Foto: Abraham Paredes. Matías Montes Huidobro .
La Jornada de Oriente - Puebla, Mexico - Cultura.
Jueves, 10 de julio de 2008
Tras la revolución, se da la década más rica de la dramaturgia en Cuba: Montes Huidobro
Por Yadira Llaven
“Los primeros 10 años del teatro en Cuba a partir de la revolución son uno de los períodos más conflictivos de la historia nacional; sin embargo, es, al mismo tiempo, la década más rica del teatro cubano por la calidad y cantidad de obras que se producen y el numeroso grupo de autores que van a unir sus fuerzas creadoras para enriquecer esta dramaturgia”, consideró en entrevista con La Jornada de Oriente, Matías Montes Huidobro, quien plasma este análisis en los libros Teatro cubano: vanguardia y resistencia estética (1959–1961) y El teatro cubano entre la estética y el compromiso (19621969).
Huidobro (Sagua la Grande, Cuba) es uno de los más reconocidos escritores cubanos. Es dramaturgo, narrador, poeta y ensayista. Ha recibido diversos reconocimientos otorgador por el Fondo de la Cultura Económica de México y el Café Gijón de España. En teatro ha merecido el Premio Prometeo y el José Antonio Ramos, en Cuba; y el René Ariza en los Estados Unidos.
Tras su presencia en la mesa El teatro de Matías Montes Huidobro, donde fue analizada su obra por su connacional Jorge Febles, de la Universidad del Norte de Florida, bajo la moderación de Gastón Alzate, de la Universidad del Estado de California, comentó a este medio sobre la importancia de la dramaturgia cubana.
Explicó que esta riqueza teatral que se da en los primeros 10 años posrevolucionarios “casi no ha sido estudiada”; no obstante, varios puntos analíticos se concentran en textos de su autoría, como Cuba detrás del telón, que forma parte de un extenso recorrido por la escena que se inicia con Persona: vida y máscara en el teatro cubano, se amplía con El teatro cubano durante la República (19021959), y se enriquece con múltiples ensayos.
A partir del análisis de la producción de Virgilio Piñera y Carlos Felipe, dijo que en los textos reunidos en Teatro cubano: vanguardia y resistencia estética se interpreta la intensa actividad teatral que se desarrolla en esos primeros años, en la que Montes Huidobro participa activamente como crítico y dramaturgo, hasta iniciarse un proceso de cambio en 1961 a raíz de las “Palabras a los Intelectuales” y el cierre de Lunes de Revolución, “periodo generalmente estudiado e interpretado desde la óptica oficial”.
Por ello, actualmente el dramaturgo se aboca a analizar a los autores Rolando Ferrrer, José Triana, Antón Arrufat, Abelardo Estorino, Gloria Parrado, Ezequiel Vieta, Manuel Reguera Saumell, Raúl de Cárdenas, Nicolás Dorr y Leopoldo Hernández y Toros.
Cuba detrás del telón, que se divide en dos vastos tomos, además de ser una investigación crítica minuciosa y documentada, interpretada con óptica escénica, señaló, “es también un análisis del carácter nacional y del tumultuoso y complejo contexto histórico en el cual el movimiento teatral se desarrolla”.
El libro mencionado fue presentado la tarde del martes, durante las Decimosextas Jornadas Internacionales de Teatro Latinoamericano, que organizan el Centro Cultural Espacio 1900 y la Universidad de Tennessee, y que culminan hoy jueves 10 de julio, por la tarde.
“La crítica teatral posrevolucionaria era en vivo y no académica”
La crítica posrevolucionaria, dice Huidobro, “era más de teatro en vivo, pero al pasar a los Estados Unidos el enfoque cambia, porque ya no era la crítica directa, sino universitaria. A través de los textos se estudiaba, se enseñaba y después se escribían los artículos y los ensayos”.
A cuatro décadas de su salida de la isla, cuando contaba con 30 años de edad, expuso que “cuando uno se va de Cuba siempre se piensa en regresar al país de origen, pero esto sólo pasa cuando uno se va formado, pues los lazos son distintos, a diferencia de la niñez”.
“Cuando yo me fui, ya llevaba bien fundadas mis raíces, que son muy fuertes, y éstas se siguen manteniendo, sin importar la distancia del país. Uno se lleva la memoria histórica, la memoria geográfica, la experiencia individual y el carácter se mantiene. Los cubanos fuera de la isla seguimos siendo cubanos, donde quiera que estemos, y esto se manifiesta hoy, en este tipo de encuentros”, relató.
–¿Cómo cambia su manera de pensar, desde la crítica de la dramaturgia, tras la salida de Cuba? –se le preguntó.
–Ante una obra de teatro, en específico El beso de la mujer araña, existe aquí y en Cuba, como en cualquier otra parte del mundo. Mi interpretación crítica del texto, sobre el punto de vista teórico del teatro, sigue siendo la misma, pero como uno es un ser en movimiento, entonces las experiencias personales entran en juego, como la posición histórica y política actual, en la redacción de un texto.
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