Thursday, January 17, 2008

José Abreu Felippe: Noticias Teatrales de España.

Foto: Eva Vergara. José Abreu Felippe.

ABREU FELIPPE: ESCRITOR

Por Arturo Serrano.Entrevista realizada para Noticias Teatrales.

José Abreu Felippe. La Habana. Al salir de Cuba vivió unos años en Madrid y en la actualidad reside en Miami. Su obra abarca poesía, narrativa y teatro. Su novela Siempre la lluvia resultó finalista en el concurso Letras de Oro, y recientemente recibió el Premio de Poesía Gastón Baquero en España por su libro El tiempo afuera. Ha publicado Orestes de noche, Cantos y elegías, Amar así, Habanera fue -con sus hermanos Juan y Nicolás-, Teatro, que reúne cinco piezas, así como Sabanalamar, Cuentos mortales y Dile adiós a la virgen.

Pregunta: ¿Quién es José Abreu Felippe?

José Abreu Felipe: Bueno, esa misma pregunta llevo más de medio siglo haciéndomela y no he encontrado una respuesta satisfactoria. Sólo he acumulado datos, estos podrían ser algunos: Nací en La Habana, Cuba, en marzo de 1947. En 1983 salí al exilio, viví varios años en Madrid y desde hace no pocos radico en Miami. He publicado algunos libros.

Pregunta: ¿Por qué se interesó en la dramaturgia?

J.A.F.: Quizás porque el teatro es la forma más viva de la creación. Las ideas, los hechos, las acciones, se arman en la cabeza y el teatro tiene la virtud de darles vida. No hay impresión parecida a la de ver y escuchar a nuestros fantasmas deambular sobre paisajes recreados una y otra vez. Y comprobar cómo se transforman con cada actor y en cada escenario. Es un placer muy poco común y bien extraño.

Pregunta: Se han estrenado dos obras suyas en Miami. Una de ellas por el Instituto René Ariza, la otra por Kimbaracumbara. Las obras abordan el tema de la relación vida y muerte. ¿Recurre a este tema con frecuencia y por qué?

J.A.F.: Es un tema que me apasiona, morbo aparte. Pero más que la relación entre vida y muerte, lo que me intriga, lo que me interesa, es la clásica bipolarización, el devaneo entre Eros y Thanatos. El placer y el dolor, el alfa y omega, el olvido y la calma. Por otro lado, he tenido la suerte o la desgracia de estar en contacto con ambas manifestaciones desde muy joven. A raíz de la muerte de mi madre, escribí un tríptico donde reina la muerte. La primera y la segunda ventana a esa realidad, son las obras que se han representado, Si de verdad uno muriera y Alguien quiere decir una oración.

Pregunta: ¿Se siente complacido con la dirección y el desempeño actoral de ambas presentaciones?

J.A.F.: Sí, son visiones de los directores que complementan o enriquecen la mía. Ambas son piezas muy difíciles que admiten diferentes acercamientos. Si de verdad uno muriera fue la obra que seleccionó el ICRA para abrir su primer ciclo de lecturas dramatizadas. Domeñó a la tropa de diez actores el director venezolano Humberto Rossenfeld, que por cierto hace muy poco regresó de una gira por España con Las heridas del viento de Juan Carlos Rubio. Alguien quiere decir una oración la dirigió Rolando Moreno, uno de los directores más prestigiosos de Miami secundado por un par de magníficos actores, Gerardo Riverón y Tomás Doval.

Pregunta: ¿Piensa que este año el teatro en Miami ha tenido un cierto florecimiento?

J.A.F.: Desde luego, no sólo por los estrenos sino por la creación de nuevos grupos y salas. Hay que destacar sobre todo la labor Sandra y Ernesto García con Teatro en Miami Studio y su portal teatroenmaiami.com. También la del grupo Maderamen de Teresa María Rojas, sin olvidar la labor que durante muchos años viene haciendo Mario Ernesto Sánchez con Avante y el Festival de Internacional de Teatro. Si a eso se le suma el trabajo de Marcos Casanova en Teatro 8 y los de otros grupos que constantemente están presentando sus producciones, el resultado es muy estimulante. Ya se sabe que el teatro siempre está en crisis, pero al parecer ese estado es importante para mantenerse alerta y creativo.

Pregunta: ¿Tienen los teatristas de Miami suficiente apoyo para desempeñar su labor?

J.A.F.: No tienen ningún apoyo. Sobreviven con algunas migajas más o menos oficiales y mal repartidas. Pero sobre todo por el esfuerzo titánico de cada teatrista y el amor al teatro de los actores y el público.

Pregunta: ¿Considera que el mundo editorial apoya la dramaturgia cubana del exilio?

J.A.F.: El mundo editorial es un negocio y como tal sólo piensa en las utilidades. La mayor parte, si no todo, de lo que se ha publicado de teatro, lo han pagado los propios autores. Pero no es un fenómeno aislado, lo mismo ocurre con el cuento, la novela, el ensayo o la poesía, si obviamos unas pocas excepciones que confirman la regla. El exilio en general y el cubano es particular, que ha durado casi medio siglo, es algo difícil de comprender para el que no lo ha padecido. El mundo editorial mira hacia la isla, no hacia el exilio. El porqué habría que preguntárselo a ellos, aunque no es muy difícil adivinarlo.

Pregunta: ¿Qué opinión tiene de la labor desempeñada por el Instituto Cultural René Ariza?

J.A.F.: Muy meritoria. Está iluminando sectores de la cultura que permanecían en cierta penumbra, rescatando autores, destacando a otros meticulosamente ignorados y premiando y homenajeando nuestros indiscutibles valores con el Premio René Ariza, como ha sido el caso de José A. Escarpanter, Matías Montes Huidobro, Julio Matas y Nena Acevedo.

Pregunta: ¿Qué planes tiene el dramaturgo Abreu Felippe?

J.A.F.: Seguir haciendo lo que he hecho hasta ahora, escribir y sobrevivir. Actualmente trabajo en una pieza que he titulado Provisional, desechable y biodegradable.

José Abreu Felippe con una precisión extraordinaria nos proporciona en esta entrevista una mirada al escritor, al hombre enigmático que, en su mirar, clarifica su posición ante la vida. Sin dudas una pieza prometida: Provisional, desechable y biodegradable, lo hará vivir y nos hará pensar a nosotros.

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