Olga Connor.
El Nuevo Herald.
Publicado el martes 20 de octubre del 2009.
'TIEMPO VENCIDO' DE LUIS DE LA PAZ CREA UN TIEMPO NUEVO
Es significativo que el arte de la narrativa cuente con muy buenos cuentistas cubanos. Luis de la Paz es uno de ellos. El cuento podrá ser una fórmula para regresar al pasado con la memoria, pero también es un género que crea otro tiempo nuevo ideal, y que en los relatos de De la Paz en su libro Tiempo vencido (Editorial Silueta) ejemplifica uno de los mayores encantos del género.
En La otra cara de la luna, por ejemplo, refleja de modo escueto el posible regreso de un escritor afamado del exilio al paraninfo de la Universidad de La Habana, frente a su verdadero público y para mostrar su éxito; pero en la realidad del cuento cumple justicieramente con el leit motif de su obra literaria. Como en cada relato de este escritor, éste tiene un final abrupto e irónico, un anticlímax, la perfecta solución o denouement al misterio de la historia.
Tiempo vencido fue presentado en el Programa para la promoción de la lectura y la escritura del Centro Cultural Español (CCE) y le hicieron honores el público de amigos y colaboradores y los narradores Rodolfo Martínez Sotomayor, director de la Editorial Silueta que lo publicó, y José Abreu Felippe, haciendo ambos las introducciones. Sotomayor enfatizó la forma en que contrastó su primera impresión de hombre hosco e impulsivo que tuvo de De la Paz, al conocerlo por recomendación de Carlos Victoria, y su cambio de actitud al oírlo leer sus cuentos. Encontró en ellos "una atmósfera que atrapaba al lector hasta un final que siempre sorprendía por su ingeniosidad''. Lo describió como "escritor de prisa'', reflejado en sus historias, que impulsan "a leerlas con esa misma prisa voraz que Luis de la Paz nos evoca''. "Es un periodista tenaz, haciendo entrevistas, reseñas literarias, artículos de opinión [en Diario Las Américas]'', dijo Sotomayor, hasta que finalmente ha reunido estos 15 cuentos "que sus amigos le exigían''.
Esta es "una literatura que vence al tiempo'', pronunció Abreu Felippe, recordando sus primeros encuentros con el autor en Cuba, donde fundaron una revista clandestina en el Parque Lenin, titulada Ah, la marea, que preparaba un grupo de lectores subversivos que allí se reunía, entre los que se encontraba Reinaldo Arenas. Recordó la novela Underground, de De la Paz, y su primer libro de cuentos Lúteo, perdidos en el éxodo. También señaló que fue cofundador de la revista Mariel, que retomaba en libertad el proyecto clandestino del parque Lenin, y, junto con Jesús Hernández, publicó la revista digital El Ateje. Un verano incesante y El otro lado son dos libros de cuentos anteriores y Reinaldo Arenas, aunque anochezca, una colección de textos en homenaje al amigo muerto, siguió relatando Abreu Felippe, quien definió el libro Tiempo vencido, como "una indagación por las entrañas del alma exiliada''.
Los personajes de los cuentos están marcados por su condición de exiliados, desde el poeta marginal Eddy Campa, cuyo homenaje aparece en Mandrake el mago brilla en el Southwest, hasta el atormentado poeta Juan Francisco Pulido, que se suicidó a los 22 años, reflejado en La noche en el abismo. Finalmente, Abreu Felippe resumió cada cuento con una frase, una intuición, y apuntó que "hay claves, enlaces entre las distintas narraciones, que el lector se encargará de descifrar''.
"Me han presentado como un loquito'', dijo Luis de la Paz refiriéndose a las bromas de sus presentadores, y pasando a agradecer a los muchos amigos que se han ocupado de su libro, a William Navarrete, a Jesús Hernández, al programa de Alina Fernández Revuelta, al portal del Instituto Cultural René Ariza (ICRA), a Emilio Ichikawa, a Teatro en Miami, al CCE y muchos otros. Para él su libro recorre el tiempo desde la pérdida en la infancia hasta el tema de los balseros, que también se expresa en la distancia de los 20 años que separan a un hijo de su padre que no sabía de su existencia en el cuento Llegó Daniel, que leyó para el público. También habló del tiempo en que estuvieron guardados los relatos, desde hace 10 años algunos, y otros desde hace nueve meses. Consideró que Después del noticiero es el más íntimo y explicó que Balseros fue ambientado en 1994. Y destacando su afán por la prisa al que aludieron sus críticos, advirtió que, aunque se ha planteado una novela, simplemente no tiene paciencia para escribirla. Tiempo vencido se presentará en noviembre en la Feria del Libro.
En La otra cara de la luna, por ejemplo, refleja de modo escueto el posible regreso de un escritor afamado del exilio al paraninfo de la Universidad de La Habana, frente a su verdadero público y para mostrar su éxito; pero en la realidad del cuento cumple justicieramente con el leit motif de su obra literaria. Como en cada relato de este escritor, éste tiene un final abrupto e irónico, un anticlímax, la perfecta solución o denouement al misterio de la historia.
Tiempo vencido fue presentado en el Programa para la promoción de la lectura y la escritura del Centro Cultural Español (CCE) y le hicieron honores el público de amigos y colaboradores y los narradores Rodolfo Martínez Sotomayor, director de la Editorial Silueta que lo publicó, y José Abreu Felippe, haciendo ambos las introducciones. Sotomayor enfatizó la forma en que contrastó su primera impresión de hombre hosco e impulsivo que tuvo de De la Paz, al conocerlo por recomendación de Carlos Victoria, y su cambio de actitud al oírlo leer sus cuentos. Encontró en ellos "una atmósfera que atrapaba al lector hasta un final que siempre sorprendía por su ingeniosidad''. Lo describió como "escritor de prisa'', reflejado en sus historias, que impulsan "a leerlas con esa misma prisa voraz que Luis de la Paz nos evoca''. "Es un periodista tenaz, haciendo entrevistas, reseñas literarias, artículos de opinión [en Diario Las Américas]'', dijo Sotomayor, hasta que finalmente ha reunido estos 15 cuentos "que sus amigos le exigían''.
Esta es "una literatura que vence al tiempo'', pronunció Abreu Felippe, recordando sus primeros encuentros con el autor en Cuba, donde fundaron una revista clandestina en el Parque Lenin, titulada Ah, la marea, que preparaba un grupo de lectores subversivos que allí se reunía, entre los que se encontraba Reinaldo Arenas. Recordó la novela Underground, de De la Paz, y su primer libro de cuentos Lúteo, perdidos en el éxodo. También señaló que fue cofundador de la revista Mariel, que retomaba en libertad el proyecto clandestino del parque Lenin, y, junto con Jesús Hernández, publicó la revista digital El Ateje. Un verano incesante y El otro lado son dos libros de cuentos anteriores y Reinaldo Arenas, aunque anochezca, una colección de textos en homenaje al amigo muerto, siguió relatando Abreu Felippe, quien definió el libro Tiempo vencido, como "una indagación por las entrañas del alma exiliada''.
Los personajes de los cuentos están marcados por su condición de exiliados, desde el poeta marginal Eddy Campa, cuyo homenaje aparece en Mandrake el mago brilla en el Southwest, hasta el atormentado poeta Juan Francisco Pulido, que se suicidó a los 22 años, reflejado en La noche en el abismo. Finalmente, Abreu Felippe resumió cada cuento con una frase, una intuición, y apuntó que "hay claves, enlaces entre las distintas narraciones, que el lector se encargará de descifrar''.
"Me han presentado como un loquito'', dijo Luis de la Paz refiriéndose a las bromas de sus presentadores, y pasando a agradecer a los muchos amigos que se han ocupado de su libro, a William Navarrete, a Jesús Hernández, al programa de Alina Fernández Revuelta, al portal del Instituto Cultural René Ariza (ICRA), a Emilio Ichikawa, a Teatro en Miami, al CCE y muchos otros. Para él su libro recorre el tiempo desde la pérdida en la infancia hasta el tema de los balseros, que también se expresa en la distancia de los 20 años que separan a un hijo de su padre que no sabía de su existencia en el cuento Llegó Daniel, que leyó para el público. También habló del tiempo en que estuvieron guardados los relatos, desde hace 10 años algunos, y otros desde hace nueve meses. Consideró que Después del noticiero es el más íntimo y explicó que Balseros fue ambientado en 1994. Y destacando su afán por la prisa al que aludieron sus críticos, advirtió que, aunque se ha planteado una novela, simplemente no tiene paciencia para escribirla. Tiempo vencido se presentará en noviembre en la Feria del Libro.
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