Sarah Moreno
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El Nuevo Herald l 11/20/2011
La escritora cubana Elena Tamargo falleció hoy al amanecer en Miami. Tamargo, de 54 años, había luchado durante varios años contra el cáncer a la vez que se mantenía activa en la vida cultural de la ciudad, y seguía escribiendo poesía además de crítica de teatro para El Nuevo Herald.
“Elena simboliza para nosotros la belleza y la fe en la poesía”, dijo la profesora universitaria y crítica literaria Madeline Cámara, quien recuerda la fidelidad de Tamargo con sus amigos y su habilidad para mantenerlos unidos.
“Elena le daba cohesión a la generación de poetas cubanos de los 80, a la que pertenecía. En sus últimos libros, escritos en Miami, le rindió culto a su ciudad, La Habana”, añadió Cámara.
Nacida en el puerto de Cabañas, cercano al Mariel, en la provincia de La Habana, Tamargo se mudó a la capital en los años 70 para estudiar en la Universidad la carrera de Lengua y Literatura Alemana. Según apuntó Cámara, su labor como profesora de alemán era muy importante para Tamargo, que también enseñó en universidades mexicanas cuando se estableció allí a partir de 1992 con su esposo, el poeta Osvaldo Navarro. El fallecimiento de Navarro en el 2008 motivó que Tamargo se mudara definitivamente a Miami para estar cerca de su hijo Nazim Navarro.
Con Navarro también compartió Elena una estancia en Rusia, donde presenció el fin del sistema comunista y la caída del muro de Berlín. Fue su fructífera estancia en México, sin embargo, la que le permitió trabajar como crítica y editora de la obra de grandes poetas latinoamericanos como Juan Gelman y Gonzalo Rojas y colaborar con la Fundación Octavio Paz.
“Elena era una mujer llena de bondad, que en varias ocasiones me dijo que quería que la recordaran como una persona buena”, expresó su amigo, el escritor y promotor cultural Manny López, quien compartía mucho tiempo con ella y pudo comprobar como su profesionalismo se mantuvo hasta el final.
“Me decía que quería trabajar y ser útil, su mayor preocupación era cumplir con sus críticas de teatro, incluso aunque a veces sintiera los efectos de la enfermad”, contó López, recordando que “siempre me recordaba que la poesía estaba en todas partes y que sólo teníamos que notarla y después escribir”.
López leerá esta tarde a las 4 p.m. en el salón 6100 del Recinto Wolfson en la Feria del Libro en la sesión que Tamargo estaba programa para presentarse, donde compartiría con los poetas Ena Columbié y Leo Selis. López ha elegido para su lectura poemas inéditos de Tamargo que se publicarán en el libro Dias ya vacíos, un volumen recopilatorio de su obra poética que editará Bluebird.
“Voy a recordar a Elena de muchas formas, sobre todo por su deseo de vivir y por su incesante trabajo, porque aún enferma le decía que sí a sus amigos para escribirles un prólogo o un comentario para un libro. También estábamos organizando una presentación en Miami de la poeta guatemalteca Maya Cu, que ella admiraba mucho”, contó López, que considera que los planes de Elena le dieron energías para luchar contra la enfermedad.
A Tamargo la sobreviven su hijo Nazim, su nuera Dani y sus tres nietos, además de su hermano José Francisco Tamargo y su familia.
Sus restos serán cremados y no habrá servicios funerarios.
A manera de homenaje, el grupo de teatro Akuara ofrecerá una función gratuita de la última obra a la que Elena asistió, Traficantes de pasión, el sábado 26 a las 8:30 p.m. en la sala Akuara, localizada en 4599 SW 75 Ave.
Informes: 786 853 1283
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