Foto: cortesía de Eva M. Vergara
José Abreu Felippe se presenta en la Feria del Libro el martes 11 de noviembre a las 6 p.m. junto a José Lorenzo Fuentes y Raúl Chao. Edificio 2, Room 2106.
Barrio azul un vínculo con el pasado a través de la nostalgia
By MARU ANTUÑANOPublicado el domingo 09 de noviembre del 2008.
NUEVO HERALD.
Confieso que no soy una lectora de la literatura cubana actual. La que conozco es la del siglo XIX y hasta mediados del XX, es decir, la de antes de la revolución. Sin embargo, siempre hay excepciones. Barrio azul (Editorial Silueta, 2008) es una de ellas, del mismo autor del libro Cuentos mortales (Ediciones Universal, 2003) que tambien leí. Dos lecturas totalmente diferentes, salidas de la misma pluma. Dos lecturas en las que el recuerdo, de haber algo en común, sería el único vínculo.
Cuando empecé el libro no sabía qué esperar, pero su título me gustaba. Es un título a caballo entre lo real y lo soñado. Sin embargo, es el nombre auténtico de un barrio, pero podría no haberlo sido. En el Caribe se suceden las historias, --los nombres de los barrios y los nombres de las gentes-- de una manera distinta. Los cuentos más reales parecen inventados, parecen salidos de la pluma de un escritor fantasioso y sin embargo, así fue que ocurrieron.
Barrio azul es un personaje más en la novela más reciente de José Abreu Felippe, igual que lo son ELLA, Tavi, Liriano, Félix, Concha y Dago, igual que lo es la muerte o los doce ahorcados que deambulan entre las fantasías y el terror de un niño y la loma de la iglesia que se ve desde su ventana. Las veladas referencias históricas de algunos sucesos, al lector menos avezado, pueden pasársele por alto. Pero es que tampoco hace falta ser un experto o siquiera conocer la historia cubana para disfrutar la novela. Tavi, su personaje central, se ocupa de ello. Aunque es la historia de un barrio, de una familia, vista desde el punto de vista de un niño, a veces no es el lenguaje del niño. Barrio azul tiene muchos niveles de lectura y cada lector puede acomodarse en el que más le plazca. Las referencias literarias, que se intercalan en la novela dan cuenta de ello. Sus localismos al contrario de limitarla la vuelven universal. Porque es universal la aventura y el misterio, los sueños y la infancia. Pero es que la novela de Abreu Felippe va más allá, ya que todas las voces narrativas contribuyen a crear una historia que va y viene de lo real a lo fantástico sin sensiblerías ni amaneramientos.
Yo no sé si hoy los niños tienen la misma fantasía o la que tienen está teñida de videojuegos y de una violencia más real que imaginaria. La infancia de los niños de barrio, de los niños de antes, con sus charcos y su fango, con juguetes inventados o hechos en casa, con sus fantasmas y su magia, con maldades y travesuras, la infancia de cocotazos, de amigos amigos, es la infancia de Barrio Azul. Sin apenas darse cuenta el lector ve que la vida pasa, que el niño va creciendo, en este punto, ese lector ya se ha hecho cómplice irredento de la historia.
Con un coro de voces narativas en la que sobresale la de Tavi, la novela viene y va en stacatto por la literatura cubana, por los poemas de Machado y de José Martí, por boleros como Obsesión (Pedro Flores), todo paralelo a las canciones infantiles, a los rezos, a las procesiones. Paralelo a la ternura pero también a la soledad de un niño.
Como señala la cubierta del libro: ``Su gran acierto es que la voz del personaje principal es la de un ser muy joven y, simultáneamente, la de una criatura intemporal. Una criatura que a pesar de su inocencia nos habla con la convicción de quien sabe que los seres amados son una especie de regalo efímero y que la palabra es la única manera de hacerlo perdurable".
José Abreu Felippe nació en La Habana en 1947 y se exilió en 1983. Vivió en Madrid y actualmente reside en Miami. Es poeta, dramaturgo y narrador. Entre lsus libros publicados se encuentran tres de poesía (Orestes de noche, 1985; Cantos y elegías, 1992 y El tiempo afuera, Premio Internacional de Poesía Gastón Baquero 2000), y las obras de teatro Amar así, 1988; Teatro, 1998 y Rehenes, 2003.
Barrio Azul forma parte de una pentalogía de la que ya se han publicado Sabanalamar (2002), Siempre la lluvia (1994), y Dile adiós a la Virgen (2003).•
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