Luis de la Paz, ganador del Premio Lydia de ArtesMiami, Aida Levitán Cristina Barrios y Octavio Ramos.
CORTESÍA José Abreu Felippe
Nuevo Herald
Publicado el miércoles 13 de abril del 2011
Premio Lydia Cabrera otorgado a Luis de la Paz
Olga Connor
El premio Lydia Cabrera se le confirió este año al narrador y periodista Luis de la Paz. Se le entregó el sábado por la noche en la residencia en Key Biscayne de Aida Levitán, presidenta de Artes Miami, organización que otorga el premio. Asistió un grupo de amigos y representativos de la comunidad, que donaron $100 por pareja.
RETRATO ÍNTIMO
Conocí a Luis de la Paz hace años en una conferencia donde él leía uno de sus cuentos, quizás de Un verano incesante (Universal, 1996) o de El otro lado (Universal, 1999). Impresionaba la portentosa imaginación unida a una base de realismo narrativo que exhibía su relato, en contraste con la presencia del autor, modesto en exceso, sin los típicos rasgos esnobistas de muchos literatos. A esa sencillez, aprendí, se unía una capacidad de trabajo extraordinaria con la que se ha echado encima la organización de muchas actividades culturales, como la fundación del Instituto Cultural René Ariza (ICRA), con lecturas de obras teatrales, entrega de premios anuales y un blog. Ha colaborado también por mucho tiempo con el Pen Club de Escritores Cubanos en el Exilio, del cual es ahora vicepresidente. Como periodista, reseña libros, eventos y actuaciones escénicas en el Diario Las Américas desde 1996. Como editor, ha compilado Reinaldo Arenas aunque anochezca: Textos y documentos (Universal, 2001) y Teatro cubano en Miami (Silueta, 2010). Como ensayista han aparecido trabajos suyos en varios libros, Enciclopedia del español en Estados Unidos (Editorial Santillana), Español o Spanglish (Miami, 2005) y otros. Fue miembro del equipo de redacción de la revista Mariel, que fundó Reinaldo Arenas, y fundó la revista El ateje en la red. Además, ha recibido premios y distinciones en Estados Unidos y España.
ARTES MIAMI
En el acto, aunque social en parte, Levitán explicó que su organización, Artes Miami, comenzó como Hispanic Events, Inc., en 1995, con actos de variada naturaleza, como la Feria de Sevilla en Miami. Ahora ha incorporado la Editorial Ultramar, con poemarios de Rodrigo de la Luz, y la antología poética La ciudad de la unidad posible, realizando sus presentaciones en librerías y centros culturales. Vea www.artesmiami.org
Levitán explicó además, en inglés y en español, quién era la eximia escritora y antropóloga cubana Lydia Cabrera, autora de libros seminales como El monte, un diccionario de la lengua yoruba o lucumí, con notas sobre “la magia, las religiones y el folclor de los negros de Cuba”, quien estuvo viviendo en París en los años 20 y 30, donde fue instada a publicar sus Cuentos negros de Cuba. Desde entonces hasta su muerte en el exilio en Miami, Cabrera siguió escribiendo sobre la cultura afrocubana, hasta convertirse en una autoridad sobre el tema.
El premio entregado a De la Paz fue un cuadro del artista Rodrigo de la Luz, y un cheque donado por el Club de Rotarios Miami Granada por valor de $500, que le entregó el presidente del Club Octavio Ramos. El primer premio Lydia Cabrera le fue entregado en diciembre de 2009 a la periodista Gloria Leal.
PALABRAS DEL HOMENAJEADO
El homenajeado no se inmutó ante los elogios de Levitán ni de la concurrencia, sino que explicó que su especialidad era la de escribir y no la oratoria, por lo que leyó palabras que eran prácticamente como si se estuviera reseñando a sí mismo para su Diario. “Este premio significa que alguien, una institución o un grupo de personas, han seguido mi trayectoria leyendo mis columnas, y han entendido que el resultado de ese trabajo, que hago con tanto esfuerzo como dedicación, posee valores que lo hacen merecedor de un reconocimiento tan destacado”, expresó el homenajeado, añadiendo: “Lydia Cabrera, a la que tuve el privilegio de conocer e incluso de visitar en su pequeño apartamento de Coral Gables, es símbolo de mujer, de exiliada, de perseverancia y entrega a su obra, por ello recibir un premio que lleva su nombre, realza mi compromiso como escritor y periodista”.
Lo más curioso es que también redactó un pequeño relato como cuentista describiendo lo que sucedía en ese momento: “El escritor escuchaba con atención lo que decían de él. Trataba de reconocerse en las palabras. Pensaba en lo difícil que le había sido desempeñarse como periodista, una profesión que no es para tímidos. El retraimiento le ha sido siempre un inconveniente, por eso prefería escribir en vez de entrevistar. En la escritura encontraba una relación íntima, privada, que le permitía regodearse en las palabras, algo que no se logra cuando se interroga frente a frente”.
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