Tuesday, March 30, 2010

Mesurada reunión teatral en UM por Olga Connor.

Foto: Mario García Joya. Virgilio Piñera.

"...la figura que encabeza este grupo el verdadero protagonista de la sacudida teatral y revolucionaria que representan los sesenta, no es otro que Virgilio Piñera..."
Matías Montes Huidobro.

Mesurada reunión teatral en la Universidad de Miami
Olga Connor.
NUEVO HERALD

La sorpresiva respuesta a una pregunta entre el público en la Universidad de Miami, el sábado, de por qué el dramaturgo no se había exiliado fue: ``La lucha está en mi tierra''. La pronunció el escritor repudiado en la década de 1960 en Cuba Antón Arrufat (Premio Nacional de Literatura de Cuba 2000). ``Las dos orillas se dan en ambas partes, no son geográficas ni topográficas, hay dos orillas en la isla, aquí y en España, donde hay una gran colonia cubana, son las contradicciones entre diferentes grupos de artistas y de la sociedad'', añadió el escritor que regresaba a Cuba ayer lunes. En su ponencia, en un coloquio el sábado, describió su quehacer en esa década, los aciertos y los problemas que tuvo a partir de su premio por Los siete contra Tebas, en 1968, incluso las condiciones de penuria y de reconciliación en el sótano de la Biblioteca de Marianao, donde sufrió su marginación.


Fotos: Julio de la Nuez. (Protagonistas de los 60. Cuban Heritage Collection UM)

Las conferencias tuvieron lugar en el Pabellón Roberto Goizueta de la Colección de la Herencia Cubana, en la Biblioteca Otto Richter de UM, organizada por Lillian Manzor, del Archivo Digital del Teatro Cubano de UM; Uva de Aragón, directora asociada del Centro de Investigaciones Cubanas (CRI), de la Universidad Internacional de la Florida (FIU), y Alberto Sarraín, del grupo La Ma Teodora. Los moderadores fueron Beatriz Rizk, Alexandra Gonzenbach y José Quiroga.

Foto: Mario García Joya. Matías Montes Huidobro.


RESUMEN DE LOS 60

Montes Huidobro describió a los 60 como ``el escenario de una vorágine histórica'', y a los dramaturgos envueltos en una violenta sacudida que los forzó a decidir los caminos a elegir. Y dio un sucinto resumen de la década: ``Un proceso ascensional que tiene un primer resquebrajamiento en 1961 con las Palabras a los Intelectuales [de Fidel Castro] y el cierre de Lunes de Revolución, pero que a pesar de los escollos tiene un recorrido progresivo hasta el clímax del teatro de vanguardia y resistencia estética que representa el éxito de La noche de los asesinos [de José Triana], para después, bajo las presiones de la realidad histórica, tener un nuevo resquebrajamiento representado por el caso de Los siete contra Tebas, hasta finalmente hundirse en los abismos de la creación colectiva, representados por el Teatro Escambray, el realismo socialista y el `parametraje' [restricciones y censura] con los que se inician los 70''. (Ver el trabajo completo en: Instituto Cultural René Ariza

Abelardo Estorino, residente en Cuba, destacó a muchos músicos, actores, escenógrafos y directores, etc. Sobre todo, habló de sus propias obras año por año, apuntando que Los mangos de Caín fue censurada en su estreno (1965).

AUSENCIA Y PRESENCIA

Eduardo Manet, otro dramaturgo exiliado, sorprendió en una conferencia telefónica, visual y espontánea desde Rabat, Marruecos, donde se encontraba representando a los escritores de Francia, en la que enfatizó también la libertad que tiene al escribir desde París.

Una gran ausencia fue el fallecido Virgilio Piñera, una estrella de los 60, escritor bastante marginado en su época, que ha vuelto a ser reconsiderado y puesto en escena en la isla y desde siempre en el exilio. Pero lo rescató a la vida Alberto Sarraín, con su excelente ponencia sobre la historia del teatro en Cuba que trazó desde sus comienzos, y en cuyo contexto citó a Virgilio Piñera, quien, pudo ser recordado por sus anotaciones escritas: ``De las exiguas salitas-teatro se pasó a ocupar grandes teatros; de las puestas en escena de una sola noche se fue a una profusión de puestas y a su permanencia en los teatros durante semanas; de precarios montajes se pasó a los grandes montajes''. Las cifras que dio Sarraín: en 1959 fueron estrenadas 48 obras cubanas, más que todas las obras cubanas estrenadas entre el 52 y el 58, y entre 1960 y 1969, cerca de 400 obras cubanas.

ESCENOGRAFIA Y VESTUARIO

Esos esplendores escenográficos descritos por Virgilio Piñera fueron patentes en la exposición digital de los maravillosos bocetos y maquetas de escenografía y vestuario de las obras, por Jesús Ruiz, el curador de la exposición en Cuba, quien dijo que ``después de muchos años de silencio'' pudieron encontrar en los archivos estos diseños y que a ``Eduardo Arrocha le sobró la memoria para recordar lo que era cada cosa''. Se habló entre muchos creadores, también de Rolando Moreno, el teatrista exiliado en Miami, que no estaba presente. Ver exhibición en: Archivo teatral.

Fuenteovejuna, cuyo diseño fue obra del pintor y arquitecto Rafael Mirabal, de Miami, fue uno de los puntales en la exposición. Su autor describió aquella escenografía como de formas oscilantes, dando la visión del tiempo y del tema central de las fluctuaciones del poder. •

Les enlazo las notas escritas para Protagonistas de los 60 por Rosa Ileana Boudet.

PROTAGONISTAS DE LOS 60 I

PROTAGONISTAS DE LOS 60 II

PROTAGONISTAS DE LOS 60 III

Entrevista a Nilo Cruz.



Nilo Cruz. Nació en Matanza, Cuba, en 1960.

Egbert Lewis
Panamá América
Entrevista Nilo Cruz


El teatro debe reflejar lo que le sucede a la humanidad

El dramaturgo cubano-americano estima que el teatro es una de las artes más generosas que existe. Es cómo un actor o director interpreta la materia, y añade que un buen dramaturgo tiene que estar consciente de que van haber varias interpretaciones de su trabajo.

Nunca he sido hombre de apuntar mis compromisos en una agenda, puesto que, hasta hace muy poco, confiaba plenamente en mi memoria. Ahora, cuando las responsabilidades y los compromisos crecieron, tuve que empezar a apoyarme en todas las agendas que están a mi alcance: las tradicionales, esas que a uno le regalan en diciembre, y las electrónicas que se encuentran en el celular y en el ordenador.

Todo parecía marchar a la perfección, desde hace dos meses y medio cuando decidí “agendarlo” todo, pero esta semana una serie de comunicaciones por diferentes vías y la curiosidad, que es alma de todo periodista, me obligaron a alterar la solemnidad de lo “agendado” para ir al encuentro de un sujeto que, según la primera seña que me dieron -como para impresionarme- es el primer latino en ganar el premio Pulitzer en Teatro y, además, habla perfecto español. Cómo no alterar la agenda ante tanta belleza.

Encuentro. Es miércoles por la tarde, las 4:00, para ser más preciso. La cita es en el corazón del Centro Bancario. Curiosamente, no hay embotellamiento, lo cual permite que llegue casi media hora antes al “lobby” del hotel en donde me he citado con Nilo Cruz, que así es que se llama el personaje.

El día anterior, después de alterar la agenda, me apuré a enterarme un poco sobre el personaje a quien me iba a enfrentar. Me enteré que nació en Matanzas, Cuba, que a los 10 años salió hacia Miami y que, después de estudiar teatro en Nueva York y en Miami, decide escribir en vez de actuar o dirigir piezas teatrales, como lo hace la mayoría.

De repente, apareció justamente a la hora acordada. Lo reconozco porque vi sus fotos en la Web. Nos saludamos. Se ve cómodo, pregunta dónde me parece mejor desarrollar la entrevista, y le comunico que el lugar donde estábamos era el perfecto. El flamante ganador del Pulitzer, que habla español, toma asiento en una butaca color bronce y se muestra listo para ser interrogado.

La experiencia dice que una pregunta “suave”, para romper el hielo, no está de más, y si la misma puede implicar un halago para el país y la oportunidad para que el interlocutor se desahogue, ¿por qué no hacerla?

díaD: ¿Qué le parece Panamá?

Nilo Cruz (NC): Me encanta lo que he visto hasta ahora, y me hubiera gustado quedarme más tiempo.

Ahora vamos a lo que vinimos, a hablar sobre usted y el teatro.

díaD: ¿Qué lo trajo por acá?

NC:Viene invitado para ver un pequeño monólogo (Noches de capricho) escrito por mí, y que se está presentando en Panamá. En verdad, fue escrito en inglés, y la compañía panameña- teatro La Quadra- la tradujo. Es la primera vez que lo voy a ver.

díaD: ¿En qué consiste la obra?

NC:Esta pieza tiene que ver con un personaje absurdista, un actor sustituto que no pudo realizar su carrera, por lo tanto, no llega a realizar sus sueños como actor principal. El monólogo tiene que ver con el arte de la paciencia, esperar y lo que uno experimenta cuando está esperando. Tiene que ver mucho con una metáfora, con países que están en un estado de guerra y cómo los seres humanos buscan un escapismo.

díaD: ¿Qué pretende transmitir a través de sus piezas teatrales?

NC:En EE.UU., donde soy el primer latino en ganar el Pulitzer en Teatro, he tratado de documentar la experiencia latinoamericana. Escribí una obra que se desarrolla en Centroamérica, en un país como Honduras o Guatemala, durante las guerras que se dieron en la década de los 80. Experiencias con mi propio país, Cuba; experiencias de los latinos en EE.UU. y también sobre España.

díaD: Aparte de Pulitzer, ¿cuál ha sido la satisfacción más grande que ha tenido como guionista?

NC:Hay varios tipos de satisfacción. La más inmediata es cuando el trabajo se presenta al público y se ve la conexión de éste con los actores y con la pieza de teatro. Yo vivo para hacer ese tipo de cosas; cuando descubrí el teatro, me enamoré de él y desde entonces no he podido hacer otra cosa que escribir para el teatro.

díaD: ¿A partir de qué nacen sus obras?

NC:Yo creo que un autor, sobre todo un dramaturgo, tiene que estar observando la vida, sus alrededores y tomar en cuenta la visión personal. Es una combinación de las dos cosas: la vida personal y lo que uno observa en su entorno.

díaD: ¿Por qué drama y no comedia o musicales?

NC:Mi drama siempre tiene algo de comedia, hay diferentes aspectos. Hay un poco de todo, además, en el drama también se incluye algo de la política, es una suma de ingredientes diferentes en mis piezas que trato que se incorporen.

díaD: ¿Ganar el Pulitzer implica quedar en el ojo de la crítica y, quizás, crear mayores expectativas sobre su trabajo?

NC:Mi obra, “Ana en el trópico”, que se ganó el Pulitzer, ha sido traducida a más de cinco idiomas. Ha sido presentada en muchos países, incluyendo España, Inglaterra y Australia. También se hizo una producción en Francia y Alemania. Aparte de eso, la pieza y el premio me llevaron a escribir para el cine, algo que nunca había hecho. En estos momentos, estoy trabajando en un guion que ya está terminado y se basa en la vida de Alina Fernández, la hija de Fidel Castro, y también hay planes para escribir otro guion basado en “Ana en el trópico”.

díaD: ¿Pero ha cambiado en algo la forma de escribir los guiones, la técnica con respecto al 2003? El mundo ha cambiado mucho en los últimos 7 años.

NC:Efectivamente, ha cambiado. Es un mundo diferente y, como autor, uno tiene que aprender las leyes, y por eso cuando comienzo a escribir una pieza, trato de olvidarme de lo que hice anteriormente para, de esta forma, poder escuchar y entender las nuevas reglas.

díaD: ¿Cómo se puede separar el interés comercial del deseo que tiene el artista de utilizar el teatro como una forma de expresión, de comunicación?

NC:Trato de separarme del mundo de la celebridad, de los célebres. No me interesa. No hago teatro por esa razón; nunca lo he hecho con ese interés. Lo que más me interesa es el comportamiento del ser humano, y siempre hay algo nuevo que quiero investigar a través de mi trabajo, que puede ser relacionado con un tema político, histórico o muchas veces con una historia de amor, porque en casi todas mis obras hay un aspecto romántico. Pero siempre está cambiando la temática de mi trabajo.

díaD: ¿Siente que en EE.UU. respetan lo que usted escribe?

NC:Yo creo que mi trabajo le está dando una voz al latinoamericano en EE.UU., y forma parte del teatro multicultural, que es una nueva ola que está surgiendo en Estados Unidos que trata de incorporar diferentes voces que reflejen la multiplicidad, y yo soy uno de los escritores que representan esa multiplicidad.

díaD: ¿Cómo influye el hecho de ser cubano en la atención y aceptación de su obra?

NC:Trato de no mezclar mi política personal con mi trabajo.

díaD: ¿Es fácil eso?

NC:Sí. En mi caso sí. Trato de ser objetivo con mi trabajo y con mi vida. Y en ese nivel también.

díaD: ¿Qué critica del teatro actual?

NC:Critico el teatro de Estados Unidos porque es demasiado realista. Critico también que no haya obras que tengan que ver con el latinoamericano, el vecino. Yo creo que el teatro en EE.UU., sobre todo en Nueva York, es casi una copia de Londres. Muchas veces en las temporadas de teatro Broadway está casi lleno de piezas que son éxitos en Londres, y a mí me gustaría ver, porque sé que se hace buen teatro en Latinoamérica, más del teatro que se hace en esas tierras.

díaD: En la literatura se escriben y publican libros, muchas veces, con temas que dependen de la actualidad y del mercado. ¿Sucede lo mismo en el teatro?

NC:No. Yo creo que en EE.UU. existen varios tipos de teatro. El comercial, que se produce en Broadway sobre todo, pero hay otro tipo de teatro que es más sustancial, político, y está el experimental, que no le interesa esas cosas y tiene que ver más con una estructura teatral.

díaD: ¿Usted a qué apuesta?

NC:A mí me interesa un poco de todo. Una obra debe estar fundada en cierta realidad, debe tener aspectos políticos y debe identificar, en cierta forma, lo que le está sucediendo a la humanidad, lo que está sucediendo en el mundo, pero al mismo tiempo, tiene que entretener. Me interesa un teatro que haga reír, que haga llorar.

díaD: ¿Cuál es su aspiración inmediata?

NC:Me interesa el mundo del cine, para mí es un misterio. No entiendo bien cómo funciona ese mundo. Todavía no he hecho la película, pero tengo interés por saber cómo quedará lo que yo escribí, cuando se haga la película

díaD: ¿Teme ser atrapado por ese misterio?

NC:Yo soy dramaturgo. Me gusta la simplicidad del teatro; ese contacto entre el actor y el público que no se ve en el cine porque está la pantalla que separa al espectador de la acción, a diferencia del teatro que permite, prácticamente, que uno y otro se toquen.

Terminamos el diálogo, se quedaron muchas preguntas en el tintero, pero no podíamos seguir abusando de ninguna de las dos agendas. Nilo Cruz tenía que alistarse para asistir por la noche a La Quadra para ver, por primera vez, la obra que él escribió en inglés y que sería interpretada “a lo panameño” por Gabriel Pérez Matteo, Nilena Zisópulos, Teresa Toro y Priscila Martínez, con el concepto de Ricardo Dormoi y la dirección de Ricardo Dormoi McKay.

Al final, valió la pena cambiar lo “agendado” porque estas oportunidades no suelen repetirse, y quién sabe cuándo podamos volver a sentarnos cara a cara con el ganador de un Pulitzer.

Sunday, March 28, 2010

MATIAS MONTES HUIDOBRO: PROTAGONISTAS DE LOS 60.


PROTAGONISTAS DE LOS SESENTA
Coloquio CAMINOS, ESPLENDORES Y OBSTÁCULOS DEL TEATRO CUBANO.

Presentación de Matías Montes Huidobro
Universidad de Miami, Otto Richter Library, 27 de marzo, 2010

En primer término, quiero darle las gracias específicamente a la profesora Lilian Manzor por haberme invitado a este seminario en compañía de Abelardo Estorino, Antón Arrufat, Eduardo Manet, Rafael Mirabal, el estupendo escenógrafo de “Exilio”, y otros participantes del movimiento teatral de los sesenta. Agradezco mucho más la invitación de Lilian teniendo en cuenta un par de ocasiones en que críticamente no hemos estado de acuerdo, clara indicación de las posibilidades del discurso civil, a veces difícil de materializarse entre los cubanos, y que hoy nos acerca dentro de ese cosmos uteral que es el teatro. Afortunadamente no creo que este encuentro tenga como objetivo reconstruir el malecón habanero y hacer realidad utopías por el estilo a que somos tan aficionados los cubanos, porque los escritores, y entre ellos los dramaturgos, no podemos hacer mucho, a menos que tengamos un par de pistolas en la mano, y lo más probable es que si las usamos nos salga el tiro por la culata, porque las palabras en sí mismas tienen un alcance limitado. Sí podemos, sin embargo, crear lo no creado, trabajar con la imaginación, construir escenarios, evocar caminos, esplendores y fracasos, transgredir, buscar aire, decir lo que no se puede decir o lo que no se quiere oír, escribir textos y subtextos, decir lo que la gente no quiere oír ni que se diga, liberar las palabras para que respiren, porque sin la libertad no puede existir la escritura y por extensión el teatro. Es muy difícil (aunque no imposible) escribir (es decir, hablar) con un tapón en la boca y nunca falta quién quiera ponérnoslo.

La trayectoria del teatro cubano durante la década de los sesenta tiene lugar en el escenario de una vorágine histórica, y los escritores, incluyendo los dramaturgos, nos vimos envueltos en una violenta sacudida que nos iba a vapulear de un extremo a otro del péndulo, entre caminos que elegir, esplendores reales e imaginados, y obstáculos insalvables que tal vez nos lanzaban al abismo.

Cuba y el teatro, o el teatro y Cuba, han sido dos obsesiones que siempre me han acompañado, particularmente a partir del 1951 cuando escribí Sobre las mismas rocas, en que establecí las bases de esa visión cosmogónica que es para mí el teatro, ritual que hoy nos une, misa en escena, y que se acrecienta a partir del 27 de noviembre de 1961 en que salí de Cuba, iniciándose en este momento una traumatización con el objeto de deseo, que lejos de alejarme me acercó más profundamente a la dramaturgia nacional. Esta distancia me llevó a concebir una serie de libros basados en la persona, vida y máscara del teatro cubano y mi visión de Cuba detrás del telón, sobre la que mucho he reflexionado y publicado, cubriendo ocho décadas del teatro nacional: ochenta años que casi se acercan a los que tengo encima. Aunque mi recorrido crítico por la dramaturgia cubana de los noventa es muy incompleto, y habría que tomarse en cuenta lo que se produce en el exilio, mayormente sin publicar, no me parecería arriesgado afirmar que la dramaturgia que se gesta en la década del sesenta, por la convivencia escénica de dramaturgos que le precedieron y la obra ulterior de aquellos que participaron en la misma, constituye posiblemente la década más importante en la historia de nuestro teatro.

Basándome en el análisis de este período, al cual le dedico dos volúmenes de la serie decir Cuba detrás del telón, los sesenta representabn un momento espectacular que se puede sintetizar del siguiente modo. Un proceso ascensional que tiene un primer resquebrajamiento en 1961 con las Palabras a los Intelectuales y el cierre de Lunes de Revolución, pero que a pesar de los escollos tiene un recorrido progresivo hasta el clímax del teatro de vanguardia y resistencia estética que representa el éxito de La noche de los asesinos, para después, bajo las presiones de la realidad histórica, tener un nuevo resquebrajamiento representado por el caso de Los siete contra Tebas hasta finalmente hundirse en los abismos de la creación colectiva, representados por el Teatro Escambray, el realismo socialista y el parametraje con los que se inician los setenta. Estilísticamente comprende dos vertientes: una realista y mimética que tiene su origen en la tradición que establece en la dramaturgia cubana José Antonio Ramos y otra de vanguardia experimental presidida por Virgilio Piñera.

Pero para mediados del año 1961 la situación se complica porque se establecen parámetros textuales sobre lo que se debe y no se debe escribir y se establecen las reglas del “buen decir y quehacer” revolucionario, que gradualmente irán asfixiando la libertad del escritor y serán conducentes al parcial aniquilamiento de las fuerzas generatrices del movimiento teatral de los sesenta –y no digo total aniquilamiento, porque nuestra presencia de por sí demuestra todo lo contrario. Pero lo cierto es que los parámetros conducirán al parametraje, con sus múltiples variantes de caminos, encrucijadas y obstáculos.

Esta curva es casi geométrica y matemática, y para el 1969 el ciclo del eterno retorno parece haberse cerrado. Las causas son muy simples. Los dramaturgos del sesenta, que empiezan a formarse en su mayoría desde los cincuenta, entran en la escena cubana sintiendo sobre sus espaldas los golpes de la avaricia, la corrupción y el despelote republicano, dispuestos a interpretar escénicamente estas circunstancias, reinterpretarlas y llevarlas a escena, desde el punto de vista personal de cada uno de nosotros, sin limitaciones estéticas e ideológicas de ninguna clase. Esto incluía un deseo de hacer la revolución en el teatro mediante una estética escénica experimental de vanguardia basada en la libertad del escritor y un análisis independiente de nuestras circunstancias. De ahí la extraordinaria producción dramática de este período que superará, cualitativa y cuantitativamente, la de cualquier década previa y, seguramente, la de cualquier década ulterior. Pero el problema que se presenta es bien simple: a pesar de la mejor voluntad de los dramaturgos, a pesar de la mayor o menor identificación con el proceso revolucionario, la revolución estética de la cultura cubana del momento no va a coincidir, responder y satisfacer los parámetros exigidos por la historia política nacional y se produce una catástrofe histórica y teatral que conducirá a una quiebra donde Teatro y Revolución no coincidírán, desencadenándose una crisis entre ideología estética e ideología política.

Más allá del generoso protagonismo que se me asigna en esta reunión, me ajusto a los objetivos y al análisis de mi participación en la misma, creyendo por otra parte, que nuestro trabajo documenta los caminos y obstáculos que hemos tenido que pasar, sufrir y sobrevivir, incluyendo parametrajes y marginaciones nacionales e internacionales, y todas sus subsecuentes consecuencias, aún en pie; la figura que encabeza este grupo el verdadero protagonista de la sacudida teatral y revolucionaria que representan los sesenta, no es otro que Virgilio Piñera.

En los primeros tres años de esta década, que en realidad comienza en el 1959, tuve una participación activa, que deja en mí un impacto y unas consecuencias que persisten hasta el día de hoy. En los cincuenta, después de estrenar y recibir el Premio Prometeo por Sobre las mismas rocas, no logro que se me hiciera ningún otro montaje, porque aunque nuestras agrupaciones llevaban a escena el mejor teatro mundial (y justo es decir que también el peor) no mostraban, salvo excepción, particular interés en lo que escribían los autores nacionales.

Nunca he sido marxista-leninista, pero si he estado consciente de la necesidad de reparar injusticias sociales y de ponerle límites a la avaricia del capital y la corrupción, porque la avaricia rompe el saco, y siguiendo la mejor tradición de nuestros escritores, siempre he adoptado una posición crítica radical contra las injusticias sociales y los errores de nuestra conducta individual y colectiva, tanto en lo que respecta a la República, como a la Revolución y el Exilio. Por consiguiente, cuando triunfa la Revolución, me identifiqué de inmediato con ciertos parámetros revolucionarios y sencillamente los llevo a escena. De paso, arremeto contra el comercialismo y la chusmería en el teatro de una forma consistente e implacable. Durante esos tres años, me formo como crítico y dramaturgo en Revolución y Lunes de Revolución, donde publico sin que nadie se metiera conmigo en lo que decía y dejaba de decir, salvo en el caso de la desafortunada apertura del Teatro Nacional con La ramera respetuosa, cuya crítica no me publicaron porque no hice ni el panegírico de la obra ni de los que allí estaban presentes. Salvo este detalle, siempre escribí siguiendo mis propios criterios, con el deseo de colaborar con metas que en aquel momento me parecían justas, impulso caracterizador y generatriz que muchos compartimos, durante los primeros años de una década que iba a resultar productiva, pero a su vez polémica y volcánica. Publico y estreno y en el corto período de tres años escribo siete obras, se publican cuatro y se estrenan cinco, siguiendo dos líneas de trabajo: una dirección experimental y de vanguardia (Los acosados, Gas en los poros, La sal de los muertos, La Madre y la Guillotina) y otra directamente comprometida (La botija, El tiro por la culata), con una posición puente en el caso de Las vacas. Formo parte del movimiento teatral y no me siento marginado, razón de más para que me hubiera quedado, de no haber escrito La Madre y la Guillotina, que es un punto de giro, donde se representan caminos y obstáculos que no había anticipado, momento en el cual interpreto que la libertad del escritor estaba en riesgo.

Los acosados, publicada en Lunes el 4 de mayo de 1959, y La botija, se estrenan en los Lunes de teatro cubano el 14 de marzo del 1960, en la Sala Arlequín, que dirigiera Rubén Vigón. Las dos obras representan casi una perspectiva contrapuesta de mi quehacer teatral y el enfrentamiento subyacente entre estética y revolución. Los acosados no la contradice temáticamente, pero estilísticamente muestra un desajuste de vanguardia –mala palabra dentro de las normas estéticas de un régimen encaminado al marxismo. Yo la ubico dentro del ámbito de la vanguardia y resistencia estéticas de ese momento, y siempre ha sido una obra a la cual le he dado particular importancia y cuya vigencia llega hasta hoy día. Ambos textos son las claves representativas, más allá de los méritos que puedan o no tener, del momento teatral e histórico, y lo terrible del caso es que tienen vigencia, como demuestran, en el caso de Los acosados, los recientes montajes de Mauricio Rentería en Madrid y Ernesto García en Miami. Es prácticamente autobiográfica y en ella sintetizo a través de las penurias que sufre una pareja para pagar a plazos un juego de cuarto, las que sufrimos Yara y yo durante la pateadura de los cincuenta. En Los acosados, justo es decir, escribo el texto más utópico, absurdo y políticamente disparatado que he escrito en mi vida cuando uno de los personajes afirma: “Día llegará en que no tendremos cobradores”, sin comprender plenamente que siempre hay que pagar y nada se obtiene de gratis. Naturalmente, con tal idea en la cabeza, dejaba sentada mi ignorancia política y no en balde perdimos el dichoso juego de cuarto.

La otra obra, La botija, aunque no está exenta de experimentación teatral, es una pieza corta que se va a representar mucho en Cuba, inclusive después de mi salida del país, porque pertenecería al repertorio de obras breves, fáciles de llevar a escena en cualquier lugar, que fue mi contribución más directa al repertorio revolucionario, como hicieron Piñera con La sorpresa y Ferrer con El corte. Para resumirlo en pocas palabras: una pareja de latifundistas que sólo pensaba en el dinero, discute donde esconder una botija con el producto de sus robos, latrocinios y negocios sucios, hasta que alguien del público, que supuestamente representa al pueblo, sube a escena y se la lleva. En ella planteo nada más y nada menos que la redistribución de la riqueza, que está muy de moda todavía pero que no es tan fácil como parece y cuya premisa sigue en el candelero. Sirva esto de recordatorio, para que no se nos olvide, que la avaricia rompe el saco y tiene funestas consecuencia, y aunque nadie escarmienta en cabeza ajena, hay muchos que no escarmientan ni en su propia cabeza.

En realidad La botija tiene su origen en el primer acto de Las vacas. Ni corto y mucho menos perezoso, rasgo que nunca me ha caracterizado, escribo Las vacas en un corto período de tiempo, la envío a concurso y soy el primer dramaturgo en llevarse el premio José Antonio Ramos, recién creado, en 1961, estrenándose ese mismo año bajo la dirección de René Ariza. Texto experimental de vanguardia que perdí al salir de Cuba, trato de conciliar los principios del absurdo con la revolución: un latifundista para sabotear los objetivos de la reforma agraria mete las vacas que le pertenecen en el piso alto de su casa, con la subsecuente desesperación de su mujer y su hija –idea que todavía me parece estupenda-- y la obra termina con la conversión del latifundista, que finalmente acepta como bueno los objetivos de la reforma agraria, posición de centro que naturalmente no satisfizo a nadie, ni a los marxistas ni a los capitalistas, y que demostraba una vez más lo políticamente despistado que yo estaba.

En el año 1961 voy a estrenar dos textos que parecen oponerse el uno al otro. De un lado El tiro por la culata, dirigida por Tomás González, que se llevará a escena en el Festival de Teatro Obrero y Campesino, que el mismo año también montará Vicente Revuelta en Teatro Estudio. En realidad, este festival, fue un proyecto generatriz de lo que para fines de los setenta sería Teatro Escambray, porque a veces las cosas están más coordinadas de lo que a primera vista parece y de lo que los dramaturgos piensan. Creo que era el año de la alfabetización, pero la obra no está exenta de propósitos experimentales, juegos de palabras y situaciones con bastante sentido del humor. Representando una dirección dramática de otra naturaleza, se estrenó Gas en los poros, ya de lleno dentro del teatro de la crueldad y especialmente en el tema de la tiranía, que va a convertirse en una temática obsesiva de nuestra dramaturgia. Al mismo tiempo la familia, vista como microcosmos de la existencia nacional, cuyo punto de partida hay que ir a buscar en el 1917 con Tembladera de José Antonio Ramos, del realismo a la crueldad, va a jugar un papel verdaderamente protagónico, que se nos irá colando hasta la médula de los huesos ya sea por el más estricto realismo o por los caminos de la metateatralidad.

Para los dramaturgos de los sesenta, procedentes directamente de la era republicana, la transición va a ser dramáticamente brutal, distanciados en absoluto de la percepción idílica de la República, que después formará parte del imaginario nacional pero que conocíamos en carne propia desde otras perspectivas, y vamos a arremeter contra ella a partir del microcosmos familiar, con saña y violencia, porque todavía no habíamos tomado el jarabe de pico del olvido y la idealización, ni anticipábamos lo que el futuro nos tenía deparado. Ya fuera por la vía más racional del realismo o por la distorsionadora de la crueldad, la familia como microcosmos de la existencia nacional y en especial la tiranía como discurso de poder van a teñir de sangre nuestras tablas con los tres tiempos del verbo ser, fue, es y será, como herencia cultural, que llegará hasta Manteca, de Alberto Pedro, en Cuba, o Las hetairas habaneras, de Corrales y Pereira, en el exilio, porque la influencia de la dramaturgia de los sesenta se dejará sentir más allá de sus límites cronológicos, y dará un salto por encima del realismo socialista, la creación colectiva y todos los parametrajes habidos y por haber.

Aunque Gas en los poros está pensada realmente a partir de la tiranía batistiana y la falta de libertad de expresión, lo cierto es que la tiranía es la tiranía, y la obra trasciende los propios límites que la motivaron, así que la lectura se me amplia con resonancias muy directas. Como aquel texto utópico de Los acosados cuando escribí aquello de “día llegará en que no tendremos cobradores”, en Gas en los poros, publicada en Lunes en marzo del 1961, antologada por Rine Leal, estrenada el mismo día 27 de noviembre de 1961 en que salía de Cuba, dirigida por Morín en un programa doble con Falsa alarma de Piñera, terminaba la obra con un texto demoledor del tirano (es decir, del personaje que lo representaba en escena) que le dice a la protagonista: “¡Tu libertad no te será fácil!”, que adquiría múltiples implicaciones y significados, para mí que me iba Cuba y para el público que lo escuchaba bajo nuevas circunstancias, ya que todo texto se independiza y trasciende los límites y las motivaciones, inclusive, de quien lo escribe.

De este período es también La sal de los muertos, análisis demoledor de la familia cubana, que fue confiscada cuando la edición ya estaba terminada en el 61 y no se va a publicar hasta el 1971, gracias a una antología que editan en España, Orlando Rodríguez-Sardiñas y Carlos Miguel Suárez Radillo, lo cual es en sí mismo un comentario cronológico sobre las consecuencias de partir o quedarse, pieza que no se ha estrenado todavía ni en Cuba ni en exilio, lo cual no deja de ser sintomático y un comentario adicional sobre nuestras circunstancias, y de la cual, después de medio siglo, voy a hacer una lectura en Havanafama, el 22 de abril de este año, patrocinada por el Instituto Cultural René Ariza. En esta obra, en conjunción con otras de este carácter que se escribieron en los sesenta, la avaricia como norma de conducta y la tiranía como abuso de poder, ambas vivitas y coleando, han sido los factores determinantes del péndulo destructor que nos ha llevado al abismo y sobre el cual el teatro de los sesenta volvió una y otra vez.

Lo cierto es que los dramaturgos de los sesenta, a pesar de las canas, hemos sido unos tipos teatralmente peligrosos y por algo nos han querido poner un tapón en la boca en más de una ocasión. En un desdoblamiento escénico que es nuestra cosmogonía, y haciendo mucho teatro dentro del teatro, hemos tenido el coraje de llenar los escenarios de sangre con los crímenes de nuestros personajes, que no han sido estrictamente inventados, porque, desgraciadamente, se basan en historias verdaderas. Entramos en la escena cubana como quien entra en una tragedia griega, inclusive cuando lo hiciéramos en chancleta, entre politiqueros, pingueros, jineteras y hetairas habaneras. Nosotros hemos corporeizados una secuela de criminales en serie que no surgían estrictamente de nuestro cerebro, llevándonos a una reconstrucción alucinada de una existencia nacional poblada de cuerpos ensangrentados que han deambulado por una mítica Habana poblada de parricidios, matricidios, filicidios, fratricidios. En los sesenta, Manet abandona su lúdico squerzo y nos hace convivir con unas mafiosas monjitas, Estorino empieza con Caín y viene a parar en tiempos de la plaga con una verdadera masacre, Triana se baja con una “idílica” familia cubana (que de alguna parte salió más allá de su cabeza) que es una pesadilla de padres, hermanos e hijos, y Arrufat desata nada más y nada menos que una guerra fratricida en Tebas. Por mi parte yo, aquel cósmico e inocente adolescente que soñaba sobre las misma rocas con reunirse con todos los desvalidos, destruidos, desposeídos, ilusos y soñadores del mundo; escribo La sal de los muertos, que es una masacre expresionista y me voy de Cuba con La Madre y la Guillotina, uno de esos textos que hubiera preferido no haber escrito, donde unas hermanas insidiosas y oportunistas, se defienden como gatas boca arriba, afirmando, entre acusaciones y reproches, que la guillotina no era de papel y que la sangre estaba corriendo a mares.

Aunque algunos se fueron y muchos se quedaron, lo cierto es que más allá de esta distinción, la jodida historia ha jodido bastante, y quizás sea hora de que deje de hacerlo y le pongamos el tapón en la boca que siempre nos han querido poner. No obstante ello, hay que reconocer que cada uno de nosotros, por su cuenta y riesgo, ha hecho otro tanto, que para eso escribimos, y ese es, básicamente, la razón de ser de nuestro trabajo, como puntualizo en Exilio. “Es nuestro to be or not to be; joder o no joder, that is the question” (y uso el término en sentido estrictamente cubano) como dijo un personaje de la obra, porque, de no hacerlo ¿para qué escribimos?

Como bien dijo Eugenio Barba cuando en Cuba, en el año 2001, recibió un doctorado honoris causa de la Escuela de Arte en un discurso magistral y casi subversivo, con un mensaje individualista de resistencia que tenía resonancias para las dos orillas y todos los tiempos, y que paso a citar: “existe la Gran Historia que nos arrastra y nos sumerge, y sobre la cual muy a menudo sentimos que no podemos intervenir y no nos concede ninguna libertad. Procede inexorablemente sin que sepamos adónde va ni por qué […] Sin embargo, [dentro de ella], es posible recortar pequeñas islas […] vivir nuestra Pequeña Historia […], crear pausas y habitats imprevistos […] y trasmitir al futuro las huellas de las diferencias [...] El teatro es un intento de estar en el agua del río sin dejarse arrastrar por la corriente”. Creo precisamente que esta era, en mayor o menor medida, la lucha interna que se desarrollaba en la dramaturgia de los setenta.

Y finalmente, termino con una cita del que fuera crítico del Times, Benedict Nightingale, que repito una y otra vez y que siempre viene a cuento: “el pasado es un lugar peligroso porque sus cimas y sus abismos están oscurecidos por la niebla. No sólo las cosas terribles que han ocurrido en el pasado moldean el presente, sino que los recuerdos y los recuerdos parciales se vuelven armas en la lucha desesperada en la cual estamos envueltos. El pasado tiene el poder de desorientar, desequilibrar, obsesionar, atrapar y destruir caracteres que están frecuentemente al borde de un abismo” Fin de cita. La incógnita de lo que fuimos reafirma lo que se desconoce. En lugar de mirar hacia delante se mira hacia atrás, fija la vista en la niebla del trópico. El pasado es una otredad a la que no podemos regresar, otra ecuación del imposible, no reversible, pero de la que dependemos: la memoria imborrable sin la cual no estamos completos: una amnesia que necesita el retorno de la memoria. El pasado es inclemente, pero tenemos que volver a él para edificar el futuro y, de ser posible, evitar volver a caer en el abismo.

Thursday, March 25, 2010

Entrevista a Enrico en su casa de Claremont.


Acabo de leer la excelente entrevista que realizó Nestor Díaz de Villegas en Diario de Cuba a Enrico Mario Santí, uno de los intelectuales más reconocidos y destacados de la cultura cubana, la recomiendo con énfasis.

Aprovecho también para agradecerle a Santí y a Rosa Ileana Boudet por estar detrás de las palabras de La noche de Eva, la obra de teatro que escribí y presenté el pasado año en la ciudad New York y que será estrenada en Miami en el mes de Mayo. Como parte de un trabajo sobre Carpentier, Enrico entrevistó a Eva Fréjaville y lo publicó en Linden Lane Magazine, agradezco también las muchas conversaciones que disfrutamos tanto en Claremont como en Pasadena donde compartía generosamente sus muchas anécdotas de vida.

El "arroz con pollo exquisito" de La Noche de Eva preparado con Vino Jerez por una amiga, no es otro que el de su esposa Nivia Montenegro.

Aquí va el link de la entrevista: Santí con acento.

Gracias Nestor por la extraordinaria idea.

Wednesday, March 24, 2010

El Teatro es la Verdad Escondida: Es una forma de vida.


El Teatro es la Verdad Escondida: Es una forma de vida.

27 de Marzo Día Mundial del Teatro.


Mensaje del Día Mundial del Teatro 2010.
-Augusto Boal-

Todas las sociedades humanas son espectaculares en su vida cotidiana y producen espectáculos en momentos especiales. Son espectaculares como forma de organización social y producen espectáculos como este que ustedes han venido a ver.
Aunque inconscientemente, las relaciones humanas se estructuran de forma teatral: el uso del espacio, el lenguaje del cuerpo, la elección de las palabras y la modulación de las voces, la confrontación de ideas y pasiones, todo lo que hacemos en el escenario lo hacemos siempre en nuestras vidas: ¡nosotros somos teatro!

No sólo las bodas y los funerales son espectáculos, también los rituales cotidianos que, por su familiaridad, no nos llegan a la consciencia. No sólo pompas, sino también el café de la mañana y los buenos días, los tímidos enamoramientos, los grandes conflictos pasionales, una sesión del Senado o una reunión diplomática; todo es teatro.

Una de las principales funciones de nuestro arte es hacer conscientes esos espectáculos de la vida diaria donde los actores son los propios espectadores y el escenario es la platea y la platea, escenario. Somos todos artistas: haciendo teatro, aprendemos a ver aquello que resalta a los ojos, pero que somos incapaces de ver al estar tan habituados a mirarlo. Lo que nos es familiar se convierte en invisible: hacer teatro, al contrario, ilumina el escenario de nuestra vida cotidiana.

En septiembre del año pasado fuimos sorprendidos por una revelación teatral: nosotros pensábamos que vivíamos en un mundo seguro, a pesar de las guerras, genocidios, hecatombes y torturas que estaban acaeciendo, sí, pero lejos de nosotros, en países distantes y salvajes. Nosotros que vivíamos seguros con nuestro dinero guardado en un banco respetable o en las manos de un honesto corredor de Bolsa, fuimos informados de que ese dinero no existía, era virtual, fea ficción de algunos economistas que no eran ficción, ni eran seguros, ni respetables. No pasaba de ser mal teatro con triste enredo, donde pocos ganaban mucho y muchos perdían todo. Políticos de los países ricos se encerraban en reuniones secretas y de ahí salían con soluciones mágicas. Nosotros, las víctimas de sus decisiones, continuábamos de espectadores sentados en la última fila de las gradas.

Veinte años atrás, yo dirigí ‘Fedra' de Racine, en Río de Janeiro. El escenario era pobre: en el suelo, pieles de vaca, alrededor, bambúes. Antes de comenzar el espectáculo, les decía a mis actores: "Ahora acaba la ficción que hacemos en el día a día. Cuando crucemos esos bambúes, allá en el escenario, ninguno de vosotros tiene el derecho de mentir. El Teatro es la Verdad Escondida."

Viendo el mundo, además de las apariencias, vemos a opresores y oprimidos en todas las sociedades, etnias, géneros, clases y castas, vemos el mundo injusto y cruel. Tenemos la obligación de inventar otro mundo porque sabemos que otro mundo es posible. Pero nos incumbe a nosotros el construirlo con nuestras manos entrando en escena, en el escenario y en la vida.

Asistan al espectáculo que va a comenzar; después, en sus casas con sus amigos, hagan sus obras ustedes mismos y vean lo que jamás pudieron ver: aquello que salta a nuestros ojos. El teatro no puede ser solamente un evento, ¡es forma de vida!

Actores somos todos nosotros, el ciudadano no es aquel que vive en sociedad: ¡es aquel que la transforma!

Traducción: Revista Artez


Mensaje Internacional del Día Mundial del Teatro de ITI UNESCO 

Por la Dama Judi Dench / 27 de Marzo de 2010.



El Día Mundial del Teatro es una oportunidad para celebrar el teatro en todas sus muchas formas. El teatro es una fuente de entretenimiento e inspiración con la habilidad de unificar las muchas diversas culturas y gentes que existen en el mundo. 

Pero el teatro es más que eso, además provee oportunidades de educar e informar. 

El teatro se realiza en todo el mundo, y no siempre en el edificio de un teatro tradicional. Las representaciones pueden ocurrir en una pequeña aldea en África, junto a una montaña en Armenia, en una diminuta isla en el Pacífico. Todo lo que necesita es espacio y una audiencia. 

El teatro tiene la habilidad de hacernos sonreír, de hacernos reír, pero también tendría que hacernos pensar y reflexionar. 

El teatro se produce a través de trabajo en equipo. Los actores son la gente que se ve, pero hay una sorprendente cantidad de personas que no se ven. Ellos son igual de importantes que los actores y sus diferentes y especializadas destrezas hacen posible que una producción se lleve a cabo. Ellos también deben compartir los triunfos y éxitos que puede –con suerte- haber. 

El 27 de Marzo es el Día Mundial del Teatro oficialmente. De muchas maneras, cada día debería ser considerado día del teatro, porque tenemos la responsabilidad de continuar la tradición de entretener, educar e iluminar a nuestras audiencias, sin las cuales no existiríamos.

TEATRO ITI.

El Instituto Internacional del Teatro-ITI organiza junto con la UNESCO una ceremonia de lectura del Mensaje para el Día Mundial del Teatro en el que estarán presentes el propio Augusto Boal; Ramendu Majumdar, Presidente del ITI; Ali Mahdi, Vicepresidente del ITI; y Jean-Pierre Guingané, Presidente de la Oficina Regional del ITI para África, quien además fue el encargado el pasado año de redactar el mensaje para el Día Mundial del Títere. El acto tendrá lugar el día 25 en la sede de la UNESCO en París. Augusto Boal, dramaturgo, escritor y director de teatro brasileño, fue quien desarrolló el ‘teatro del oprimido', método y formulación teórica de un teatro democrático, del pueblo. El pasado 2008 fue Candidato al Premio Nobel de la Paz. Exiliado en Estados Unidos en 1953, para volver a Brasil dos años después donde asume la dirección artística del Teatro de Arena de São Paulo. Entre sus obras se encuentran ‘JaneSpitfire' o la sambópera sobre la ópera ‘Carmen'.

Sunday, March 21, 2010

Gonzalo Rubalcaba: Avatar.


Foto: Pedro Portal.



Gonzalo Rubalcaba es considerado como uno de los grandes pianistas de jazz del mundo, el periodista Arturo Arias Polo lo entrevista por la presentación en Miami de su último disco "Avatar".

Rubalcaba con su último concierto de "Avatar".

by Arturo Arias Polo.
Nuevo Herald.

Cuando inició las giras con los temas de Avatar (Blue Note/EMI) el pianista cubano Gonzalo Rubalcaba no imaginó que, a la vuelta de dos años, el título de su disco estuviera en boca de todos por culpa de un filme de Hollywood. Sin embargo, ni él ni sus seguidores parecen inmutarse ante semejante coincidencia. Si las piezas fueron tan bien recibidas en el recorrido del jazzista por varias ciudades del país, Europa y el Caribe, no se debe precisamente a la popular fantasía cinematográfica. El virtuosismo de Rubalcaba y sus ejecutantes ha sido su mejor carta de triunfo.

``El título corre con la moda de la película, pero debo aclarar que el disco se grabó hace dos años'', explicó el músico minutos antes de iniciar la sesión fotográfica en el cabaret El Clique de Miami, a pocas horas del concierto The Last Avatar, que ofrecerá hoy en el EBS Auditorium de Homestead.

``Para mí siempre ha sido muy difícil titular un disco o una pieza. Pero en este caso ocurrieron tantos `avatares' durante su producción, que el nombre le venía muy bien. Curiosamente, el estudio de Nueva York donde lo grabamos, se llama Avatar'', reveló el artista de 46 años, quien se sintió apoyado por el productor ejecutivo Ken Blaydow y sus músicos en el bautizo del proyecto.

``En cada trabajo uno aspira a mostrar una evolución que puede estar dada por el propio crecimiento individual y la proyección que se tenga con el instrumento. Después de escuchar muchísimos quintetos, decidí emplear un concepto musical que no sólo respondiera a un individuo, sino al de una generación'', dijo. En Avatar, el pianista, contó con la participación del saxofonista Yosvany Terry, el trompetista Mike Rodríguez, el bajista Matt Brewer y el baterista Marcus Gilmore, sus compañeros de aventura musical que aportaron frescura a su concepto ``dentro de un orden de respeto y colaboración'', destacó.

Desde 1996 Rubalcaba vive en la ciudad de Coral Spring, ubicada muy cerca del gran Miami, un refugio que comparte con su esposa María y sus hijos Joao (20), Joan (17) y Yolanda (14). ``Me gusta vivir retirado del bullicio de la ciudad, necesito silencio, paz y calma para trabajar. Siempre busco refugios'', confiesa el jazzista, cuya presencia no es muy frecuente entre los múltiples eventos musicales de la ciudad. Pese a su amplísima discografía y a los cuatro Grammys recibidos, sin contar las nominaciones para el codiciado premio el músico comentó que en 14 años sólo se ha presentado en Miami en cuatro ocasiones. ``Me siento incómodo al no poder responder cuando me preguntan por qué no me presento con más frecuencia en Miami. Si existe una razón, no creo que yo soy quien la propicia'', aseveró.

¿Por qué anuncian su concierto de esta noche como `el último'? ``Estamos al final de una gira que se extenderá hasta mayo. Es el `último' concierto con este disco'', advirtió el pianista, que ya prepara un disco en solitario y otro con un grupo de músicos que han dejado huellas a lo largo de su carrera. •

`The Last Avatar', concierto de Gonzalo Rubalcaba con su quinteto. se realizó en el EBS Auditorium, 25795 SW 137 Ave, Homestead .

Lecturas dramatizadas 2010.



TERCER JUEVES: ES TEATRO.

Lamentamos los inconvenientes que le pueda causar los cambios realizados en el programa de lecturas.

22 de Abril: La sal de los muertos de Matías Montes Huidobro.

20 de Mayo: El hueco en la pared de Jorge Carrigan.

17 de Junio: Parapetados... de José Abreu Felippe.

Lectura Dramatizada de Teatro para niños y jóvenes.

Martes 1 de Junio.

El príncipe y el mar de Eddy Díaz Souza

Havanafama Teatro Estudio

752 S.W. 10 Avenue

Miami, FL 33130

8 :00 P.M.

Boletos: $5.00

Reservaciones llamado a 786-319-1716 o 786-506-6663

Para más información: ICReneAriza@aol.com

Thursday, March 18, 2010

Veinte años después frente al mar.



Veinte años después frente al mar

Al Horizonte no se llega en una barca de papel es una obra que se disfruta y que consolida a Ernesto García como una de las voces teatrales más interesantes de Miami.

Por Luis de la Paz
DIARIO LAS AMÉRICAS.

El estreno de Al Horizonte no se llega en una barca de papel, obra escrita y dirigida por Ernesto García (quien también asume las funciones de escenógrafo, coreógrafo, luces, musicalizador y vestuario, esto último junto a Sandra García), realza la condición de Teatro en Miami Studio como una sala alternativa, donde se hace un teatro audaz y fresco. Aunque en particular esta propuesta de García es de las más convencionales que le hemos visto, en cuanto a temática y tratamiento, no deja de sorprender por las formas de tejer la historia y cómo nos la brinda.

El tema del reencuentro es recurrente en la literatura, de la misma manera que también es usual el comodín de que personas ajenas ofrezcan su versión de un hecho determinado. Ernesto García apela a estos elementos para urdir una pieza agradable, plásticamente placentera y atractiva en su conjunto.

Tres amigos se dan cita veinte años después frente al mar, justo en el sitio que marcó el último encuentro. Allí acuden Martha, que interpreta con su dulce voz Grettel Trujillo, Antia, papel que asume con su habitual soltura Sandra García, y Salvador, personaje al que de da brillo Ariel Texidó. Además de Anniamary Martínez como la joven Antia, que brota sensual desde las sombras. La pieza resulta acogedora, pero por momentos algo dispersa, pues hay elementos, obviados intencionalmente, que tal vez le hubieran proporcionado al texto más certidumbre, como por ejemplo, qué pasó en la vida de cada uno de los convocados a lo largo de los veinte años de separación. García se concentra en el hecho del reencuentro, el repaso del pasado y el desenlace final.

La valiente escenografía, un malecón a todo lo ancho del escenario en el mismo proscenio, con las huellas de tres manos en uno de sus pilares, es lo único que necesita García para situar a los actores, que dicen sus textos como si se tratara de una efectiva interrelación (creo que con toda intención por parte del escritor y director) de tragedia griega y melodrama televisivo. El vestuario, que evoca la primera mitad del siglo XX, resulta algo más que enigmático.

Ernesto García se vale de voces en off que narran (y ponen en duda) las versiones de los hechos y las causas que llevaron a la separación de los tres amigos, que a su vez se deseaban y amaban, con toda una intensa carga de traiciones y engaños. Uno de los personajes dice: “Por amor una mentira es cierta”, algo que establece un punto clave es esta historia de amor de juventud, pasión, celos y envidia.

Al Horizonte no se llega en una barca de papel es una obra que se disfruta y que consolida a Ernesto García como una de las voces teatrales más interesantes de Miami. Toda ciudad que presume de moderna, necesita una sala como Teatro en Miami Studio, donde se hace un teatro audaz, dinámico y vanguardista.

La obra se presenta con subtítulos en inglés, los viernes y sábados a las 8:30 de la noche, y los domingos a las 5 de la tarde, en Teatro en Miami Studio, 2500 SW Calle 8, 2do. piso, Miami. Reservaciones en el (305) 551-7473.

http://www.teatroenmiami.org/

Pase adelante, si quiere en nueva temporada.


“Pase adelante, si quiere” con Artefactus Teatro.

PASE ADELANTE, si quiere se presentará a partir del Sábado, 27 de marzo de 2010, a las 8:30 PM, en Havanafama Teatro, ubicado en el 752 SW 10 Ave, Miami. por tres fines de semana consecutivamente. Sábados 8:30 PM, Domingos 6:00 PM. Los boletos tienen un valor de $20.00 dólares. Si es estudiante, persona mayor o compra el boleto con anticipación el valor del mismo será $15.00 dólares. Para mayor información, llamar al (786) 319 1716.

Sunday, March 14, 2010

Danza Contemporánea.


Evedis Alfonso, Rocío Álvarez, Belma Zuazo, Adorys Colina, Eruadye Muñiz.

Espectáculo de Danza Contemporánea
Fecha:19, 20, 21, 26, 27 y 28 de Marzo
2, 3, 4 de Abril
Viernes y Sábados: 8:30
Domingo: 6:00
Lugar: Teatro Abanico, 3138 Commodore Plaza.
Coconut Grove, 33133.

Thursday, March 11, 2010

The History of Cuban Cuisine.


The Cuban Cultural Center of New York and the Society of Cuban-American Engineers & Architects invite you to a fundraising luncheon in support of our IX Annual Congress CUBAN ARCHITECTURE: A CULTURAL LEGACY Featuring a unique presentation on The History of Cuban Cuisine by culinary historian, author, and restauranteur Maricel Presilla owner of Zafra, Cucharamama and the newly opened Ultramarinos, all in Hoboken. Ms. Presilla was recently featured in The New York Times (2/17), (click on link: ) and has been a guest chef at the White House and on numerous television programs, including the Food Network and Martha Stewart.

WHERE: Cucharamama 233 Clinton St., Hoboken, NJ
WHEN: Sunday, March 14 at 1 p.m.

DONATION: $50 (limited seating)

RSVP by e-mail: cccofny@aol.com


(please register early,
reservations will not be accepted beyond capacity) Please send payment to: Cuban Cultural Center, P.O. Box 2608 Times Square Station, New York, NY 10036.

Wednesday, March 10, 2010

Love story in 'Horizonte' transcends romanticism


Love story in 'Horizonte' transcends romanticism

BY MIA LEONIN
Special to The Miami Herald

Standing at the sea wall of an unnamed island, three childhood friends reunite after a 20-year hiatus. Once an inseparable trio that turned into a disastrous love triangle, Antia (Sandra García), Martha (Grettel Trujillo) and Santiago (Ariel Texidó) must now face each other as adults and confront the irrevocable actions of their youth.

Written and directed by Teatro en Miami Studio's artistic director Ernesto García, Al horizonte no se llega en una barca de papel (The Horizon Can't Be Reached in a Paper Boat) poses the question: If we can't change the past, what can we hope for from the future? The play is performed in Spanish with English supertitles and runs through April 11 at the company's cozy black box in Little Havana.

Insinuations and old grievances are aired from the outset of this one-act. Initially, the play's high-pitched emotional tenor seems in need of a little directorial restraint. Al horizonte, however, doesn't just coast on the sails of innocence lost. It delivers depth and drama.

In Al horizonte, García, who has shown his talent for everything from psychological drama to farce, reveals a novelist's sensibility. The plot twists are surprising, its revelations well earned, and the ending is spectacularly rich with possibilities.

The play's universality doesn't hinder García from creating a nuanced vision of the often memorialized ocean. In fact, each character uniquely reflects a different aspect of the infinite waves just on the other side of the sea wall.

Sandra García is the acerbic, salty Antia. She travels rocky emotional and moral terrain, and this veteran actress shows her chops. Despite her small stature, García's Antia thunders and roils with oceanic force; yet, paradoxically, she's most engaging in her moments of quiet realism and frank humor.

As the sweet and docile Martha, Trujillo exudes silver screen glamour. Her dramatic eyes are framed by dark tussled hair and a white wide-brimmed hat with netting. Playful, capricious and undulant, Martha embodies the feminine draw of the sea.

Texidó's Santiago aptly represents the horizon -- something desired, but unattainable. His magnetism isn't always as palpable as one would imagine, considering his history with both women, but he's charming and mercurial.

Anniamary Martínez occasionally steps from the shadows, dressed as a young bride in a series of flashbacks that add lyricism and tension to the drama. These brief appearances and a few dreamlike movement sequences are visually stimulating and add dimension to the otherwise static sea wall.

Horizonte is an inquiry into friendship, love and the irreversible actions that mar even the most earnest intentions. It is also a reverent nod toward the unknowable future.

What: ''The Horizon Can't Be Reached in a Paper Boat'' by Ernesto García (performed in Spanish with English supertitles)
Where: Teatro en Miami Studio, 2500 SW Eighth St., Little Havana, through April 11
When: 8:30 p.m. Friday and Saturday, 5 p.m. Sunday
Cost: $20
Info: 305-551-7473 or www.teatroenmiami.org

Friday, March 5, 2010

Festival del monólogo en su cuarta semana.


Viernes, Marzo 12, 2010

Presentación de cuatro monólogos.


“Chapita”

Actriz: Vivi Rubi

País: Venezuela

Autor: Osvaldo Strongoli

Director: Osvaldo Strongoli

Genero: Melodrama


“El perjuicio del tabaco”

Actor: Ángel Lucena

País: Venezuela

Autor: Antón Chejov

Director: Ángel Lucena

Genero: Comedia


“Frente a la cruz de Cristo”

Actor: Paut William

Pais: Costa Rica

Autor: Paut William

Director: Paut William

Genero: Melodrama


“La muerte”

Actor: Miguel Sahid

País: Puerto Rico

Autor: Anónimo

Director: Miguel Sahid

Genero: Melodrama


“Al Fín”

Actriz: Ivette Viñas

País: Cuba

Autor: Julie de Grandy

Director: Gonzalo Madurga

Genero: Comedia


Havanafama Teatro Estudio

752 S.W. 10 Avenue

Miami, FL 33130

10:00 P.M.

Boletos: $10.00

Reservaciones llamado a 786-319-1716 o 786-506-6663


Thursday, March 4, 2010

Melodrama sobre la amistad y el pasado.


Melodrama sobre la amistad y el pasado.

BY ARTURO ARIAS-POLO

ELNUEVOHERALD.COM


Tras 20 años sin verse, un grupo de amigos se reencuentra en una playa donde reflexiona sobre el amor, la amistad y la inmovilidad del pasado. Es el inicio de Al horizonte no se llega en una barca de papel, melodrama de Ernesto García que se estrenará mañana en Teatro en Miami Studio en un montaje dirigido por él. ``El horizonte es la línea imaginaria, el futuro, lo que no se sabe y no se puede alcanzar'', expresó García, autor de Aromas de un viaje, El reloj dodecafónico y Enema, entre otros textos también dirigidos por él en su sala de la Calle 8. ``El título es simbólico, pero desempeña un papel fundamental en la obra porque es una manera de indagar en un pasado mientras se juega con el futuro desconocido de los personajes'', anticipó el teatrista, quien recurrió al triángulo amoroso para hablar de la niñez, la juventud y la adultez, antes de que sus personajes hicieran un paréntesis para salvar la amistad.

García aclaró que si la historia no está ubicada en un lugar y en un tiempo específico, y evita las referencias históricas o geográficas, se debe que se concentra en el drama humano. ``El texto es un canto a la inocencia y a la necesidad de recobrarla'', argumentó. En lo referente a la estructura, el artista explicó que los sucesos están contados de manera tal que los testigos aseguran haber presenciado el reencuentro entre amigos. ``Cada uno tiene una versión de lo ocurrido. Sin embargo, sólo estarán de acuerdo al final de la obra'', precisó el polífacético teatrista, cuya música y diseños sazonan el montaje. ``He querido escribir una suerte de obra impresionista, que emulando el estilo pictórico, cree cada escena a través de pinceladas mientras los espectadores fantasean y arman sus propias historias'', reveló.

Al horizonte no se llega en una barca de papel marca el regreso a las tablas de Teatro en Miami Studio de Ariel Texidó y Grettel Trujillo, quienes se unirán a Sandra García, presidenta y productora de la compañía, y Anniamary Martínez, uno de los talentos formados por el director.

Estreno mundial de `Al horizonte no se llega en una barca de papel' en Teatro en Miami Studio, 2500 SW Calle 8. Mañana a las 8:30 p.m. Funciones viernes y sábado 8:30 p.m. y domingos 5 p.m. Informes: (305) 551-7473/ www.teatroenmiami.org. Hasta el 11 de abril 11. La obra se presentará con supertítulos en inglés.


Perdedor en el Festival del monólogo.


Perdedor de José Abreu Felippe es otra de las opciones para ver en el Festival del monólogo. Dirigido por Juan Roca y representado por Isaniel Rojas.

Havanafama Teatro Estudio.
752 Sw y 10 Ave.
Domingo 7 de Marzo a las 6pm.
Para más información llamar al: 786 319 1716.