Friday, September 9, 2011

Celebrando a Virgilio: “Los locos somos cuerdos”


Foto: Mario García Joya.


Celebrando a Virgilio: “Los locos somos cuerdos”


Un congreso en torno a la literatura dramática menos estudiada del mundo: la de los dramaturgos del exilio


Cubaencuentro.

Matías Montes Huidobro.

Miami | 09/09/2011


Marginación y exilio son dos palabras maravillosas que nos sostienen como un pan que nos nutre. “Comiendo el amargo pan del destierro” (como dijo Shakespeare cuatrocientos años atrás: “eating the bitter bread of banishment”), que es la cosecha que se recibe, ha sido siempre el pan nuestro de cada día, y que desde los griegos cuando menos nos ha venido fortaleciendo, ya que el destierro fue parte intrínseca de los clásicos. En un círculo vicioso, la Colonia, la República y la Revolución se han alimentado de la marginación y el exilio, y en todos sus escritores los momentos más logrados han sido aquellos en que, explícita o subversivamente, han violado el canon del discurso oficial del contexto que les ha tocado vivir, inclusive en el destierro. Si Van Gogh no hubiera sido un marginado de las luminosas delicias del impresionismo, por muy exquisitas que estas fueran, nunca hubiera pintado su noche estrellada, que vale más que todos los edulcorantes atmosféricos de sus más famosos contemporáneos; aunque, claro, tuvo que volverse loco, cortarse una oreja y pegarse un tiro.

Hace unos meses se me ocurrió la que quizás haya sido una de mis ideas más descabelladas: organizar un congreso en torno a la literatura dramática menos estudiada del mundo (la de los dramaturgos del exilio), proyecto que ni siquiera se había pensado antes, bajo el lema de “celebrando a Virgilio”, en conmemoración de los cien años del nacimiento de Piñera, que es figura arquetípica de la dramaturgia nacional contemporánea.

Tan pronto tuve noticia de que se cumplían los cien años del nacimiento de Virgilio Piñera, decidí rendirle homenaje a través del Instituto Cultural René Ariza, que presido en estos momentos, y que tanto ha hecho por el teatro del exilio divulgando una dramaturgia que poco se ha conocido. La idea la di a conocer lo antes posible, (el 25 de junio del año en curso; tengo que confesar que para que nadie se me adelantara), entre otras cosas porque desde 1959 he estado escribiendo sobre Piñera, y el exilio y la marginación me los conozco al dedillo. Ariza, entre paréntesis, es otro arquetipo que nos sostiene; el cual, además, nos advirtió de los peligros del Fidel Castro que se lleva dentro, porque la libertad de expresión está siempre en riesgo.

El jueves 13 de enero tendrá lugar la apertura en una sede en Miami no especificada todavía, porque de hecho no la tenemos. Una locura, verdaderamente, y tengo que reconocerlo, pero “por imaginativo y exaltable” soy estrictamente martiano cuando creo que “lo imposible es posible” y que “los locos somos cuerdos”, como decía el apóstol de la independencia de Cuba. Ya aparecerá porque en ello está en juego el prestigio del exilio: el número de investigadores, dramaturgos e integrantes del movimiento teatral dispuestos a presentar trabajos sobrepasa ya nuestras expectativas y aun tenemos unos meses para lograr el objetivo. El sábado 14 se enfocará la atención en la obra de Piñera, especialmente su dramaturgia, pero no excluyente de otras aproximaciones, (poesía, ensayo, narrativa, traducciones) con paneles formados por críticos especializados y por aquellos que lo conocieron personalmente, incluyendo lecturas de sus textos y montaje de una de sus piezas. El domingo 15 estará dedicado en especial a paneles de dramaturgos, directores, escenógrafos y otros participantes del movimiento teatral, con presentación de ponencias sobre “el discurso de las dos orillas” y su evolución en el transcurso de más de cincuenta años de la diáspora cubana, tanto en los textos como en la realidad inmediata. Y la convocatoria al evento no es cosa de unos cuántos que se conocen unos a otros, sino abierta, en un concepto absolutamente democrático sin cortapisas, al que están invitados a realizar análisis críticos todos aquellos dispuestos a presentar un trabajo sólido sobre la temática propuesta, para lo cual sólo tienen que ponerse en contacto con ICRA: huidob@aol.com.

Sirva Piñera como lema que nos une. Tras sufrir la marginación y el exilio republicano, sale de las cavernas “platónicas” de “la vida es sueño” para subir a escena y después de recibir el efímero aplauso de los sesenta, en un gesto de eterno retorno. Padece nuevamente la marginación y el exilio, sin siquiera tener que salir del piso en que vivía, hasta el momento presente de un Ave Fénix que renace de sus propias cenizas. Claro que, este proyecto, a pesar de mis investigaciones sobre esta dramaturgia, no me pertenece y puedo hacerlo yo solo, sino que es un proyecto colectivo en los que todos los participantes de este movimiento teatral forman parte intrínseca, por razones explícitas de la convocatoria al mismo.

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