Connecticut.

Se seleccionará un solo premio al que se le otorgarán $2,500 (sujeto a retención de impuestos) más gastos de viaje–ida y vuelta–a la Universidad de Connecticut, gastos de estadía por dos noches y publicación de la obra en Latin American Theatre Review.

El/la ganador/a se compromete a viajar a la Universidad de Connecticut para recibir su premio y presentar una charla/ponencia o taller, según sea requerido por el Departamento de Lenguas Clásicas y Modernas de la Universidad de Connecticut.

El jurado podrá declarar desierto el premio si a su juicio ninguna obra posee calidad para obtenerlo.

La decisión del jurado será inapelable.

Las obras no serán devueltas, incluyendo las no premiadas.

La sola presentación de originales a este concurso implica conocimiento y plena aceptación de estas bases en todos sus términos.

Cualquier duda o consulta puede ser dirigida a Laurietz Seda.
Email: premiodeteatro@yahoo.com

Los originales podrán enviarse por correo a la siguiente dirección hasta el 15 de abril de 2008 valiendo como comprobante el sello postal:

Dra. Laurietz Seda

III Premio Teatral George Woodyard

Department of Modern and Classical Languages

University of Connecticut

337 Mansfield Rd, U 1057

Storrs, CT 06269

El fallo del jurado se anunciará el 15 de agosto del 2008 en la siguiente página web: http://www.languages.uconn.edu/programs/awards.html También se pueden encontrar allí los fallos de los Premios anteriores.

Friday, January 11, 2008

Espacios teatrales.


Teatro.
Quijotes de la cultura.

Nuevos espacios para las artes escénicas: Teatro en Miami Studio y el Instituto Cultural René Ariza.

Por Rodolfo Martínez Sotomayor.
Publicado en Encuentro
viernes 11 de enero de 2008.

Como el vuelo alto de Juan Salvador Gaviota en la novela homónima del escritor estadounidense Richard Bach, los actores cubanos Sandra y Ernesto García han alcanzado su sueño con la unión edificadora de la buena intención y la voluntad.

Además de actriz, Sandra es profesora de actuación en el Miami Dade College; Ernesto parece un personaje del Renacimiento: músico, escenógrafo, productor, dramaturgo y coreógrafo, entre otros talentos. Junto a Sandra, ha incursionado en la cinematografía con el documental Raíces Aéreas, donde realiza un recorrido por la dramaturgia cubana del exilio con entrevistas a figuras del teatro. Documento este de vital importancia para dejar una huella testimonial sobre la labor de estos años.

Ambos han construido con tenacidad Teatro en Miami Studio, fundado en 2007. Una pequeña sala donde los alumnos de Sandra, bajo la dirección de Ernesto García, ya han puesto en escena dos obras con el grupo recién formado: una versión de Antígona, de Sófocles, con el nombre de Sangre, y Aromas de un viaje. Han creado además una importante revista de teatro en la red, Teatro en Miami (www.teatroenmiami.com), sobre el acontecer de las tablas en esta ciudad estadounidense y el mundo.

García anuncia que este 2008 se verán en su sala "obras que van desde el más oscuro texto poético y desgarradoras escenas, hasta el verso simpático, fustigador e hiriente que arrancará las carcajadas mientras despierta la inteligencia del público". Tienen programados seis estrenos, así como cursos de actuación y grupos invitados.

Sandra y Ernesto son parte de esos creadores que viven en Miami y no se han dejado vencer por la adversidad y la reducción de fondos dirigidos a la cultura. Han preferido canalizar su energía en encender una luz y no en maldecir las tinieblas.

Buenos propósitos

Otro grupo de creadores radicados en Miami, que incluye fotógrafos, dramaturgos, escritores y actores, han dado vida al Instituto Cultural René Ariza (ICRA), organización que no dispone de fondos gubernamentales. Surgió con el propósito de salvaguardar el legado de la dramaturgia cubana en el exilio, lo que se ha logrado con el aporte de sus colaboradores. Comenzaron en el año 2006, con una serie de lecturas dramatizadas en las que han participado actores locales, y escogieron en sus inicios a dramaturgos cubanos residentes en Miami: José Abreu Felippe, Maricel Mayor Marsán, Ivonne López Arenal, Jorge Trigoura, Julio Matas y Matías Montes Huidobro.

Las primeras lecturas contaron con el respaldo de un público ávido de espacios alternativos. El segundo ciclo de lecturas de 2007 incluyó a autores cubanos residentes en otras ciudades de Estados Unidos. Se escogieron piezas de Orlando Rossardi, Héctor Santiago, Luis Santeiro, Raúl de Cárdenas, René Ariza, y la obra Los siervos, de Virgilio Piñera. También se presentó el excelente documental Retrato inconcluso de René Ariza, de Rubén Lavernia.

Un aspecto interesante de este segundo ciclo de lecturas, es que resultaron pequeños experimentos de puestas en escena. El local utilizado fue el Teatro Havanafama, sala del grupo teatral del mismo nombre, que su director, Juan Roca, ha podido mantener con una tenacidad y un amor a las tablas a prueba de adversidades.

Abundan los homenajes póstumos, pero de mayor importancia es el tributo a las figuras cuando aún están entre nosotros. Un aporte del ICRA ha sido la creación de un premio para homenajear a los artistas exiliados cubanos que han hecho una contribución valiosa al teatro. El premio René Ariza ha sido entregado a los prestigiosos teatristas José A. Escarpenter, Matías Montes Huidobro, Julio Matas, y a la actriz Nena Acevedo. La premiación fue en el Cuban Heritage Collection, de la Universidad de Miami, con el apoyo de sus directoras, Esperanza de Varona y Lesbia Orta Varona.

Los planes del ICRA son extender su panorama. Como debe ser en estos casos, los buenos propósitos se unen en el arte. Teatro en Miami Studio, en la calle 8 y la 25 Avenida, es sede del nuevo período de lectura que se inicia este 17 de enero, con No me pongan flores, de Rita Martin. En los siguientes meses se dramatizarán obras de José Corrales, Marcos Miranda, Leopoldo Hernández, José Triana y Carlos Felipe.

En cada ciudad, están los que condenan desde el silencio o la apatía cierto vacío cultural o las dificultades para abrir nuevos espacios. También los que no se cruzan de brazos, ni se arrinconan en el lamento, como quijotes de la cultura que se esfuerzan por cambiar la realidad. A ellos se debe que la verdadera cultura en Miami crezca como la ciudad y se gane un lugar, a pesar de la ramplonería que acecha y la indiferencia que amenaza. Sandra y Ernesto García, con su Teatro en Miami Studio, y el Instituto Cultural René Ariza, forman parte de esos quijotes.

Thursday, January 10, 2008

Flores en enero.

Les recordamos que la primera lectura de este ciclo del 2008, comenzará el jueves 17 de enero con la obra: Flores no me pongan de Rita Martin. Dirección y actuación: Miriam Bermúdez.

(Para más información sobre la actriz, haga click en el nombre y busque en la sección de actores de la compañía Havana Fama.)

Tuesday, January 8, 2008

Entrevista: Pedro Monge Rafuls.

En la foto: Pedro Monge Rafuls. Esta entrevista fue realizada para la revista: Noticias Teatrales de España.

Pedro Monge Rafuls: el hombre de teatro en Nueva York

(Una entrevista de Arturo Serrano, desde USA)

El dramaturgo Pedro R. Monge Rafuls nació en Placetas, Cuba (1943). Después de vivir en Tegucigalpa (Honduras) y en Medellín (Colombia), se radicó en los Estados Unidos de América. En Chicago, co-fundó el Círculo Teatral de Chicago. En 1977 fundó OLLANTAY Center for the Arts, y en 1993 OLLANTAY Theater Magazine, revista bilingüe dedicada al estudio y difusión del teatro latino en los Estados Unidos.

Pregunta: ¿Cuándo comenzó su carrera en el teatro?

Pedro R. Monge Rafuls.- Comencé en el teatro de forma casual en Chicago, alrededor de 1970. En esa ciudad había un grupo de teatristas cubanos exiliados, lamentándose de lo que habían perdido y sin saber qué hacer. Comencé a organizarlos y fundamos un grupo que se llamó Circulo Teatral de Chicago, el cual vino a ser el primer grupo latino del Medio Oeste. Luego me mudé a Nueva York y comencé a ver mucho teatro Broadway y Off Broadway. Pronto estaba dentro de la actividad teatral latina. En 1977, fundé el OLLANTAY Center for the Arts; el cual, entre otros programas, tenía un taller de dramaturgia, hoy en su XIV edición. El taller consiste en traer a los dramaturgos latinoamericanos más importantes para dictar un taller intensivo a futuros autores hispanos de la capital del mundo. Uno de los primeros invitados fue el mexicano Hugo Argüelles. Le di a leer dos obras que había escrito en aquel tiempo y las encontró listas para el escenario. Ese fue mi comienzo como dramaturgo. En 1993, viendo la necesidad de una revista que se ocupara del teatro latinoestadounidense, fundé la revista OLLANTAY Theater Magazine, ya en su decimocuarto año.

Pregunta: ¿Cómo ha logrado desarrollar su obra dramática en una realidad tan diferente a la de su país de origen?

P.R.M.R.- No es fácil escribir, producir y difundir teatro en los Estados Unidos, sobre todo el teatro escrito en español. Como dramaturgo encuentro la escasez de espacios que le den cabida a este teatro y peor aún, directores y productores con visión de futuro que monten teatro hispano escrito en español. La falta de directores y productores con capacidad y visión artística es lo que ha impedido que en cualquier parte de los Estados Unidos, con la excepción de los chicanos, surja un movimiento de teatro latino. Un movimiento exige producir el teatro local con una perspectiva. Particularizando a los cubanos, el panorama es triste. En cuanto a la producción y difusión del teatro latino es una tarea de titanes porque no le interesa a la mayoría del público; unas veces por la pobreza del espectáculo y otras, cuando el espectáculo es bueno, por el acostumbrado desinterés de la población y por su falta de cultura teatral.

Pregunta: ¿Cree usted que el Teatro cubano es uno solo, independientemente del lugar dónde el dramaturgo desarrolle su obra?

P.R.M.R.- Indiscutiblemente, es un solo teatro. Ya lo dijo Rine Leal en 1992 en “Asumir la totalidad del teatro cubano”, aquel famoso artículo aparecido en la Gaceta de Cuba, órgano oficial de la UNEAC, y que le costó grandes dolores de cabeza que terminaron con su salida de Cuba hacia Venezuela, donde murió. Claro, el teatro cubano es uno solo y un día se asumirá como un todo, eso incluirá el estudio de las obras escritas fuera de la Isla como parte de ese único teatro y se compararán con las de la isla; entonces se verán las semejanzas y diferencias. Entre otras cosas se comprenderá lo falso que han sido esos “Premios Nacionales”, entregados a unos cuando otros han sido prohibidos para entrar en la competencia. ¿Cómo se puede dar un Premio Nacional a un dramaturgo cuando se desconoce a José Triana, Eduardo Manet, María Irene Fornés, Matías Montes Huidobro, Raúl de Cárdenas y a otros tantos, incluyéndome? Sobre este punto de la totalidad del teatro cubano, separado en dos partes, hay mucho que decir.

Pregunta: ¿Qué temas le han interesado abordar en su dramaturgia?

P.R.M.R.- Me interesa mucho el destino que somete a los inmigrantes, particularmente a los exiliados cubanos. No me interesa criticar a Castro, ese es un fenómeno triste, pero pasajero como podemos ver ahora mismo. Lo que me interesa es presentar cómo ese anómalo pasajero de un dictadorzuelo que logra dominar a un país, influye en la vida de mis protagonistas. Estos personajes que logro crear están determinados por ese hecho; por ese fenómeno existen, sufren, gozan, etc. El destino, del cual no se pueden escapar, marca sus vidas. El destino presentado a través del poder de un dictador, de Dios, de nuestros padres, de la sociedad, etc. También me interesa ver la mujer desde un punto de vista no siempre experimentado en la dramaturgia: me interesa escribir mujeres manipuladoras, no tan sufridas como siempre lasvemos en los escenarios. Todas esas preocupaciones dichas las presento a través de la sexualidad. Aunque es algo que tienen que decir otros, aventuro a señalar que mis obras tienen situaciones sexuales bastante explicitas y hasta atrevidas.

Pregunta: ¿Cual es la misión Ollantay Center For the Arts?

P.R.M.R.- Preservar y difundir el arte latinoestadounidense a través de conferencias, estudios y, sobre todo, publicaciones que lo harán conocer en generaciones futuras.

Pregunta: ¿Considera que el mundo editorial se ocupa del teatro hispano en USA?

P.R.M.R.- Lamentablemente ni en los EE.UU., ni en el resto del planeta. ¿Acaso el mundo editorial, en inglés o español, conoce que existe el teatro hispano en este país? Alguna antología ha salido en un par de editoriales angloamericanas, En el reducido y pobre mundo de las editoriales hispanas ni pensarlo. De teatro en castellano, ni soñarlo. Salvo lo que ha publicado OLLANTAY Press no conozco ninguna antología de teatro latinoestadounidense en español. ¡Quisiera estar equivocado!

Pregunta: ¿Tiene el teatro hispano en New York suficiente apoyo institucional y privado?

P.R.M.R.- Podríamos decir que es apoyado. Tanto como suficiente, no. Las corporaciones públicas y privadas ofrecen ayuda y la aprovechan los más listos, los más manipuladores de los que hacen arte, que no son precisamente los más conocedores de de la cultura latinoamericana y de las artes, incluyendo el teatro. Las corporaciones y fundaciones dan dinero por aquello del conocido “token”; “hay que dar un dinerito a las minorías para que se callen”, tristemente, no para que puedan crear un movimiento de calidad. Ese dar ayuda sin perseguir una consecuencia de eficacia, ha detenido los movimientos artísticos en conjunto y calidad.

Pregunta: ¿Qué planes futuros tiene Pedro Monge Rafuls?

P.R.M.R.- Muchos a nivel personal y de difusión de las artes; entre ellos, terminar mi obra sobre Gertrudis Gómez de Avellaneda, con una perspectiva que creo que no existe en lo que se ha escrito hasta ahora y terminar una obra que por el momento he titulado Sepulcros blanqueados y que recoge un episodio malsano ocurrido en la Iglesia de Medellín, Colombia, hace años. Me dice José Triana, que leyó lo que he escrito, que puede ser una gran obra. ¡Vamos a ver! Terminar las dos antologías de teatro marginado en que trabajo hace tiempo. Una abarca el tema homosexual. La otra es sobre el teatro negro. Ambas agrupan las dramaturgias latinoamericanas. Quiero terminar un directorio sobre el teatro cubano de todos los tiempos, donde entre otras cosas, hago una selección de las mejores obras. Claro, continuar difundiendo la literatura y el arte latinoestadounidense con el OLLANTAY Center for the Arts y con la revista teatral. No morir pronto y gozar la vida, lo más que pueda.

Sin la menor duda Monge Rafuls es uno de los más destacados dramaturgos cubanos que viven en los Estados Unidos. Su trabajo ha sido reconocido por innumerables instituciones de prestigio en la unión americana y en el resto del mundo. Sus piezas teatrales han sido traducidas a diferentes lenguas y representadas con éxito, pero hay algo que quiero destacar, y es que este hombre de teatro, ha hecho mucho por dar a conocer y promover la dramaturgia latinoamericana en los Estados Unidos. Pedro Monge Rafuls es sin lugar a dudas un nombre imprescindible en el Teatro Hispano.

Maricel Mayor Marsán: Premio relatos breves.

En el año 2007 la escritora, poeta y dramaturga Maricel Mayor Marsán, recibió un importante premio literario. "Chile con mis ojos 2007" , convocado por la Televisión Nacional de Chile (TVN) y auspiciado por la Fundación Pablo Neruda, el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes de Chile, la Academia Chilena de la Lengua y el Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile (DICOEX).

Las obras seleccionadas serán llevadas a la pantalla de la señal internacional de Televisión Nacional de Chile, en la forma de microprogramas ilustrados con imágenes representativas de Chile y del contenido del relato.

Cada uno de estas realizaciones será identificada como una de las obras ganadoras de este concurso y señalará expresamente el nombre del autor y su país de procedencia. Además, las realizaciones audiovisuales hechas a partir de las obras seleccionadas serán parte de un disco de video digital (DVD) que será difundido en medios relacionados con la cultura en Chile y el extranjero.

Finalmente, se editará un libro que recopile las obras premiadas, el que se distribuirá exclusivamente a organizaciones públicas y privadas de Chile y el extranjero, en forma gratuita, con fines de difusión.

Saturday, January 5, 2008

Reinaldo Arenas: en la Ópera de New York.



Fragmento de la opera de Jorge Martin basada en Antes que anochezca.

Conductor Mark Shapiro leads the premiere of Jorge Martin's Stronger than Darkness based on Before Night Falls by Reinaldo Arenas. The Monmouth Civic Chorus and Orchestra. Nathan Baer, baritone.

Ópera que le dedicara el compositor Jorge Martín, presentada en el Lincoln Center de Nueva York.

Reinaldo Arenas (Nació Holguín, 16 de julio de 1943 y murió Nueva York, 7 de diciembre de 1990) fue un poeta, novelista y dramaturgo cubano.

En el 2000 se estrenó la versión cinematográfica de Antes que anochezca, película que sobre su libro autobiográfico ha dirigido Julian Schnabel e interpretado Javier Bardem.






Novelas lll* Celestino antes del alba, 1967
* El mundo alucinante, 1969
* El palacio de las blanquísimas mofetas, 1980
* La vieja Rosa, 1980
* Otra vez el mar; 1982
* Arturo, la estrella más brillante, 1984
* La Loma del Ángel, 1987
* El portero, 1989
* Viaje a La Habana, 1990

Narrativa

* Con los ojos cerrados, 1972
* Termina el desfile, 1981

Antologías poéticas

* El central, 1981
* Voluntad de vivir manifestándose, 1989

Ensayo

* Necesidad de libertad, 1986

Teatro

* Cinco obras de teatro bajo el título: Persecución, 1986

Novela autobiográfica

* Antes que anochezca, 1990.

Ediciones posteriores a la muerte de Reinaldo Arenas

* Inferno, poesía completa con prólogo de Juan Abreu, 2001.