Saturday, September 5, 2009

Entrevista a Rodolfo Martínez Sotomayor.



Rodolfo Martínez Sotomayor, editor y escritor cubano.

Rodolfo Martínez: La infelicidad es una gran materia prima para la literatura


(Martí Noticias, A. de Armas)

Rodolfo Martínez Sotomayor nació en La Habana en 1966 y llegó a Estados Unidos en 1989. Cursó estudios de Economía en Cuba y de periodismo en el Koubek Center de la Universidad de Miami. Ha colaborado en diversas revistas y periódicos de los Estados Unidos y España en sus secciones de arte y literatura, y ha publicado los libros Contrastes (La Torre de Papel, 1996), Claustrofobia y otros encierros (Ediciones Universal, 2005), y la compilación de textos Palabras por un joven suicida: homenaje al escritor Juan Francisco Pulido (Editorial Silueta, 2006).

Cuentos y poemas suyos han sido incluidos en recopilaciones y antologías como Nuevos narradores cubanos (Siruela, 2001), traducido al francés, al alemán, y al finés, Reinaldo Arena aunque anochezca (Ediciones Universal, 2001), y Cuentos desde Miami (Barcelona, 2004), entre otros.

Armando de Armas realizó la siguiente entrevista a Rodolfo Martínez Sotomayor.

MN. ¿Por qué surge la Editorial Silueta?

RM. Hace unos años, mientras dirigía tertulias literarias en una librería llamada Libri Mundi, cuando los autores leían fragmentos de sus obras inéditas, muchas personas se me acercaban a preguntarme la fecha de salida del libro. Ellos pensaban que mi interés por promover la literatura de otros, se debía a que era parte de una editorial. En aquel momento sentí esa necesidad de crearla. Unos años después decidí hacer un homenaje al talentoso escritor cienfueguero Juan Francisco Pulido, el cual se suicidó en Minnesota a la edad de 22 años. El homenaje consistía en la recopilación de poemas, cuentos y artículos periodísticos que habían salido en torno a él, después de su muerte.

Me llamó la atención que escritores de larga trayectoria como José Abreu Felippe, Belkis Cuza Malé, Carlos Victoria y otros, hayan sido impresionados por su breve existencia, la cual los motivó para creaciones literarias. Teniendo el libro listo, pensé que no encontraría una editorial a la que le gustase el proyecto, ya que los mayores interesados por dar a conocer el talento truncado de Pulido éramos sus amigos. En ese momento nace la Editorial Silueta, el primer libro se tituló: Palabras por un joven suicida: homenaje al escritor Juan Francisco Pulido. Fue un éxito rotundo. Abrió, además, una caja de Pandora, ya que como consecuencia de su lanzamiento, se dieron a conocer los daños sicológicos a los que fue sometido Pulido en Cuba por su actitud contestaría, daños que provocaron su suicidio unos años después.

El libro se agotó en pocos meses, pero lo más importante fue que no quedó en el anonimato su caso y que se dio a conocer la breve obra de quien para algunos era uno de los jóvenes escritores más talentosos de su generación. Hoy su nombre se encuentra en la Enciclopedia del español en los Estados Unidos e indirectamente, gracias a él, nació la Editorial Silueta.

MN. ¿Cuántos títulos ha publicado?

RM. Hemos publicado siete libros, dos de ellos, Tiempo vencido, de Luis de la Paz y Sakuntala la mala contra la Tétrica mofeta, de Daniel Fernández se presentarán en el mes de septiembre en el Centro Cultural Español. Estarán también en la Feria Internacional del Libro de Miami junto a Veintiún cuentos concisos, de Juan Cueto-Roig. Y se encuentra en preparación un libro del escritor Denis Fortún, un conjunto de relatos de este original escritor cienfueguero.

MN. ¿Qué tipo de libros prefiere editar?

RM. Me interesa que prime el talento, lo más importante para mí es la calidad literaria, sin importarme el género. He publicado poesía, novela y cuento, pero siempre he procurado ofrecer al lector calidad.

MN. ¿Qué tipo de autor prefiere editar?

RM. En el caso de autores cubanos, que hasta el momento han sido todos, prefiero aquellos que hayan sido inéditos en Cuba teniendo una obra de gran valor. Aquellos que teniendo un enorme talento no han hecho concesiones con el poder, ni económico ni político; a los que prefirieron escribir para sí mismos y mantener la libertad creativa. Esa decencia literaria no es muy abundante y promoverla me estimula.

Con eso no quiero decir que no entiendo a quienes lo han hecho eludiendo compromisos políticos, esos autores también me interesan como te dije anteriormente, cuando en su obra prevalece la calidad; pero de preferencias me hablas.

MN. ¿Cómo se sostiene un proyecto editorial en español en un país de habla inglesa?

RM. Miami es una ciudad joven, pero el interés por la literatura en español va creciendo a medida que aumenta la población hispana. La Feria Internacional del Libro de Miami, las pocas librerías hispanas y el Centro Cultural Español contribuyen a esto. Es difícil, pero estimula a la perseverancia.

MN. ¿Es la edición un arte?

RM. Por supuesto, el buen gusto en la elaboración de un libro requiere de una sensibilidad que no se improvisa. Cuento con un excelente equipo de colaboradores.

MN. ¿Siendo escritor cómo es que se lanza a la aventura de la edición, no hay en ello un conflicto de intereses, es decir, por qué editar los libros de otros en lugar de los suyos?

RM. Creo que todo gesto de altruismo trae consigo una dosis de egoísmo. No creo en la autocracia ni en política ni en economía ya que me parece que la mejor manera de ayudarnos a nosotros mismos es ayudando a los demás. Si contribuimos a la difusión de la literatura que comparta nuestros valores estéticos y éticos, lo estamos haciendo con nuestra obra en cierta forma.

MN. ¿Terminado el régimen actual en la isla se establecerá el sello Silueta en La Habana?

RM. No me avergüenza decir que adoro Miami, La Habana es la idílica ciudad de mi infancia y adolescencia. Una ciudad que me provocaba claustrofobia a pesar de su mar. Pero es cierto que está allí nuestro público ideal, el que no pudo escapar y se le es negado el acceso a nuestra literatura y a todo lo que evoque la verdad. Me gustaría, si es que llega ese día, poder establecer una especie de sucursal, aún cuando siguiera habitando de este lado.

MN. ¿El hecho de haber nacido y haberse criado en las cercanías de San Francisco de Paula en La Habana, de lo que fuera la residencia en la isla del escritor Ernest Hemingway, influyó en alguna medida en su amor por la literatura?

RM. La finca La vigía la visitaba constantemente. Estudié en un preuniversitario junto a ella y la veía desde la ventana del aula. Es difícil que al mirar de cerca esa blanca mansión llena de libros, subir a la torre donde se escribió Adios a las armas y mirar a lo lejos La Habana desde esa claridad del paisaje, no llegue a la sensibilidad de alguien que lleve dentro de sí el germen de ese amor por la literatura.

MN. ¿La población de los alrededores está al tanto de que ahí vivió Hemingway?

RM. La población de los alrededores que recuerdo estaba al tanto de sus propias miserias. Era un área muy pobre y creo que siempre lo fue. Afianzada esa pobreza con el régimen actual, no creo que fuera la prioridad la literatura.

MN. ¿Es cierto que el fantasma de Hemingway mora, pena por los alrededores de San Francisco de Paula o es sólo un ardid propagandístico del Ministerio de Turismo del Gobierno de Cuba?

RM. A veces, a ese mundo astral donde habitan los espíritus, no puede tener acceso mucha gente. Si te quedas en silencio por los alrededores de la finca La vigía, si percibes ese misterio que emana de todos sus rincones, de ese barco que reposa después de largas travesías, puedes sentir su presencia en pleno día y un gran pavor, como experimenté una vez durante mi infancia, mientras la visitaba en soledad.

MN. ¿Cómo definiría la felicidad?

RM. Es uno de los grandes símbolos de la individualidad. Es tan personal como nuestros rasgos físicos. Es un estado de ánimo. Creo que las ideologías son el propósito del hombre, con cierto interés político, en imponer su concepto de la felicidad para el resto de la humanidad; pero la felicidad ajena no se impone, sino que es el sentimiento de libertad que nos hace vivir de acuerdo a nuestros propios conceptos de la existencia. De ahí que para unos sea escribir con pasión y sin ambiciones de gloria y para otros sea la acumulación de riquezas, por ejemplo. Ambos son felices si lo consiguen, la libertad plena para esa realización suele ser la felicidad, desde mi punto de vista, por supuesto.

MN. ¿De qué se nutre más la literatura, de la felicidad o de la infelicidad?

RM. Creo que la infelicidad es una gran materia prima para la literatura, de ahí que los pueblos con enorme sufrimiento hayan sido tan prolíficos y aquellos de gran felicidad cuenten con menos escritores de renombre. Dostoyevsky, Bulgakov y Solschenizyn, los dio Rusia y no Suecia u Holanda, y los mejores escritores norteamericanos, como Carson McCullers o Tennessee Williams, vienen del sur. En el plano individual, los cuentos infantiles de Hans Christian Andersen son superiores a los de Charles Perrault. Tal vez ese vínculo entre infelicidad y creatividad, sea uno de los misterios de esa pasión literaria de nuestra isla. Por supuesto, esa es una opinión personal que me ha creado cierta inquietud, porque en realidad me considero un hombre muy feliz.

No comments: