Friday, January 20, 2012

OLGA CONNOR: Concluye congreso de teatro en honor a Virgilio Piñera

En la foto: Matías Montes Huidobro, Enrico Mario Santí, Fabio Murrieta, José Triana.

OLGA CONNOR: Concluye congreso de teatro en honor a Virgilio Piñera

Olga Connor
Especial/El Nuevo Herald

Concluyó el domingo en la Universidad de Miami el Congreso de Dramaturgia y Artes Escénicas Teoría y práctica del teatro cubano en el exilio: Celebrando a Virgilio. Dos fueron los impresionantes arquitectos de este congreso: Matías Montes Huidobro, presidente del Instituto Cultural René Ariza (ICRA), y su esposa, la profesora emérita Yara González Montes.

Lesbia Varona, bibliógrafa de la Colección de la Herencia Cubana (CHC), de la biblioteca Otto Richter de la Universidad de Miami, entidad patrocinadora del Congreso, fue la principal maestra de obras, o directora de la logística espacial, con el apoyo de Esperanza Bravo de Varona, directora de CHC. La profesora de UM Lillian Manzor, directora de Cuban Digital Theater Archives, contribuyó al éxito de la reunión intercontinental, que se llevó a cabo para celebrar en el 2012 el centenario del nacimiento del extraordinario dramaturgo cubano Virgilio Piñera.

Montes Huidobro recibió la ayuda de Emil Volek y Enrico Mario Santí para la apertura del Congreso, y de profesores e investigadores de todo Estados Unidos que acudieron a la convocatoria. Entre ellos: Jesús Barquet, Aida Beaupied, Armando Chávez Rivera, Olympia González, Kirsten Nigro; y de Miami: Beatriz Rizk que también organizó una sesión de teatro en honor a Julio Matas en Prometeo, Luis González Cruz, Uva de Aragón y José Prats Sariols.

ARTISTAS Y DRAMATURGOS

No sólo fueron los académicos los contribuyentes al éxito, sino también los autores, directores, actores y empresas teatrales. Algunos, de lugares lejanos, otros desde el ambiente local, como Yvonne López Arenal y Mario García Joya en el teatro Akuara, con Miriam Lezcano de directora, Yoshvani Medina, de ArtSpoken, y de Havanafama, Juan Roca. Además, el grupo Pro Teatro Cubano y la fotógrafa Asela Torres que documentó el Congreso.

Entre los famosos dramaturgos se encontraban Iván Acosta, de Nueva York; Raúl de Cárdenas, de Los Angeles; Julio Matas, de Miami Beach; Pedro Monge Rafuls, de Nueva York, y José Triana, de París. Entre los directores de teatro que expusieron sus recuerdos y experiencias: Alberto Sarraín y Teresa María Rojas, que fue honrada como actriz. Hablaron escritores de Miami vinculados con la dramaturgia –una larga lista– y representaron decenas de actores.

INAUGURACIÓN EN DIA DE SOL

El jueves por la mañana, con el sol esplendoroso de un fresco amanecer de Miami, se abrió el Congreso con Matías Montes Huidobro al frente explicando los objetivos de la cita y Esperanza Bravo de Varona y Lillian Manzor, describiendo el trabajo de la Colección de la Herencia Cubana y la recolección digital de teatro cubano. Finalmente, el erudito Emil Volek dio la conferencia maestra sobre José Antonio Ramos (1885-1946), iniciador del teatro cubano en las décadas de 1930 y 1940, autor de Tembladera y En las manos de Dios, entre otras obras. Su ponencia fue sobre La recurva, que trata del período posterior a la dictadura de Gerardo Machado con discusiones sobre “la revolución” y el tema de “acabar con los burgueses”, ya vigente en los 30.

Volek dijo que “ La recurva rebasa el nivel del realismo ‘criollista’ y se convierte en una parábola profética, en una alegoría ‘negra’, de múltiples niveles: la de una familia destrozada internamente, expuesta a la merced del ‘viento huracanado’ y de las circunstancias históricas”.

Volek interpretó que esta obra se inspiró en las circunstancias del país, con su corta historia independiente, y las de un mundo en un período histórico preciso, cuando las “violentas utopías” de distintos colores, comunismo, fascismo, nazismo, estaban forjándose. Fue también presagio de la Cuba del futuro, “donde este país desembocará en el papel protagónico imitado por toda América Latina de la segunda mitad del siglo XX”, lo que fue una especie de “recurva” de ciclón de la historia que barre con todo.

INVITADO ESPECIAL: JOSÉ TRIANA

La invitación a José Triana, autor de la emblemática obra del teatro cubano La noche de los asesinos, dio lugar a que se leyera el “monólogo” de “Lalo”, personaje de esa obra, por el actor dramático Orlando Varona, quien lo representó como víctima de las relaciones autoritarias dentro de Cuba.

Le siguió la presentación de Teatro completo (Aduana Vieja), de Triana, por Fabio Murrieta, su editor. Le hizo los honores el reconocido crítico Enrico Mario Santí, quien aludió a este fragmento de una escena de La noche de los asesinos, en la que se discute el valor de la justicia: “Pero nuestra ciudad se levanta, una ciudad de hombres silenciosos y arrogantes avanza decidida a reclamar a la justicia el cuerpo de este ser monstruoso… Y será expuesto a la furia de hombres verdaderos que quieren la paz y el sosiego”.

Santí lo analizó, invocando, como Volek antes con La recurva, el sentido de premonición en esta obra: “Como sabemos, Triana escribe esta escena en 1965, tal vez años antes, y la obra se representa en La Habana de 1966. Hoy, después de medio siglo de la llamada Revolución, de la humillación pública del poeta Heberto Padilla en 1970 –a sólo cuatro años del estreno–, o del circo romano del llamado Caso Ochoa –en 1989, tras otro cuarto de siglo– (y me limito a dos episodios), años en los que hemos comprobado el recurrente uso perverso de la teatralidad por parte del régimen, no podemos sino releer estas escenas como una atroz profecía de lo que se
avecinaba”. •

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